Usted martín santomé no sabe cómo querría tener yo ahora todo el tiempo del mundo para quererlo pero no voy a convocarlo junto a mí ya que aún en el caso de que no estuviera todavía muriéndome entonces moriría sólo de aproximarme a su tristeza. usted martín santomé no sabe cuánto he luchado por seguir viviendo cómo he querido vivir para vivirlo porque me estoy muriendo santomé usted claro no sabe ya que nunca lo he dicho ni siquiera en esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres usted no sabe cómo yo valoro su sencillo coraje de quererme usted martín santomé no sabe y sé que no lo sabe porque he visto sus ojos despejando la incógnita del miedo no sabe que no es viejo que no podría serlo en todo caso allá usted con sus años yo estoy segura de quererlo así. usted martín santomé no sabe qué bien, que lindo dice avellaneda de algún modo ha inventado mi nombre con su amor usted es la respuesta que yo esperaba a una pregunta que nunca he formulado usted es m...
A veces uno solo ve el brillo y la fama del K-Pop, pero detrás hay demasiada presión, contratos abusivos y cero vida personal para los idols. Ojalá más gente hablara de esto y no solo de los números y las coreografías perfectas.
ResponderEliminarEn realidad, el K-Pop no me resulta tan resplandeciente como lo presentan. Tras toda esa reputación y excelencia reside una gran presión sobre los artistas, quienes son considerados más como bienes que como individuos. Creo que es extremadamente inhumano que deban enfrentar entrenamientos intensivos, acuerdos desleales y un grado de exigencia que a menudo los lleva al límite físico y mental. En última instancia, lo que se percibe en el escenario es únicamente el aspecto atractivo, pero prácticamente nunca se menciona el costo personal que subyace. En mi opinión, ese sector acaba siendo más una fábrica que un verdadero escenario para el arte y la autenticidad.
ResponderEliminarComo humanos no alcanzamos a dimensionar el daño psicológico y emocional que tienen estas personas fuera del escenario se nos olvida que tienen una vida cada uno de ellos lo cual repercute transitoriamente. El esfuerzo para llegar a un escenario de Idols es muy inhumano.
EliminarEl K-pop se ha consolidado como un fenómeno cultural global que atrae a millones de seguidores por su estética llamativa, coreografías impecables y el talento de sus artistas. Sin embargo, detrás de ese brillo también se esconde un lado oscuro que revela las exigencias y presiones del sistema. Muchos ídolos se ven sometidos a jornadas agotadoras de entrenamiento, dietas extremas, control estricto de su vida personal y contratos laborales abusivos conocidos como “contratos esclavos”. Además, la industria suele priorizar la apariencia física sobre la salud mental, lo que genera altos niveles de ansiedad, depresión e incluso casos trágicos de suicidio. A esto se suma el fanatismo tóxico, que puede derivar en acoso y pérdida total de la privacidad de los artistas.
EliminarHace mucho vi este tipo de contenido, y sabía sobre todos estos temas delicados, y en realidad son varias problemáticas que atentan directamente con estas figuras, poniendo en tela de juicio su peso, su salud mental, física y emocional a raíz de todo lo que se les exige para poder ser idols
ResponderEliminarSiempre estamos acostumbrados a ver el lado por decirlo así bueno o positivo de las cosas como por ejemplo esto no vemos en realidad que sucede después de un concierto o como es la relación de manejador y artistas o peor aún algún grupo donde nosotros no sabemos cómo es su relación pero son tan profesionales que saben afrontar las situaciones de la mejor manera posible y transmitir otro tipo de energía con la gente
ResponderEliminarEl video sobre el lado oscuro del K-pop pone en evidencia cómo una industria que se presenta como un espectáculo de brillo, perfección y éxito internacional, realmente esconde prácticas que pueden llegar a ser deshumanizantes. Detrás de cada presentación impecable hay años de entrenamiento rígido, control absoluto por parte de las agencias y un modelo de negocio que convierte a los artistas en productos listos para el consumo global.
ResponderEliminarUno de los aspectos más preocupantes es la pérdida de autonomía de los idols: desde muy jóvenes deben someterse a estrictas rutinas, contratos abusivos e incluso cirugías o dietas que ponen en riesgo su salud. La presión por mantener una imagen impecable, junto con la constante exposición mediática, tiene un alto costo emocional. No es casualidad que muchos artistas enfrenten problemas de ansiedad, depresión y que incluso se registren casos de suicidios en la industria. Esto demuestra que el K-pop, más allá del entretenimiento, refleja un sistema que prioriza el beneficio económico por encima del bienestar humano.
