Usted martín santomé no sabe cómo querría tener yo ahora todo el tiempo del mundo para quererlo pero no voy a convocarlo junto a mí ya que aún en el caso de que no estuviera todavía muriéndome entonces moriría sólo de aproximarme a su tristeza. usted martín santomé no sabe cuánto he luchado por seguir viviendo cómo he querido vivir para vivirlo porque me estoy muriendo santomé usted claro no sabe ya que nunca lo he dicho ni siquiera en esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres usted no sabe cómo yo valoro su sencillo coraje de quererme usted martín santomé no sabe y sé que no lo sabe porque he visto sus ojos despejando la incógnita del miedo no sabe que no es viejo que no podría serlo en todo caso allá usted con sus años yo estoy segura de quererlo así. usted martín santomé no sabe qué bien, que lindo dice avellaneda de algún modo ha inventado mi nombre con su amor usted es la respuesta que yo esperaba a una pregunta que nunca he formulado usted es m...
La obra rompe con los esquemas de su época porque sitúa figuras desnudas en un contexto natural y moderno, no mitológico ni idealizado, lo que imagino que generó un gran impacto en su tiempo. Al observarla, uno siente una mezcla de cercanía y desconcierto: la naturalidad de la escena se combina con la tensión que provoca la mirada directa de la mujer hacia nosotros, como si quisiera incluirnos en esa conversación o cuestionar nuestra propia manera de mirar.
ResponderEliminarLa obra es bastante interesante y sobre todo por la época en la que fue creada donde habían muchos tabú con el desnudismo y más de mujeres, ya que en este tiempo está debía ser muy pulcra y recatada, para ser bien vista por la sociedad. La obra seguramente fue muy mediática en su tiempo, pero me gusta porque se sale de los estándares
ResponderEliminarYo interpreto “Le Déjeuner sur l’Herbe” como un acto político de rebeldía: al mostrar una mujer desnuda en medio de hombres vestidos y en un entorno cotidiano, siento que Manet rompe con la moral burguesa de su tiempo y expone la hipocresía social sobre lo que se consideraba aceptable o decente.
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ResponderEliminarLa obra plantea una tensión entre lo cotidiano y lo transgresor, al integrar la desnudez femenina en un contexto burgués ordinario. Este contraste no solo desafía la tradición pictórica, sino que también interpela al espectador al cuestionar las jerarquías temáticas y los límites de la representación en el arte moderno.
Basándose en el año de la obra siento que esta obra es atrevida y revolucionaria, porque rompe con las normas de su época al mostrar a una mujer desnuda en un contexto cotidiano y no mitológico como era costumbre en esa época. Me gusta porque cuestiona la moral y obliga al espectador a reflexionar sobre la naturalidad del cuerpo y la hipocresía social. Cambiando estigmas de cómo se ve o se percibe el cuerpo de diferentes maneras.
ResponderEliminarDANIEL PADILLA NARANJO
Eliminarpienso que no tanto por la fecha de la obra influye en el sentido bulgar, es todo lo contrario busca hacer referencia la epoca antigua dando asi persistencia de ese tipo de arte con el fin de buscar la aceptacion y perduración de este tipo de arte medieval y consigo misma dandole valor a la belleza corporal de la mujer
ResponderEliminar“Almuerzo sobre la hierba” cuestiona los códigos morales y jurídicos del siglo XIX, al representar a una mujer desnuda en un contexto cotidiano junto a hombres vestidos. Desde la sociología jurídica, la obra refleja la tensión entre norma social, norma jurídica y libertad individual: lo que para el arte era innovación, para la sociedad se interpretaba como escándalo y transgresión del orden moral dominante. Esta pintura muestra cómo las representaciones culturales pueden desafiar las estructuras normativas y cómo, a través de ellas, se revela la historicidad del derecho y de la moral, evidenciando que las reglas que rigen el comportamiento social no son absolutas, sino construcciones sujetas al cambio y al debate.
La pintura Almuerzo sobre la hierba generó mucha polémica en su momento, dado que cuestionó las convenciones sociales y jurídicas del siglo XIX. La imagen de una fémina sin ropa en un entorno común, acompañada por varones vestidos, contradecía los valores morales, los papeles de género y la noción de recato público mantenida tanto por las usanzas de la sociedad como por las leyes de entonces. Desde una perspectiva social y jurídica, se puede apreciar cómo el arte funciona como un medio de oposición ante la censura y los estándares morales impuestos por el derecho, que buscaban mantener un orden social tradicional.
EliminarLa obra evidencia la batalla entre lo admitido y lo vedado: el destape era aceptado en imágenes mitológicas o religiosas, pero se juzgaba inapropiado al mostrarse en un escenario realista y contemporáneo. Esto exhibe cómo el derecho y la sociedad de aquella época definían lo "lícito" y lo "ilícito" tanto en el arte como en la vida pública. Hoy en día, la obra puede entenderse como una reivindicación de la libertad creadora y una crítica al modo en que los sistemas jurídicos, influenciados por la moral imperante, suelen regular los cuerpos y la sexualidad, sobre todo en el caso de las mujeres.
En pocas palabras,El Almuerzo sobre la hierba manifiesta cómo una obra artística puede volverse un acto político y legal por mérito propio: un desafío al poder, a la censura y a la disparidad en la regulación social de la moral.
Le Déjeuner sur l'Herbe puede interpretarse como una representación de las inequidades sociales y legales del siglo XIX. La figura de la mujer desnuda, exhibida y observada simboliza cómo el cuerpo de la mujer estaba sometido a control, supervisión y cosificación en una sociedad patriarcal, reforzada por reglas legales que restringían su independencia. Por otro lado, los hombres con atuendos representan el poder, la autoridad y la legitimidad en la sociedad.
