Su vida estuvo llena de luces y sombras, como en su arte. La existencia de Michelangelo Merisi da Caravaggio fue una montaña rusa en la que no faltaron sórdidas compañías, continuas peleas, perpetuas juergas y borracheras, acusaciones de sodomía y pederastia, ataques a la autoridad e incluso mutilaciones genitales. Con su temperamento y esa facilidad con la que injuriaba o se sentía injuriado no faltaron continuos problemas, quizás muy poca parte de ellos documentados. Ese carácter violento provocó innumerables rumores sobre su comportamiento criminal. Ya a su llegada a Roma con apenas 15 años se rumoreaba que de niño en Milán había matado a un compañero de juegos tras una pelea. Pero la mala hostia de Caravaggio también fue una fuente de inspiración para sus biógrafos, que tomaron buena nota de sus fechorías y pendencias para casi novelizar sus desmadres. Y además muchos testimonios sobre la vida del pintor provienen de archivo...
Espacio de discusión académica que apela a lo que comúnmente se repite en los pasillos de las escuelas de derecho “el que sólo sabe de derecho, nada sabe de derecho”; será un cenáculo de conversación a veces de noticias de actualidad, música, arte, opiniones diversas entre otros, donde se permita pensar el derecho