Desde un punto de vista crítico, es necesario reconocer que el K-pop no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de cómo la cultura de consumo global presiona por la perfección y el espectáculo constante. Los fans disfrutan de la música y la estética, pero muchas veces sin cuestionar que, al mismo tiempo, están alimentando una maquinaria que oprime a los mismos artistas que admiran. Esto nos interpela como consumidores: ¿es justo seguir apoyando un modelo que prospera a costa de la salud y libertad de los artistas?
Mi postura es clara: el K-pop es un movimiento cultural poderoso y creativo, pero no debe romantizarse sin un análisis crítico. Admirar el arte no implica cerrar los ojos frente a la explotación. El reto está en valorar el talento sin dejar de exigir condiciones dignas, más humanas y justas para quienes lo hacen posible. Solo así la industria podrá evolucionar hacia un modelo que celebre el éxito sin destruir a sus protagonistas.
El K-pop ha conquistado el mundo con su mezcla de ritmos pegajosos, coreografías impecables y artistas que parecen inalcanzables. Sin embargo, detrás de ese brillo y perfección existe una realidad mucho menos glamorosa: un sistema que funciona como una fábrica de ídolos, donde la individualidad y el bienestar de los artistas suelen sacrificarse en nombre del éxito cosa que es demasiado triste porque se alejan de las cosas que preferiblemente desean para adaptarse a estas nuevas costumbres.
ResponderEliminarA esto se suman los contratos abusivos, conocidos como slave contracts, que obligan a los ídolos a permanecer por largos períodos bajo el control de las agencias. Muchos apenas reciben ganancias después de descontar los gastos de vestuario, entrenamiento y promoción, quedando endeudados en lugar de enriquecerse con su talento. En este sentido, los artistas no son vistos como personas, sino como productos de alto valor en una industria millonaria, es necesario cuestionar las estructuras que convierten a seres humanos en mercancías, y reflexionar sobre el costo real de un espectáculo que el mundo entero consume sin detenerse a mirar lo que hay detrás de este.
Si nos damos cuenta el K- pop es una industria y como en toda industria hay una historia oscura, pero, también veamos quienes apoyan a estos personajes, quienes los controlan? en corea se sabe que todo es exigente entonces, que podemos esperar de la industria musical, si hablamos de las industrias Tailandesas vemos algo parecido y no solo en la industria musical si no también en la industria televisiva donde los managers quieren mandar sobre la vida personal e industrial de sus actores y actrices.
ResponderEliminarpero, siguiendo con el tema de K- pop debemos darnos cuenta de que las personas que están en el escenario y quienes están detrás de ellos tienen un dominio absoluto sobre los cantantes y que su vida acaba apenas firman el contrato y a las estrictas reglas a las que se someten.
Este video me ha dejado muy impactada, es increíble cómo detrás de toda la perfección de la industria del K-pop se esconde una realidad tan oscura y cruel. Me ha sorprendido ver hasta qué punto controlan la vida de los artistas, desde su peso hasta cada uno de sus movimientos que buscan noldearlos y verse perfectos.
ResponderEliminarEl documental demuestra que el costo de la fama en esta industria es altísimo y que la presión es insostenible ya que son controlados. Es una pena que un sistema tan exitoso a nivel global esté construido sobre la explotación y el sufrimiento de las personas.
Es sabido por la mayoría de personas que los artistas muchas veces se someten a sacrificios inexplicables para mantenerse en el “negocio”, mas sin embargo todo el mundo que rodea a los cantantes de K- Pop ha revelado que han sido sometidos a prácticas, rutinas y ejercicios demasiado pesados; incluso llegando hacer una tortura muchas veces. Siendo tratados más como un robot o un objeto el cual se presenta como “perfecto”, olvidando que como todo ser humano, la sobre explotación trae sus consecuencias tarde o temprano
ResponderEliminarEs una realidad.
ResponderEliminarLa aparente vida perfecta de los artistas, que tratan de mostrar que existe una belleza y un estilo de vida lineal, sin los consumidores de su contenido y show, saber lo que hay detrás de todo.
Tratos inhumanos, obligaciones repugnantes, control, poca privacidad y vulnerabilidad, donde su salud mental y física también es atacada.
No me gusta este tipo de música, por ende no conozco mucho de ello, pero a simple vista se nota la realidad. Unos estándares de bellezas determinados, de vestimenta y de contextura.