EliminarDesde el punto de vista legal, la respuesta de escándalo que generó la obra evidencia la íntima conexión entre la moral y el derecho en aquel periodo: lo que no cumplía con los estándares de "decoro público" podía ser censurado y excluido. Sin embargo, también ilustra el rol del arte como resistencia ante un derecho que, en lugar de salvaguardar libertades, perpetuaba jerarquías y marginaciones.
Bajo una perspectiva moderna, esta obra de arte se vincula con discusiones contemporáneas acerca de la libertad de expresión, la equidad de género y el derecho al cuerpo. Manet nos hace recordar que tras cada regla legal relacionada con la moralidad o el pudor, existe un contexto social de poder que determina qué se puede exponer y qué se debe encubrir. Por lo tanto, la pieza no solo representa un arte, sino también un acto de rebelión ante la legislación de su época.
Me gusta la diversidad de observaciones, el hecho de que la mujer desnuda sea tratada con total normalidad cosa que en esa época ( la contemporánea) y aún en la actualidad es algo mal visto porque se guían más allá, lo miran como algo sexual en donde consideran que le pueden faltar el respeto por querer mostrar cierta parte de su cuerpo, esta obra abrió un hito en la historia del arte en donde se buscó cuestionar entre lo aceptado y lo prohibido en diversas culturas pero muestra como podemos normalizar ciertas cosas tabú en donde si no las normalizamos vamos a retroceder como sociedad.
ResponderEliminaresta pintura me ha parecido curiosa: un picnic nada común, con dos hombres vestidos de época y una mujer completamente desnuda mirándonos directo, como si quisiera retarnos con su mirada. Al fondo, otra mujer se baña tranquila en el río, como si no pasara nada. Me gusta porque rompe con lo “correcto” y muestra lo absurdo de lo cotidiano, lo raro de lo normal. Es como si nos dijera que la vida siempre tiene un lado incómodo, pero también auténtico.
ResponderEliminarEsta obra sin lugar a dudas es revolucionario, creo que rompe con las reglas y convenciones artísticas y sociales de la época marcando un punto de quiebre en la historia del arte moderno ya que el tema del desnudo femenino era poco visto y mal visto pero una obra como esta se sale del sistema rompiendo cualquier creencias o estigma.
ResponderEliminares increíble cómo esta obra, tan polémica en su momento, se convirtió en una pieza clave para el arte moderno.
ResponderEliminarla forma en que rompió con las convenciones de la época es simplemente fascinante; la escena es tan extraña y moderna a la vez que realmente se siente como un desafío.
A mi parecer, "Le Déjeuner sur l'Herbe" es una obra que se atreve y provoca porque desafía las normas de su tiempo. Manet me parece interesante porque se atreve a representar la desnudez de una mujer en un contexto cotidiano, sin justificaciones clásicas ni disfraces mitológicos. Esto lo transforma en un cuadro que no solo produce un impacto visual, sino también una reflexión acerca de la moral y de cómo el arte puede interpelar a la sociedad.
ResponderEliminarLa verdad yo nunca había visto Le Déjeuner sur l’herbe, sinceramente no conozco mucho de arte, así que cuando la vi por primera vez me generó conflicto porque primero no la conocíay dos no la entendía. Me pareció extraño ver a una mujer completamente desnuda en medio de un picnic, al lado de dos hombres vestidos y como si nada estuviera pasando. No entendía el trasfondo, pero mi mente suponía que algo revelador habría de tener, por eso me puse a investigar un poco y entendí que esta pintura fue un escándalo en su época justamente por eso, porque rompía con lo que se consideraba normal en el arte. Antes los desnudos eran aceptados solo si eran mitológicos o históricos, pero aquí Manet los puso en una escena de la vida real, como diciendo “esto también merece ser arte”.
ResponderEliminarYa con eso me hizo mucho más sentido, porque lo vi como una forma de cuestionar las reglas de su tiempo y de mostrar que no todo lo que incomoda está mal. Me parece interesante que algo tan sencillo como un picnic pueda tener un mensaje tan fuerte y que todavía hoy nos haga pensar sobre la libertad de expresión y cómo cambia lo que la sociedad considera aceptable.
No conocía esta obra, pero me parece que rompe con la tradición al mostrar un cuerpo desnudo en un espacio cotidiano y no mitológico. Esa naturalidad genera tensión, sobre todo por la mirada directa de la mujer hacia el espectador, que transforma la escena en un cuestionamiento más que en una simple representación. Me parece que la obra desafió los valores morales de su época y hoy se reconoce como un símbolo de provocación y modernidad.
ResponderEliminarCuando veo Almuerzo sobre la hierba de Manet, entiendo que lo que se buscaba era romper con las normas académicas del arte en su época. Me parece que el contraste entre la mujer desnuda y los hombres vestidos es una forma de cuestionar la moralidad y las convenciones sociales. Siento que Manet quería mostrar la naturalidad del cuerpo humano en un contexto cotidiano, no idealizado, y eso abre la puerta al arte moderno.
ResponderEliminarEsta pintura me parece muy llamativa porque rompe con lo que normalmente se veía en esa época. Lo que más impacta es que la mujer aparece desnuda en medio de una escena cotidiana, sentada junto a dos hombres vestidos, sin ningún tipo de pudor y mirando directamente al espectador. Eso hace que la imagen se sienta provocadora, pero al mismo tiempo natural, como si quisiera mostrarnos la realidad sin máscaras. Me gusta porque no es un desnudo idealizado ni mitológico, sino algo mucho más cercano y moderno, que se sale de lo común y marca una diferencia clara frente al arte tradicional.
