Usted martín santomé no sabe cómo querría tener yo ahora todo el tiempo del mundo para quererlo pero no voy a convocarlo junto a mí ya que aún en el caso de que no estuviera todavía muriéndome entonces moriría sólo de aproximarme a su tristeza. usted martín santomé no sabe cuánto he luchado por seguir viviendo cómo he querido vivir para vivirlo porque me estoy muriendo santomé usted claro no sabe ya que nunca lo he dicho ni siquiera en esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres usted no sabe cómo yo valoro su sencillo coraje de quererme usted martín santomé no sabe y sé que no lo sabe porque he visto sus ojos despejando la incógnita del miedo no sabe que no es viejo que no podría serlo en todo caso allá usted con sus años yo estoy segura de quererlo así. usted martín santomé no sabe qué bien, que lindo dice avellaneda de algún modo ha inventado mi nombre con su amor usted es la respuesta que yo esperaba a una pregunta que nunca he formulado usted es m...
Jaime Garzón, con su visión tan única y aguda, tocaba un tema fundamental sobre la vida universitaria: esa etapa se convierte en una de las más formativas, no solo por el conocimiento académico, sino por el crecimiento personal. Cuando Garzón dice que "la universidad es la mejor etapa de la vida", está refiriéndose a ese momento en el que los jóvenes, por primera vez, tienen una libertad que les permite explorar, cuestionar, soñar y también equivocarse. Es un espacio para encontrarse con uno mismo, para forjar valores y construir una perspectiva propia del mundo. Y claro, también es la época de las amistades profundas, de las experiencias que marcan, de las luchas internas y las victorias compartidas.
ResponderEliminarEsa frase de Garzón no solo celebra la vida universitaria, sino que nos invita a reflexionar sobre el valor que tiene aprovechar ese tiempo de aprender no solo de los libros, sino de la vida misma, de los demás y de las situaciones que nos desafían. Sin duda, la universidad, cuando se vive plenamente, es una etapa que marca el camino para el resto de la vida.
El video me dejó con una sensación de reflexión, porque aunque entendí el mensaje principal, siento que hay detalles que no terminé de captar del todo y eso me genera curiosidad.
ResponderEliminar¿Será que lo que intentan mostrar aplica también a situaciones cotidianas de mi vida, o solo en el contexto que ellos presentan?
Decir que la universidad es la mejor etapa suena super bien, pero no siempre es así. Para muchos esta es símbolo de estrés, desigualdad y hasta frustración. No todos pueden vivirla como algo ideal o maravilloso , porque depende mucho de las oportunidades y del contexto. Vale la pena cuestionar y observar si de verdad forma para la vida o solo repite lo mismo de siempre.
ResponderEliminarJaime Garzón, fue una figura muy emblemática de la política colombiana en el siglo pasado, muy fiel a sus pensamientos e ideales, que aunque lo hacía en forma chistosa era muy directa. En este video el habla de que la universidad es la mejor etapa de un joven, pero para muchas personas es una lucha constante ya que aunque quieren educarse no todos tienen la misma posibilidad económica para acceder a las mismas comodidades; pero como todo cada quien con su lucha lo disfruta a su manera
ResponderEliminarEscuchar a Jaime Garzón siempre es un ejercicio de lucidez y de memoria. En su visita a la Universidad Autónoma de Occidente, dejó una idea que hoy sigue siendo vigente: la universidad es la mejor etapa de la vida. No lo decía con romanticismo vacío, sino con la claridad de que este es el único espacio en el que coincidimos con libertad, tiempo y curiosidad para pensar en grande, equivocarnos sin miedo y proyectar lo que queremos ser.
ResponderEliminarGarzón resaltaba que, más allá de las clases y los títulos, la universidad nos regala algo invaluable: el encuentro. Encuentro con compañeros, con ideas, con contradicciones y con realidades que muchas veces no aparecen en los libros. Es allí donde se construye identidad, se forman convicciones y nacen las preguntas que más tarde definen nuestro lugar en la sociedad.
Sin embargo, también lanzó una crítica profunda: el sistema educativo suele estar desconectado de la realidad del país. Sobran formalismos, teorías descontextualizadas y falta esa enseñanza que realmente transforme. Ante eso, su invitación fue clara: no ser estudiantes pasivos, sino jóvenes capaces de cuestionar, proponer y comprometerse con el futuro colectivo.
La vigencia de su mensaje es evidente. En un mundo que empuja a los jóvenes a pensar solo en resultados inmediatos, Garzón nos recuerda que la universidad no es un simple trámite hacia un diploma, sino un laboratorio vital donde se gesta ciudadanía, creatividad y conciencia social. Y quizá ahí radica la verdadera grandeza de esta etapa: en cómo logramos aprovecharla para crecer y, de paso, imaginar un país distinto.
Jaime Garzon con su humor ácido nos muestra una crítica social profunda, en la cual la educación formal esté desconectada de las necesidades reales de la sociedad colombiana, destacando la falta de pertinencia en contenidos como gramática o ciencias naturales.
ResponderEliminarDenuncia la corrupción y la apatía ciudadana dando nacimiento a la desigualdad y la pasividad frente a los abusos del poder político y económico.
Usa el sarcasmo para exponer contradicciones sociales, como la hipocresía en roles de género o la ironía de que los funcionarios públicos sirvan a intereses privados.
Aunque el discurso es de los años 90, muchas de sus críticas mantienen relevancia en la actualidad colombiana, especialmente en temas como la corrupción, la polarización política y la desconexión entre educación y realidad.