Realmente, si tiene la visión de ser un negocio en donde la cosa son esos jóvenes, que viven en presión. Intentando robotizarlos y mostrarlos perfectos. Nada alejado de su modelo laboral de sometimiento y agonizante, intentando abusar con las capacidades e incluso el tiempo, sin descanso. E incluso idolatrarlos y colocándolos en situaciones indignas, solo por mantener una figura o modelo social, que al final, influye en otras tantas mentes, que deciden buscar un tipo de “perfección” que no existe.
el tema no es de mi agrado y mucho menos de mi interés, pero el video muestra una realidad fuerte sobre cómo esta industria puede llegar a ser muy inhumana con sus propios "idols"
ResponderEliminarLa verdad a mí no me gusta el K-Pop, pero este video me pareció muy llamativo porque muestra el lado oculto de esa industria que muchos desconocen. Más allá de los escenarios brillantes, es importante pensar en el impacto humano y en cómo estas prácticas afectan a los jóvenes que sueñan con ser ídolos
ResponderEliminarme dejó con sentimientos encontrados. Por un lado, admiro la disciplina y el talento que hay detrás del K-Pop, pero también me duele ver lo inhumano que puede ser el sistema: entrenamientos extremos, contratos injustos y jóvenes que cargan con demasiada presión. Detrás del brillo y la perfección hay sacrificios enormes y, a veces, mucho sufrimiento. Creo que como fans también deberíamos valorar más la salud y la libertad de los artistas que su éxito en el escenario.
ResponderEliminarNo escucho ese tipo de canciones o no tengo conocimiento sobre ello pero
ResponderEliminarme genera una mezcla de admiración y tristeza. Admiración por la disciplina y el esfuerzo que ponen en su trabajo, pero tristeza porque se ve cómo sacrifican su salud, su libertad y hasta parte de su vida personal para cumplir con estándares inhumanos. Al final, parece que los ven más como productos que como personas.
El K-Pop es increíble como fenómeno cultural, pero siento que debería evolucionar hacia un modelo donde el talento no se construya a costa del bienestar de los artistas.
A pesar de su enorme éxito global y su impacto cultural, tiene un lado oscuro que no se puede ignorar. Detrás del brillo, el talento y las coreografías impecables, muchos idols enfrentan condiciones de trabajo durísimas, contratos abusivos, presión estética extrema y problemas de salud mental que rara vez se visibilizan. Es preocupante cómo la industria, en busca de perfección y rentabilidad, termina sacrificando el bienestar de jóvenes artistas. Como público, deberíamos ir más allá del consumo superficial y cuestionar estas dinámicas, apoyando iniciativas que promuevan un K-pop más humano, justo y consciente. Solo así podremos disfrutar de este fenómeno sin cerrar los ojos ante sus sombras.
ResponderEliminaraunque el K-Pop se presenta al mundo como un espectáculo brillante y sofisticado, lo cierto es que tras esa imagen se oculta una realidad marcada por la presión y la deshumanización de los artistas. La industria prioriza la rentabilidad y la apariencia por encima del bienestar de quienes la sostienen, reduciendo su talento a un recurso explotable. Por ello, más que un espacio de expresión artística auténtica, termina pareciéndose a un sistema de producción en el que la creatividad y la individualidad quedan relegadas a un segundo plano.
ResponderEliminarEl K-Pop es un fenómeno que deslumbra con su brillo y perfección, pero detrás hay una realidad mucho más dura: contratos abusivos, exigencias físicas extremas y poca libertad personal. Ver este video sobre ese “lado oscuro” me hizo pensar en cómo, a veces, la industria convierte a los artistas en productos antes que en seres humanos.
ResponderEliminarPersonalmente no consumo ese tipo de contenido o música sin embargo me resulta interesante como idealizan el ser una persona famosa en el mundo de la música, todos quieren tener el éxito mundial he incluso niños quieren llegar hacer como sus ídolos pero lo cierto que la realidad de estas estrellas de la música es muy distinta a lo que se imagina la gente incluso muchos no aguantan tener tanta presión.
ResponderEliminarEn el caso de las bandas de K-pop Es increíble que se olviden que son seres humanos comunes que viven y sienten, con tal de quierer convertirlos en marionetas o robots para buscar ese estándar de “perfección” sin importar cuánto hay que sacrificar para lograr ese estándar.