ResponderEliminarLo que causa depronto polémica de la pintura no fue solo la desnudez sino el contexto pues en lugar de coloca a la mujer en un ambiente mitológico, el artista ubica una escena cotidiana, moderna y realista rodeada de hombres que a diferencia de la mujer están vestidos.
ResponderEliminarLo que hace en sí la obra es como generar una mezcla entre lo cotidiano y lo transgresor
En Le Déjeuner sur l’herbe, una mujer aparece desnuda junto a dos hombres vestidos, en plena escena cotidiana. Lo sorprendente no es solo su desnudez, sino la manera en que es tratada: sin escándalo, sin deseo explícito, sin que su cuerpo se convierta en el centro de todo. Los hombres no la miran con morbo, siguen hablando como si nada. Ella tampoco se oculta ni se justifica. Simplemente está.
ResponderEliminarY ahí está lo importante: que una mujer pueda estar desnuda sin ser sexualizada, sin ser mirada como objeto, sin que su cuerpo condicione la forma en que es tratada. La pintura nos invita a cuestionar por qué lo natural se vuelve tabú y por qué seguimos cargando el cuerpo femenino con juicios que no aplicamos a otros cuerpos. Normalizar esa presencia es un acto de libertad.
Esta pintura es un poco revolucionaria puesto que son los dos hombres quienes tienen ropa y la mujer no, aunque se ve un poco normal y no hay morbo en la pintura siento que el hecho de que esté así puede seguir viéndose como objeto ante la sociedad.
ResponderEliminarAl observar Le Déjeuner sur l’herbe me impacta la manera en que Manet rompe con lo tradicional y nos obliga a replantearnos la relación entre arte, sociedad y moral. Lo que más me llama la atención es el contraste entre lo cotidiano un simple almuerzo en el campo y lo provocador la mujer desnuda junto a dos hombres vestidosEsa combinación, que en su época escandalizó, hoy me parece un gesto de valentía artística: transformar lo común en algo polémico y, al mismo tiempo, profundamente reflexivo.
ResponderEliminarLa mirada directa de la mujer hacia el espectador me resulta inquietante, casi como si cuestionara no sólo a quienes la acompañan, sino también a mí como observador. Es una invitación a pensar qué papel jugamos frente a las normas sociales y frente a la forma en que miramos el cuerpo humano. Siento que la obra no busca mostrar un ideal de belleza, sino más bien incomodar, hacernos sentir que algo no encaja del todo, y en esa tensión está precisamente su fuerza.
En lo personal, creo que este cuadro representa un punto de inflexión en la historia del arte: abre la puerta a la modernidad, a un arte más libre, que no teme ser criticado, y que antepone la expresión del artista frente a las reglas académicas.
El "Almuerzo sobre la hierba" causó revuelo al desafiar las rígidas normas morales y legales del siglo XIX. Imagínate, una mujer sin ropa en un picnic común y corriente con hombres ¡vestidos! Aquello fue visto como algo escandaloso e inaceptable. Viéndolo desde el arte y la sociología, la pintura nos enseña que las leyes y costumbres no son inamovibles, sino ideas que evolucionan conforme cambian los tiempos y lo que hablamos en la sociedad. Además, nos pone a pensar por qué el cuerpo desnudo de una mujer se ve como algo prohibido y lleno de morbo, en vez de algo normal. Este cuadro marcó un antes y un después en la historia del arte, demostrando la necesidad de aceptar lo que la sociedad insiste en censurar, y probando que solo retando lo establecido podemos avanzar, en vez de quedarnos atrás.
ResponderEliminarLa obra resulta innovadora para su época porque presenta figuras desnudas en un entorno cotidiano y natural sin recurrir ni a lo meto lógico ni a lo idealizado lo que seguramente causó un fuerte impacto en su momento al contemplar podemos ver que aspectos como la sencillez familiaridad y extrañeza la sencillez de la mujer se contrapone en la mirada hacia el espectador como si buscara involucrarnos en el diálogo o poner en duda nuestra propia forma de pensar.
ResponderEliminarEn esta imagen se logra ver a dos hombres vestidos con ropas elegantes de la época sentados en un bosque junto a una mujer completamente desnuda, que los mira con tranquilidad y confianza. Al fondo, otra mujer semidesnuda se baña en un arroyo. De esta forma, se puede decir que muestran un mensaje, un poco realista, que además se ve como moderno, que se ve un poco revolucionario. Contemporáneos porque los que están vestidos parecen burgueses y la actividad que muestran es común de este tipo de clase media-alta y que representa un poco esa vida moderna de la época. Además se dice que para la época genero confrontación con la hipocresía en la que se vivía y eso hace realista su intención, es decir, no pintó una escena que pareciera real, sino que pintó la realidad de su época de una manera brutalmente honesta, y por eso cambió el arte para siempre.
ResponderEliminarMás que un desafío a las normas morales, “Almuerzo sobre la hierba” puede entenderse como una invitación a replantear la manera en que el arte se relaciona con la vida cotidiana. La presencia de personajes comunes en un entorno natural rompe con la tradición clásica, al mismo tiempo que abre la posibilidad de mirar lo ordinario como objeto digno de representación. En este sentido, la obra no se limita a provocar polémica, sino que propone una nueva sensibilidad estética donde lo simple y lo cercano adquieren un valor inédito dentro del lenguaje pictórico del siglo XIX.
ResponderEliminarPara mí, esta obra refleja una provocación abierta a la moral de su tiempo, pues al mostrar a una mujer desnuda en un entorno cotidiano y acompañada de hombres vestidos, rompe con la idea de que el desnudo debía limitarse a lo mitológico o lo idealizado; más que erótica, la escena me transmite naturalidad y desafío, especialmente en la mirada directa de la mujer, que parece consciente de su presencia y de la incomodidad que genera en el espectador, como si cuestionara las hipocresías sociales y revelara la tensión entre deseo, moralidad y apariencia en la vida burguesa.
ResponderEliminarNunca había visto este cuadro y la verdad me parece hasta lindo. Tiene algo muy particular porque no es la típica pintura elegante o lejana que uno suele imaginar de esa época, sino una escena más cotidiana y hasta real. Me llama la atención el contraste entre la mujer desnuda y los hombres vestidos, como si Manet quisiera sacudir un poco lo que se consideraba “normal” en el arte. Siento que, más allá de lo provocador, también transmite cierta naturalidad, como si nos invitara a mirar sin prejuicios. Me parece una obra que sorprende, porque mezcla lo sencillo de un almuerzo en el campo con algo que en su momento seguro fue visto como escandaloso.
ResponderEliminarLe Déjeuner sur l’Herbe (1863) de Édouard Manet es una obra decisiva en la transición hacia el arte moderno. La escena presenta a una mujer completamente desnuda sentada en la hierba, conversando con dos hombres vestidos de manera contemporánea, mientras otra figura femenina se baña al fondo. Esta disposición, que mezcla lo cotidiano con el desnudo directo y sin alegorías mitológicas, rompió con las convenciones académicas del siglo XIX y provocó un fuerte escándalo en el Salón de los Rechazados.
ResponderEliminarManet desafió las expectativas tanto en el tema como en la técnica: utilizó una pincelada visible, contrastes de luz abruptos y una perspectiva que deliberadamente aplanó el espacio. La mirada segura de la mujer, que se dirige al espectador sin rastro de vergüenza, acentúa la sensación de modernidad y cuestiona la visión tradicional de la mujer como objeto pasivo. Al inspirarse en composiciones clásicas del Renacimiento, pero trasladarlas a un contexto urbano y contemporáneo, Manet puso en tela de juicio las jerarquías artísticas y abrió camino a movimientos posteriores como el impresionismo.
“Almuerzo sobre la hierba” evidentemente no es sólo una escena de picnic, sino una ruptura simbólica frente a las normas sociales y artísticas del siglo XIX, una época en la que el desnudo femenino estaba permitido únicamente en narrativas mitológicas; en este caso, Manet coloca a una mujer desnuda en un entorno cotidiano, acompañada de dos hombres vestidos como cualquier ciudadano burgués de su tiempo. Esa simple elección ya representaba un desafío como llevar lo prohibido al terreno de lo común, como un recordatorio de que lo que se considera arte o escándalo que depende más de las construcciones sociales que de la naturaleza de la imagen en sí.
ResponderEliminarDesde una perspectiva crítica, podemos observar que esta obra refleja un cambio de mirada en la historia del arte, ya que por un lado, muestra la naturalidad del cuerpo humano sin idealización, colocando a una mujer desnuda en un contexto cotidiano junto a hombres vestidos, lo que rompe con la concepción clásica del desnudo solo válido en escenas mitológicas o religiosas. Por otro, plantea un diálogo sobre lo que es considerado moral, artístico o escandaloso según la sociedad de su tiempo.
ResponderEliminarNatalia Ramos Cabrales
ResponderEliminarPerfecto 👌 aquí tienes una versión breve:
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La obra Le Déjeuner sur l’Herbe me parece impactante porque rompe con lo tradicional: muestra una mujer desnuda en un contexto cotidiano, sin justificación mitológica ni religiosa. Manet desafió las normas de su tiempo y obligó a cuestionar lo que se consideraba aceptable en el arte. Creo que esa rebeldía artística abrió camino a una mirada más moderna y auténtica de la realidad
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EliminarMuy buen comentario de la IA
EliminarLo que más me llama la atención de Le Déjeuner sur l’Herbe es la naturalidad con la que Manet presenta lo provocador. La mujer desnuda no parece avergonzarse y mira al espectador con seguridad, mientras los hombres conversan sin reparar en ella. Esa mezcla entre lo cotidiano y lo transgresor convierte la obra en un símbolo de ruptura con las reglas del arte clásico.
ResponderEliminarEste cuadro me transmite una ruptura con lo establecido.la mujer desnuda no está idealizada ni escondida tras símbolos clásicos, sino que ocupa el mismo espacio que los hombres vestidos, en plena cotidianidad. Esa tensión entre lo natural y lo social revela cómo la mirada condiciona lo que aceptamos o censuramos. Más que provocar, la obra nos obliga a preguntarnos quién define lo “correcto” y qué pasa cuando el arte decide desafiarlo.
ResponderEliminarPara mí esta pintura antes de ser llamativa y creativa, es muy simbólica y tiene un significado profundo más allá de lo que se ve. Se logra apreciar solo a la figura femenina desnuda y los demás hombres con sus trajes; lo que para mí respresenta el cuerpo femenino como símbolo sexual desde tiempos remotos.
ResponderEliminarInvestigando sobre el cuadro porque no tenía conocimiento sobre el me di cuenta de que este causó un gran escándalo porque muestra a una mujer desnuda junto a dos hombres vestidos en un ambiente contemporáneo, algo que se consideró inapropiado para la época. La mirada directa de la mujer al espectador y el estilo de Manet, que parecía "inacabado", también desafiaron las convenciones de la pintura de la época.
ResponderEliminarA pesar de ser rechazada del Salón oficial, la pintura se expuso en el Salón de los Rechazados y se convirtió en una pieza clave en la transición al arte moderno, abriendo el camino para nuevos estilos y temas en la historia del arte.