El video me parece muy interesante porque gracias a el conozco una parte de ese género que no conocía, yo como consumidora de ese tipo de contenido romantizaba mucho este tema ya que las empresas de estos grupos solo muestran la parte buena de esto o más bien aparenta. Me parece muy cruel todo lo que ellos tienen que pasar para poder cumplir sus sueños o para poder llegar a la fama ya que Corea es un país donde esta muy estandarizado tanto con este tema de ser ya sea idol o actor y con el tema belleza. En mi opinión las presiones extremas, desde entrenamiento agotadores, expectativas de perfección física que pueden afectar su salud mental y emocional hasta explotación, contratos abusivos y control sobre su vidas personales, lo que limita su libertad y bienestar es muy inhumano y que ninguna persona debería vivir para cumplir sus sueños esto nos deja la pregunta ¿si vale la pena sufrir todo esto para poder ser un idol que aparentemente ante el público está físicamente y emocionalmente bien pero en realidad es una persona controlada, explotada y con problemas internos ?.
ResponderEliminarEsto me recordó a la época en donde escuchaba muy seguido comentarios ofensivos sobre el éxito de los “idols”, pues para quienes nos interesa este género, nunca ha sido un secreto el trato que reciben y el grado tan alto de crítica al que se exponen frente a un público extremadamente conservador como la sociedad surcoreana –algunos siendo menores de edad-, resulta tan inadecuado opinar de aquello que no sabemos, pero a muchos les resulta fácil decir que su éxito es regalado. Una cultura insana, de delgadez extrema donde dietas de “cubos de hielo”, la de Jimin o IU, son “normales”, lo triste es cómo esta imagen fue vendida a su vez en el mundo occidental y popularizó tener TCA, la mayor tristeza es saber que la presión es tan grave que muchos han llegado al punto de quitarse sus vidas. Algo más que quiero mencionar que no se evidencia en el video, es la exposición de los idols a las “sasaengs”, estas son fans obsesivas al punto de ser acosadoras, irrumpir en sus viviendas, envíar paquetes peligrosos o entregar bebidas alteradas, ect., motivadas principalmente cuando los idols revelan que tiene pareja -cosa altamente controversial-, muchas veces en contra de su voluntad, ya que incluso existe una “agencia” llamada DISPATCH encargada exclusivamente a revelar asuntos de sus vidas privadas, como relaciones sentimentales o malos hábitos.
ResponderEliminarMe encantaría seguir exponiendo a esta industria, pero con esto basta para dejar en evidencia que no es un trabajo fácil, y que cada logro que tienen estos grupos musicales es realmente resultado de un entrenamiento inhumano, en donde una persona es un producto que pueden vender y amoldar según el mercado. Que en paz descansen las vidas que se ha llevado y no dejemos que los perjuicios nublen el hecho de que existen personas reales detrás de una fría industria.
A decir verdad, el K-pop no es un género que despierte mi gusto personal, sin embargo, reconozco el enorme esfuerzo y sacrificio que realizan los cantantes y las bandas para alcanzar un nivel tan alto de perfección en cada presentación, teniendo en cuenta que detrás de ese brillo y de la imagen impecable que proyectan, hay un gran desgaste físico y emocional que muchas veces no se percibe a simple vista; por eso eso, aunque no disfruto de este estilo musical, me parece importante destacar el compromiso y la disciplina de quiénes forman parte de esta industria como tal.
ResponderEliminarEl video nos muestra una parte muy dura del K-pop que casi nunca se ve, porque detrás de toda la fama y la música bonita hay mucho sacrificio y sufrimiento de los idols. Muchas veces los hacen entrenar demasiado, les ponen reglas muy estrictas y hasta les controlan su vida personal.Me parece injusto que para que nosotros disfrutemos de sus canciones ellos tengan que pasar por cosas tan díficiles.
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ResponderEliminarEn primer a lugar y siendo sincera, el K-pop no es un género que disfrute, y parte de ello tiene que ver con la forma en que se presenta, ya que al observarlo, es evidente la construcción de una vida aparentemente perfecta donde se muestran escenarios impecables, coreografías coordinadas y artistas que deben mostrar siempre felicidad y energía, pero sin embargo, detrás de esa fachada hay un proceso mucho más complejo marcado por entrenamientos intensivos, presión constante y sacrificios fuertes que no siempre salen a la luz.
Es por eso que desde mi perspectiva, esa dualidad entre la perfección que se muestra y la realidad que se vive día a día hace un poco difícil conectar con este estilo musical, aunque al mismo tiempo reconozco la disciplina y el esfuerzo que lo sostienen, ya que no es trabajo fácil.