Para mí, Le Déjeuner sur l’Herbe es una pintura que llama mucho la atención porque rompe con lo que uno espera de una escena de la época. Lo que más me impacta es la naturalidad con la que la mujer desnuda está sentada junto a los hombres vestidos, como si no hubiera nada extraño en ello. Eso genera cierta incomodidad, pero al mismo tiempo hace que uno piense en cómo Manet quería provocar y cuestionar la manera en que se representaba el arte. Siento que es una obra que invita a reflexionar sobre la libertad y la ruptura de reglas, y aunque en su tiempo fue un escándalo, hoy se puede ver como una puerta que abrió nuevas formas de expresión.
ResponderEliminarTALIANA LÓPEZ
ResponderEliminarTeniendo en cuenta la época en la que fue creada, considero que esta obra resulta audaz e innovadora, ya que desafía las normas de su tiempo al presentar a una mujer desnuda en una escena cotidiana, en lugar de en un contexto mitológico como solía ser común. Me atrae porque interpela la moral dominante y lleva al espectador a pensar sobre la naturalidad del cuerpo humano y la doble moral social. De esta manera, contribuye a transformar los estigmas sobre la forma en que se observa y se interpreta el cuerpo desde distintas perspectivas.
Considero que la obra representa una escena chocante para su época, en el cual se ve a una mujer desnuda, completamente segura de sí misma, sentada de manera casual junto a dos hombres completamente vestidos con ropa de la época, en un picnic campestre. La mujer mira directamente al espectador sin vergüenza, rompiendo con la tradición de que los desnudos debían ser idealizados. Esta provocativa aproximación entre lo cotidiano y lo desnudo, lo real y lo irreal (para ese momento el desnudismo era un tabú demasiado marcado), desafió las convenciones académicas que estaban preestablecidas y se considera una parte fundamental en la transición del Realismo al Impresionismo, marcando el nacimiento del arte moderno.
ResponderEliminarMe parece una obra muy atrevida para su época. Manet rompe con lo que se esperaba del arte tradicional al mostrar una escena tan común, como un almuerzo campestre, pero incluyendo a una mujer completamente desnuda sin que parezca algo mitológico o idealizado, sino real. Me gusta cómo la mujer nos mira directamente, como si no tuviera nada que esconder, mientras los dos hombres actúan con naturalidad. Siento que Manet quiso provocar al público y hacer que uno cuestione lo que es “aceptable” en el arte.
ResponderEliminarIsabella Estrada
Déjeuner sur I’herber, fue creada por Édouard Manet en 1863 y está ubicada en el Museo de Osary, Paris, Francia.
ResponderEliminarEs una mis obras favoritas, porque lo que buscaba Manet no solo era pintar una escena distinta, sino también sacudir al mundo artístico y social de su época, en ese tiempo el desnudo femenino había sido “aceptado” en la pintura, si se justificaba con temas mitológicos o religiosos, es ahí donde Manet rompe ese esquema social, mostrando una mujer real, desnuda, en un entorno cotidiano junto a hombres vestidos de la época, es una de las principales razones por la cual esta obra es una de mis favoritas, la pintura refleja una realidad, que las mujeres también podían ser pintadas desnudas sin necesidad de ser algo mitológico o religioso, Manet no buscaba imitar el pasado en su obra como usualmente lo hacían otros artistas, el buscaba mostrar una realidad moderna, aunque esa causara un gran escándalo al ser presentada en el salón de Paris.
La verdad es una obra tan maravillas que se considera como libertad artística, la cual marcó un antes y un después en el arte.
Le Déjeuner sur l’herbe es una obra escandalosa, que rompe con los patrones de su época, más cuando ella estuvo dirigida a una rígida sociedad parisina, donde la desnudez era mal vista, y producía un escándalo moral en la burguesía, viéndose en la desnudez publica un comportamiento inadmisible, del que ninguna mujer respetable llevaría a cabo en público, implicación que llevaba a pensar en que quizás se trataba de alguna prostituta.
ResponderEliminarLa pintura de Le Déjeuner sur l’herbe proyecta consigo la naturalidad de la desnudez, siendo un espejo de incomodidad hacia aquella sociedad, la mirada fija por parte de la mujer es provocador y permite mostrar consigo la sensación de habitualidad, algo para nada extraordinario o digno de asombro, en contravía de lo impuesto, dado que hasta ese momento los desnudos servían para referencias mitológicas o alegóricas, las cuales no se identificaban en aquella pintura, y se convirtieron en un completo desafío a las normas morales de la época.
Esta pintura en su época causó un gran escándalo porque mostraba a una mujer completamente desnuda sentada junto a dos hombres vestidos de forma elegante, lo que impactó no fue solo el desnudo, sino la naturalidad de la mujer, que nos mira directamente como si no hubiera nada de qué avergonzarse. La escena rompía con las normas de decoro del siglo XIX, pero también marcó un momento clave en la historia del arte, porque Manet desafió las tradiciones académicas y abrió el camino hacia nuevas cosas, dándole un nuevo sentido a la modernidad pictórica.
ResponderEliminarObscenidad: ¿qué era más obsceno, la pintura o el pensamiento de la sociedad francesa del siglo XIX? Le Déjeuner sur l'Herbe fue hecha con toda la intención de incomodar, una mujer desnuda que mira directamente al observador, sin expresión, pero con unos ojos socarrones que te dicen “mírame”. Esta obra no puede retratar mejor la posición de la mujer en la época, no es incluida en los escenarios principales –como la conversación que entablan los hombres de traje, en el caso de la pintura- y parece ser reducida a un objeto contemplativo, del cual todos pueden opinar libremente sobre su vida sexual, forma de actuar e incluso de vestir; la desnudez hasta este momento se relacionaba con lo mitológico o alegórico, pero ahora es una apología a la controversia del cuerpo femenino.
ResponderEliminarEn lo personal, disfruto las críticas a la sociedad, en especial cuando mi punto de vista encuentra afinidad con el del autor; criticó una concepción social dándole protagonismo al objeto más polemizado, secundario, deseable y oculto: la libertad sexual de las mujeres.
Respecto a la pregunta del inicio, considero que tanto la pintura como la sociedad de la época son obscenos: la pintura refleja sin filtros la incongruencia entre las costumbres ocultas de la época y el pensamiento que suponían denunciar; así como vemos los hombres enfrente de ella, conversando sin parecer prestarle atención, es cuestionar porqué directamente se encuentran en esa situación, porqué una mujer desnuda se encuentra entre hombres bien vestidos sin sentirse inhabitual.
esta obra generó un escándalo entre críticos y espectadores en su tiempo, pues cuestionaba abiertamente las convenciones estéticas y morales de la época. El motivo del escándalo no radicaba tanto en la representación del desnudo femenino, sino en el hecho de situar a una mujer desnuda en un contexto plenamente contemporáneo, rodeada de dos hombres vestidos con trajes modernos, lo que eliminaba cualquier justificación mitológica, alegórica o religiosa, ya que, el autor quería demostrar que no se estaba refiriendo a épocas pasadas o antiguas si no a la contemporaneidad, algo que rompió con el paradigma de ese entonces, debido a que el autor buscaba acabar con esa idealización a los cuerpos desnudos y a esa costumbre de que solo era validos dibujarlos si se trataba de mitos o alegóricas.
ResponderEliminarAl parecer cuando Manet pintó esta obra en 1863, causó un escándalo enorme. La desnudez de la mujer, mostrada de una manera tan cruda y sin idealización, desafió las normas de la época.
ResponderEliminarEs interesante si lo contrstamos con la sociedad actual, que puede ver en la desnudez una herramienta artística, de inspiración y no solo en las pinturas, en las redes sociales y marcas también se ve esto. La concepción denla desnudez ha evolucionado atrasves de los años, para bien.
Santiago D. Gaviria Angulo
La obra desafía las convenciones de su época al presentar figuras desnudas en un entorno natural y moderno, sin idealizaciones ni referencias mitológica, esto debió generar un gran impacto en su momento La escena transmite una sensación de cercanía y desconcierto, ya que la mirada directa de la mujer nos involucra y nos hace cuestionar nuestra propia forma de mirar
ResponderEliminarEl cuadro nos obliga a confrontar esa incomodidad, que es precisamente su intención. Rompe con la tradición de desnudos mitológicos y los trae a la cotidianidad, despojándolos de cualquier justificación "aceptable" para la época. No se trata solo de la desnudez, sino del contexto en el que se presenta: una mujer sin vergüenza, mirando fijamente al espectador, en una escena tan mundana y a la vez tan subversiva. Por eso, más que solo una pintura, se convierte en un desafío a lo que se consideraba arte, abriendo la puerta a nuevas formas de expresión y a un diálogo más honesto sobre la moralidad y la sociedad. Sin duda, un punto de quiebre.
ResponderEliminarEl "escándalo" que generó "Le Déjeuner sur l'Herbe" en su momento no fue solo por el desnudo, sino por la audacia de Manet al presentarlo sin ninguna justificación mitológica o histórica. Pone una mujer desnuda de la vida real, con una mirada directa y sin pudor, en un contexto contemporáneo junto a dos hombres vestidos.
ResponderEliminarEs un golpe directo a la hipocresía de la sociedad de la época, que aceptaba los desnudos en el arte siempre y cuando estuvieran envueltos en una fantasía o un relato clásico. Manet dice: "esto es lo que hay, no hay disfraces". Por eso, la pintura no solo es un hito estético, sino un desafío social, y es esa provocación la que la convierte en una pieza fundamental para entender el nacimiento del arte moderno. Es el momento en que la pintura deja de ser solo una ventana a un mundo idealizado para empezar a ser un espejo que nos confronta.
Esta obra me parece interesante por la forma como las figuras están constituidos y los colores usados en ella, sobre el hecho de que en la misma solo las mujeres son las que están desnudas, mientras que los hombres permanecen vestidos como protesta al tabú de la época
ResponderEliminarLa obra despertó gran controversia en su época, pues al al hacer algo diferente y controversial en su momento, desafió las normas y al el pensamiento de esa época, la representación de una mujer desnuda, acompañada por hombres vestidos, rompía con los valores de moralidad, las concepciones de género y la idea de decoro público que regían tanto en las costumbres sociales como en las disposiciones legales del momento. Desde un enfoque social y jurídico, se evidencia cómo el arte actúa como una forma de resistencia frente a la moral establecidos por el derecho, los cuales pretendían conservar un orden social tradicional.
ResponderEliminarAl observar Le Déjeuner sur l’Herbe me llama mucho la atención lo provocadora que fue esta pintura en su época. Me parece interesante cómo Manet rompe con la tradición académica, mostrando a una mujer completamente desnuda junto a dos hombres vestidos de manera elegante, en un entorno cotidiano como un picnic. Esa mezcla entre lo natural y lo desafiante genera un contraste que todavía hoy causa impacto.