Este video me parece una invitación necesaria a mirar más allá del brillo y preguntarnos: ¿a qué costo se logra ese éxito tan pulcro? Es un llamado a considerar más la salud, el trato justo y los derechos de quienes están detrás de las coreografías y los hits. Creo que también puede servir para fomentar mayor empatía entre los fans y una conciencia crítica sobre las estructuras que sostienen esta industria.
ResponderEliminarDetrás del telón de la ilusión, donde la magia de los espectáculos y la armonía de los grupos parecen fluir sin esfuerzo, existe un entramado complejo de realidades menos visibles. Por ejemplo, tras el brillo de un concierto épico, quedan los ecos de la logística agotadora, los nervios previos y el desgaste físico y emocional de los artistas. La relación entre un manejador y los artistas suele ser un baile delicado de expectativas, presiones y sueños compartidos, donde la profesionalidad es clave para navegar por las aguas turbulentas de la industria.
ResponderEliminarEn grupos donde la química en el escenario es palpable, puede haber historias no contadas de desafíos superados, ajustes de egos y la búsqueda constante de equilibrio entre la creatividad individual y la unidad del colectivo. Sin embargo, estos equipos, forjados en la adversidad y la pasión, logran canalizar su energía hacia el público, creando momentos que trascienden la mera actuación y se convierten en experiencias compartidas.
Sinceramente este tipo de música no me interesa o me llama la atención, creo que precisamente porque siempre ha sido de conocimiento que detrás de todo el brillo y la fama hay condiciones bastante duras para los artistas con sus empresas. Este tipo de videos muestran tal cual la realidad de cómo son tratados casi como productos, además de tener entrenamientos agotadores y una gran presión constante por mantener una imagen perfecta.
ResponderEliminarAunque no me guste el género, creo que es importante visibilizar estas realidades, no normalizarlas y mucho menos romantizarlas, porque detrás de todo la perfección que aparentemente muestra esta industria hay personas que muchas veces terminan sacrificando su salud física y mental.
La verdad nunca me ha llamado la atención el K-pop, ni por la música ni por la estética que lo rodea. Sin embargo, este video me pareció interesante porque muestra una cara que pocas veces se ve detrás de todo ese espectáculo tan llamativo. No soy fan y no lo consumo, pero al escucharlo me di cuenta de lo fuerte y hasta inhumano que puede llegar a ser el proceso para convertir a alguien en ‘ídolo’. Todo ese entrenamiento exhaustivo, las presiones, las reglas absurdas y la falta de libertad me hacen pensar que, aunque por fuera se vea como algo brillante y exitoso, por dentro parece más una fábrica que un arte genuino. Creo que ahí está lo que menos me atrae del K-pop: esa sensación de producto armado, donde la autenticidad del artista se pierde entre contratos, exigencias y estándares irreales. Tal vez por eso nunca me enganché con este género; prefiero la música que nace de la espontaneidad, no de una maquinaria que controla hasta la vida personal de los cantantes. Así que, aunque sigo sin sentir gusto por el K-pop, este video me deja una reflexión importante sobre lo que hay detrás de las luces y el escenario.
ResponderEliminarNo escucho K-pop, pero reconozco su impacto global con ritmos pegajosos y coreografías impecables. Sin embargo, detrás de ese brillo hay una industria que a menudo explota a sus artistas con contratos abusivos, entrenamientos extremos y una presión desmedida por la perfección, afectando su salud mental y libertad. Como espectador, creo que debemos valorar el talento, pero exigir condiciones justas para que los idols no paguen el costo de un espectáculo que todos consumimos.
ResponderEliminarEl K-pop deslumbra con su estética y éxito internacional, pero detrás de ese brillo se esconde una industria que controla y explota a sus artistas. Los idols pierden autonomía desde muy jóvenes, enfrentan contratos abusivos, dietas extremas y una presión constante que afecta su salud física y emocional. Esta realidad, marcada incluso por casos de depresión y suicidios, muestra que el K-pop no solo entretiene, también refleja un sistema que prioriza el negocio sobre las personas. Admirar el talento no debe implicar ignorar la explotación: es necesario exigir condiciones más dignas y humanas para quienes hacen posible este fenómeno cultural.
ResponderEliminarAunque el K-Pop se muestra como un mundo lleno de brillo, disciplina y perfección, detrás de esa imagen existe una realidad mucho más compleja. Los artistas son sometidos a procesos que muchas veces priorizan la rentabilidad por encima de su bienestar, tratándolos más como productos que como seres humanos. La exigencia física y emocional a la que se enfrentan puede ser tan intensa que termina opacando la esencia del arte mismo. Por eso, más que un espacio libre de expresión, esta industria parece funcionar como un sistema rígido y fabricado, donde la autenticidad queda en un segundo plano frente a la presión del éxito y la fama.