ResponderEliminarLo que más me impresiona es cómo Manet no busca idealizar la figura femenina como lo hacían los pintores clásicos, sino que la muestra de frente, directa y casi incómoda, mirándonos sin pudor. Esa mirada crea un diálogo con el espectador y nos hace cuestionar los roles de la sociedad, el arte y la moral de ese momento. En lo personal, siento que esta obra no es solo una escena de picnic, sino una declaración de rebeldía frente a las normas artísticas y sociales. Para mí, representa el inicio de una nueva manera de entender el arte más libre, más realista y, sobre todo, más crítico.
Esta obra me parece denigrante para la mujer. Mientras dos hombres bien vestidos conversan, a su lado aparece una mujer desnuda y callada, representada casi como una dama de compañía, sin voz ni voto. No se le reconoce como persona, sino que se la coloca únicamente para exhibir su cuerpo, bajo una mirada cargada de morbo.
ResponderEliminarAdemás, en el fondo se observa a otra mujer limpiando el piso, lo que refuerza la idea de que, en aquella época, el papel de la mujer se limitaba a realizar labores domésticas o a complacer al hombre. Ni siquiera se le valoraba como ser humano, sino como un objeto.
Qué tristeza produce reconocer que gran parte de nuestra historia estuvo marcada por esta visión degradante de la mujer, y que todavía hoy persisten sus repercusiones en la sociedad
Esta obra me parece interesante porque combina lo cotidiano, como un almuerzo en el campo, con algo que rompe lo común, como la presencia de una mujer desnuda entre hombres vestidos. Eso hace que uno se pregunte por el contraste y por lo que el artista quería transmitir.
ResponderEliminarLe Déjeuner sur l'Herbe trasciende su época para consolidarse como un manifiesto visual. Más allá del escándalo inicial, la genialidad de Manet reside en haber utilizado el pincel como herramienta de cuestionamiento social. La obra no solo desnuda a una mujer, sino que desnuda las hipocresías de una sociedad anclada en convenciones rígidas sobre moralidad, género y poder.
ResponderEliminarSu legado perdura porque encapsula la esencia misma del arte revolucionario: desafiar, interpelar y obligarnos a reflexionar sobre las estructuras que damos por sentadas. La mirada frontal de esa mujer sigue desafiándonos hoy, recordándonos que el arte verdadero nunca debe ser cómodo, sino un espejo incómodo que refleja las contradicciones de su tiempo y, por extensión, del nuestro.
es una obra clave en la historia del arte occidental, pintada por Édouard Manet en 1863. En su momento, causó un gran escándalo por su audaz representación de una mujer completamente desnuda sentada junto a dos hombres vestidos con ropas contemporáneas, en un entorno campestre.
ResponderEliminarUna obra diferente fuera de esquemas de perfección solo la realidad marcando así un adelanto en el tiempo de parte del autor y eso hasta pudo haber sido inspiración hasta es la moda actual en donde se han usado conceptos en el marketing
ResponderEliminarComentario de arriba ⬆️ Andrés López
ResponderEliminarArianna Quijano
ResponderEliminarEl cuadro Le Déjeuner sur l'Herbe es una provocación visual, con detalles mucho más allá de la simple banalidad de dos mujeres desnudas, creo que el autor busco reflejar un sentimiento o pensamiento acerca de lo que eran las obras literarias para ese entonces rompiendo esquemas artísticos ya plasmados; los hombres están bien vestidos con un semblante despreocupado, mientras que una mujer se encuentra mirando fijamente hacia el espectador, esto rompe una barrera de sesgos sexuales y genera incomodidad, como si ella nos dijera algo sobre nuestra forma de mirar y juzgar, que puede ser nuestra primera impresión. Para mí esa combinación de todos estos elementos son los que le dan al cuadro esa esencia pura con matices de naturalidad y provocación.
No logre interiorizar esta obra
ResponderEliminarLe Déjeuner sur l'Herbe (1863) es una obra que revoluciono la historia del arte. Su significado radica en el desafío radical a las convenciones artísticas de la época.
ResponderEliminareso genero un escándalo no por el desnudo femenino en sí.
Presenta a una mujer desnuda, totalmente contemporánea y anónima, mirando directamente al espectador, sentada junto a dos hombres vestidos con ropa de la época. Esta combinación de una figura clásica (el desnudo) en una escena moderna y casual resultó chocante y artificial para el público.
el cuadro también nos muestra la ruptura con el arte tradicional y el nacimiento de la pintura moderna. Marcando un punto de inflexión al priorizar la visión libre del artista sobre las reglas establecidas, allanando el camino para movimientos como el Impresionismo.
Manuela Franco Naranjo
ResponderEliminarLo que me atrae de Le Déjeuner sur l’Herbe es cómo Manet hace de lo cotidiano algo revolucionario. La mujer desnuda no se esconde ni se avergüenza, y los hombres ni la miran, como si su presencia fuera tan natural como el paisaje. Manet no solo rompe con las reglas del arte académico, sino que también desafía nuestra percepción de lo "permitido", mostrando que la verdadera transgresión puede estar en lo ordinario.
Además, hay algo inquietante en la calma de la escena: esa mezcla de indiferencia y frontalidad descoloca. No hay historia, ni mito, ni excusa narrativa para la desnudez. Solo está ahí, como un gesto que interrumpe el cuadro sin pedir permiso. Y justo por eso, la obra no envejece: sigue preguntándonos qué vemos, cómo miramos y por qué ciertas cosas todavía nos incomodan.
Al ver esta obra, Le Déjeuner sur l’Herbe de Édouard Manet, lo primero que me llama la atención es el contraste entre lo cotidiano y lo provocador. Dos hombres vestidos de manera elegante conversando con naturalidad, mientras una mujer completamente desnuda se sienta junto a ellos, como si no hubiera nada extraño en esa escena. La mujer no parece incómoda ni avergonzada, más bien sostiene la mirada con una seguridad que rompe cualquier expectativa.