ResponderEliminarQue triste, como mediante el trabajo se cosifica al ser humano, se le quita su valor de ser, y pasa a convertirse en símbolo de producción, esclavo del capital, aún en profesiones que aparentemente se vean divertidas, alegres, esto no ocurre y la exigencia que soportan es el doble de la normal, donde el perfeccionismo es elemental en cada acto, o presentación que se ejecute, dietas estrictas, cirugías faciales, todo ello, para llegar a ser reconocidos como grupo de renombre, y no caer en el olvido, lastimosamente muchos de estos artistas inician con un sueño que termina convirtiéndose en su propia cárcel, y su única salida, el suicidio, pues es tanta la exigencia y falta de empatía que las grandes empresas tienen sobre los integrantes de grupos musicales de K-Pop que no dan mayor remedio alguno o solución, que el de inducir implícitamente a su suicidio, ante las altas cargas que sostienen sus integrantes, vacíos emocionales, reflejando al ser (ego) como dependiente al otro (alter), pues la función y papel de estas bandas, no cumple sus fines en aspiraciones personales, sino en aspiraciones de sus empresas y sus fanáticos, de esta manera deja de verse al ser humano como un fin en sí mismo en términos kantianos para vérsele como medio, para alcanzar las riquezas corporativas de cada empresa, y satisfacción de sus fanáticos, por consiguiente los integrantes de estos grupos se vuelven alienados.
ResponderEliminarEl K-pop se muestra al planeta como un universo radiante lleno de juventud y encanto. Sus artistas, luciendo siempre perfectos, cumplen con criterios de belleza estrictos, tienen agendas super apretadas y llevan una vida que a primera vista parece maravillosa. No obstante, tras esa fachada meticulosamente construida, se esconde una verdad mucho más sombría. Con frecuencia, nuestros ídolos se ven enredados en acuerdos injustos que los obligan a ceder la mayor parte de su tiempo y su independencia a las empresas, bajo un control severo que reduce su intimidad y deteriora su salud tanto física como mental.
ResponderEliminarBastante alejado de ser considerados como individuos, muchos de estos artistas que terminan convertidos en mercancías, formados para complacer las exigencias del mercado y conservar una imagen de perfección imposible de lograr.
Se enfrentan a presiones incesantes, jornadas laborales extenuantes y demandas que los llevan al límite del agotamiento. Lo que más inquieta es que este esquema no solo afecta a los artistas, sino que también incide en sus fans, fomentando una visión retorcida de lo que implica ser triunfador o atractivo. En esencia, lo que aparenta ser un negocio repleto de aspiraciones y opciones se parece más a una maquinaria que produce ídolos sin pausa, poniendo en riesgo su bienestar con tal de mantener viva una apariencia. Esto nos anima a pensar en el precio humano de un espectáculo que muchísimos disfrutan sin pararse a observar lo que de verdad ocurre entre bastidores.
Att: Jorge Aristizabal
los artistas son tratados más como productos que como personas, lo cual deshumaniza su trabajo y convierte a la industria en una especie de fábrica de ídolos. La presión por mantener una imagen impecable y rendir en cada presentación deja poco espacio para la autenticidad y la libertad individual. si lo piensan es muy triste, pues personas que trabajan para ser felices a un publico son infelices justamente por este trabajo, incluso al punto de atentar contra sus propias vidas como se ejemplifica varias veces en le video, considero que este sacrificio no es necesario, los coreanos deberían verse al espejo y preguntarse si realmente vale la pena firmar un contrato con una de estas empresas. no creo que lo hagan solo por dinero, debe ser algo mas complejo, pero eso estará en la mentalidad de cada quien. solo espero que los fans tomen conciencia de esto y también protesten por los derechos de sus ídolos.
ResponderEliminarSantiago D. Gaviria Angulo
La verdad este video me dejó pensando mucho porque muestra lo que casi nunca se ve detrás del K-Pop. Yo siempre he admirado el talento y la disciplina de los idols, pero no sabía que desde tan jóvenes tienen que firmar contratos tan largos y estrictos que prácticamente los atan a las agencias. Me parece muy duro que los controlen en todo, desde lo que comen, cómo se visten, lo que publican en redes y hasta con quién pueden relacionarse, al punto de tratarlos más como productos que como personas. Entiendo que es una industria muy competitiva, pero creo que ninguna fama debería construirse a costa de la salud física y mental de alguien. Es triste saber que muchos terminan con depresión, trastornos alimenticios o incluso llegando a casos extremos como el suicidio. Aunque sé que en los últimos años han intentado regular un poco estos contratos, todavía falta mucho para que de verdad se proteja a los artistas. En definitiva, este video me hizo ver que detrás de todo el brillo del K-Pop hay un sistema bastante injusto que debería cambiar.
ResponderEliminarIsabella Estrada González
Yo siempre me he preguntado por qué siempre se le da prioridad a situaciones que les pasan a personas reconocidas o “importantes”. Yo creo que esos tratos inhumanos de los que hablan día a día los veo en los trabajadores de construcciones, fábricas, etc.
ResponderEliminarPero bueno, concentrémonos en estos artistas.
Cabe resaltar que la disciplina, para mí, es fundamental, puesto que practico un deporte y sé todo lo que conlleva: sacrificios, dejar tu vida personal a un lado... Y eso que yo no soy una deportista de alto rendimiento. ¡Imagínense cuánto se tienen que esforzar para ser un deportista de ese nivel! Es un esfuerzo descomunal.
Además, de forma muy general, el poder, la fama y el dinero llevan a eso. Si esos artistas se someten y aceptan esas condiciones, es responsabilidad de ellos. Al fin y al cabo, su propósito puede ser meramente económico. Cada quien es autónomo en sus decisiones, y esos artistas se adhieren a ese sistema voluntariamente.
Volviendo al tema de que a estos artistas los entrenadores eran duros, que les gritaban y todo eso... A mí, el entrenador que estuvo conmigo toda la vida, en la cancha nos decía de todo, ¡y yo no bajé mi autoestima ni mucho menos! Creo que me volví más fuerte y adoro a ese hombre, porque realmente hay que exigirse para ser mejor.
Si no aguantan ese trote, simplemente sálganse y ya. Por ejemplo, el Kun Agüero, jugador de fútbol argentino reconocido, tuvo que dejar de jugar. Se retiró porque los entrenamientos eran fuertes y lo estaban llevando a problemas de salud.
Así de fácil.
Por último, un país tan avanzado y próspero, no creo que saque esas dietas de los cabellos, debe haber un estudio o algo científico en que se basen para realizar esto, pero como en todo hay cuerpos que no aguantan y ocurren las tragedias.
Soy amante al k-pop desde ya hace un tiempo y amar esa música y saber que mientras nosotros disfrutamos ellos sufren es agobiante. Ojalá encontráramos un punto medio, el arte no debería ser un medio de tortura sino de desembolvimiento tanto para el artista como para el oyente.
ResponderEliminarHe visto hablar de este tema desde hace mucho tiempo, pero me llama la atención que ahora se le este dando mas importancia porque realmente es algo preocupante que ocurre desde años atrás. No me parece justo que una persona para cumplir sus sueños tenga que ser tratado de esa manera, imagina que estas en una empresa para luchar por ese sueño que siempre has tenido y al final terminas convirtiéndote en un "objeto de fabrica" por ese contrato de esclavitud que firmaste. Es increíble como los idols pueden hacer que el kpop se vea como un mundo de perfección y belleza en el exterior cuando esto nada mas es una fachada para el sacrificio y sufrimiento que les conlleva realizar este trabajo. Los malos tratos de sus empresas, el perfeccionismo que manejan tanto en las practicas como en los escenarios, las dietas estrictas que les ponen, todo esto con el fin de que destaquen entre los demás y no queden en el olvido.
ResponderEliminar¿Es realmente una ayuda estos tratos para los idols? La disciplina es fundamental para realizar algo, claro esta, pero si es algo que te va a llevar a poner en riesgo tanto tu salud física como mental, no creo que lo sea, porque incluso se han visto casos de suicidios por parte de idols debido a estos tratos, unos claros ejemplos podrían ser los casos de Sulli y Moonbin, que fueron casos que dieron mas reconocimiento a este tema por lo fuerte que fueron. En mi opinión las empresas deberían ser mas cuidadosos respecto a estos temas y prestarle mas atención a la salud de sus idols, porque estos ya tienen que luchar con las constantes criticas que les hacen las personas (que de por si ya es algo muy feo), y para luego encontrarse con mas malos tratos de la empresa con la que están trabajando y se supone que los deberían apoyar, no me parece muy correcto ni empático.