ResponderEliminarMe da la impresión de que Manet quiso desafiar las normas sociales y artísticas de su época, mostrando que lo natural y lo humano no deberían ocultarse detrás de convencionalismos. Al final, esta pintura me deja pensando en cómo seguimos juzgando lo que se sale de lo “aceptado”, cuando quizá lo más disruptivo es mirar sin prejuicios y aceptar la libertad con la que cada uno decide mostrarse en el mundo.
me gustó porque no se limita a describir el cuadro, sino que invita a reflexionar sobre cómo el arte puede desafiar la moral y las normas de su tiempo. Manet rompió con lo establecido y abrió la puerta a nuevas formas de ver el cuerpo y la libertad artística. La discusión generada en los comentarios demuestra que sigue siendo una obra provocadora y actual.
ResponderEliminarLa obra destaca por mostrar a la mujer desnuda con naturalidad, rompiendo con la visión sexualizada y prohibitiva que predominaba entonces y aún persiste. Marcó un hito en la historia del arte al cuestionar los límites entre lo aceptado y lo prohibido en distintas culturas, e invita a normalizar lo que ha sido tabú para evitar retrocesos sociales.
ResponderEliminarConsidero que la obra de arte Le Déjeuner sur l'Herbe (1863) de Édouard Manet es una de esas obras que rompe con todo lo que se esperaba de la pintura en su época. A primera vista, parece una escena campestre común, pero lo que realmente sacudió al público fue la naturalidad con la que Manet presenta a una mujer desnuda junto a dos hombres vestidos, sin recurrir a alegorías mitológicas o religiosas para justificarlo. Esa falta de “pretexto” moral fue un escándalo, porque la desnudez aparecía sin disfraz ni justificación académica.
ResponderEliminarMás allá del choque, la obra se siente moderna: la pincelada es más suelta, los contrastes de luz son fuertes y el espacio parece plano, como si Manet quisiera recordarnos que lo que vemos es pintura y no una ilusión perfecta de la realidad. Es una especie de declaración de independencia frente a la pintura académica, abriendo la puerta a nuevas formas de mirar y representar el mundo.
En últimas, Le Déjeuner sur l'Herbe no es solo un picnic en el bosque: es una provocación que marcó un antes y un después en la historia del arte, desafiando a su tiempo y anunciando la llegada de la modernidad pictórica.
Yo veo “Le Déjeuner sur l’Herbe” como una postura contestataria: al situar a una mujer desnuda junto a hombres vestidos en una escena cotidiana, Manet desafía los valores de la burguesía de su época y deja en evidencia la doble moral que definía lo permitido y lo indecente en la sociedad.
ResponderEliminarLe Déjeuner sur l'Herbe (1863) de Édouard Manet rompe con las normas de su época al mostrar una mujer desnuda junto a dos hombres vestidos sin justificación mitológica o religiosa, lo que escandalizó al público. Más allá de la controversia, su estilo suelto, los fuertes contrastes y la sensación de plano revelan una pintura consciente de sí misma. No es solo una escena campestre, sino una provocación que abrió el camino hacia el arte moderno.
ResponderEliminarNunca había visto “El almuerzo sobre la hierba” y, siendo honesto, mis conocimientos artísticos son limitados. Al verla por vez primera me desconcertó: una mujer sin ropa compartiendo comida campestre junto a dos caballeros completamente vestidos, actuando con total naturalidad. La escena carecía de lógica aparente para mí, aunque intuía que debía contener algún significado profundo. Esa curiosidad me llevó a indagar.
ResponderEliminarDescubrí que la obra provocó un verdadero revuelo cuando apareció, precisamente por desafiar las convenciones establecidas. Hasta entonces, la desnudez en pintura solo se toleraba si evocaba leyendas antiguas o episodios históricos, pero Manet la trasladó a un contexto cotidiano y mundano, afirmando implícitamente que esas situaciones también merecían legitimidad artística.
Esa información iluminó mi comprensión: la pieza funcionaba como cuestionamiento directo a las normas imperantes, demostrando que lo incómodo no equivale necesariamente a lo incorrecto. Me resulta fascinante cómo una reunión tan ordinaria puede cargar un planteamiento tan potente, y cómo sigue invitándonos a reflexionar sobre los límites de la expresión y la transformación constante de lo que cada época juzga apropiado.
Nunca había visto “El almuerzo sobre la hierba” y, siendo honesto, mis conocimientos artísticos son limitados. Al verla por vez primera me desconcertó: una mujer sin ropa compartiendo comida campestre junto a dos caballeros completamente vestidos, actuando con total naturalidad. La escena carecía de lógica aparente para mí, aunque intuía que debía contener algún significado profundo. Esa curiosidad me llevó a indagar.
ResponderEliminarDescubrí que la obra provocó un verdadero revuelo cuando apareció, precisamente por desafiar las convenciones establecidas. Hasta entonces, la desnudez en pintura solo se toleraba si evocaba leyendas antiguas o episodios históricos, pero Manet la trasladó a un contexto cotidiano y mundano, afirmando implícitamente que esas situaciones también merecían legitimidad artística.
Esa información iluminó mi comprensión: la pieza funcionaba como cuestionamiento directo a las normas imperantes, demostrando que lo incómodo no equivale necesariamente a lo incorrecto. Me resulta fascinante cómo una reunión tan ordinaria puede cargar un planteamiento tan potente, y cómo sigue invitándonos a reflexionar sobre los límites de la expresión y la transformación constante de lo que cada época juzga apropiado.