Nunca he incluido al kpop dentro de los géneros musicales que me gustan, pero eso no debería impedirme ver la realidad que padecen estos artistas, y quizás muchos otros. Esta industria ha tenido un gran éxito, cosa que es indiscutible, pero deberíamos cuestionarnos qué tanto hablamos de este problema, por lo menos yo no lo había escuchado antes a pesar de relacionarme con personas que consumen este tipo de contenido, y me cuestiono qué tanto vale la pena exponer solo el lado bueno de esta industria cuando oculta un gran iceberg debajo. De ninguna manera puede justificarse el trato tan cruel que reciben sus artistas, hasta el punto de afectar su salud física y destruir su salud mental, ellos siguen siendo humanos como todos nosotros.
ResponderEliminarEste video ofrece una mirada reflexiva y profundamente necesaria a una realidad poco vista tras el brillo del K-Pop. Bajo el glamour de coreografías impecables y producciones impresionantes, se esconde un sistema donde los idols —desde edades tempranas— enfrentan jornadas extenuantes, presión estética extrema y contratos con cláusulas deshumanizantes.
ResponderEliminarEl término “fábrica inhumana” no es una exageración: refleja cómo artistas jóvenes son moldeados al punto de perder autonomía, sometidos a rutinas rigurosas y expectativas casi imposibles. Esto pone en jaque su salud física y mental, mientras son tratados más como productos que como personas con sueños reales.
El video, aunque revelador, no es un ataque al arte ni a los fans. Más bien, invita a mirar con ojos críticos la industria: a disfrutar del talento sin ignorar el costo humano. Este tipo de contenido genera conciencia, visibiliza las sombras y conecta con quienes sienten admiración, pero también inquietud, por ese sistema.
ResponderEliminarEl video deja claro cómo en el K-Pop muchos idols son tratados más como productos que como personas. Las agencias controlan su vida con contratos súper estrictos: dieta, apariencia, relaciones y hasta su tiempo libre. Eso los convierte en objetos de consumo antes que en sujetos con derechos.
Desde la sociología jurídica, esto muestra cómo los contratos privados pueden funcionar como normas que moldean vidas enteras, pero a costa de la dignidad y la libertad. En el caso de las mujeres, además, se refuerza la idea de verlas como “muñecas perfectas”, lo que evidencia la cosificación y la desigualdad de género.
Al final, la pregunta es: ¿qué tan justo es un sistema que normaliza convertir a las personas en mercancía?
Este video revela una verdad que pocas veces se menciona: el K-Pop, detrás del brillo y la perfección que vemos en los escenarios, oculta un sistema que exige sacrificios inhumanos. Dietas extremas, contratos abusivos, presión psicológica y pérdida total de libertad personal son la realidad de muchos idols que admiramos. Es impactante pensar que, mientras el público ve sonrisas y coreografías impecables, detrás hay jóvenes agotados, controlados y, en muchos casos, destruidos emocionalmente. Aplaudo que se hable de esto, porque necesitamos reflexionar sobre la industria del entretenimiento y cómo nuestro consumo puede perpetuar estas prácticas. No es solo música: son vidas. Gracias por crear contenido que invita a abrir los ojos y empatizar con quienes están detrás del espectáculo.
ResponderEliminarLuis Lobo: lastimosamente la fama lleva a los artistas a situaciones súper complejas, contratos, viajes, giras, el ser humano solo se entonces en la imagen que ellos presentan, dinero, fama, lujos, excentricidades, lugares costosos,etc, pero aunque también haga parte su estilo de vida todos estos factores ya mencionados, la dura realidad es que aveces no puede llenar los vacíos que genera la fama, si los mencionara no terminaría, dura realidad de la fama.
EliminarLa verdad desconocía totalmente sobre la situación por la que estaban pasando estos jóvenes, y en serio me parece muy degradante y repugnante lo que hacen con ellos y es trato inhumano, ya que al fin y al cabo ellos no son unas maquinas, ellos son unos seres humanos que tienen sentimientos. De igual forma también me permito decir que los jóvenes que han conseguido aguantar todo eso y seguir hacia adelante a pesar de todo, son unos guerreros y unos luchadores que harían lo imposible para conseguir sus sueños, incluso ser tratado y humillado de esta forma por estos monstruos.
ResponderEliminarNo soy fanática de la industria del K-Pop, aunque sí reconozco que en la última década ha tomado un gran auge y se ha globalizado. Para nadie es un secreto su alcance, pero al no tener ningún tipo de interés, nunca había investigado a fondo y desconocía hasta qué punto los jóvenes idols están expuestos a un sistema tan controlador. Algo había escuchado de su lado oscuro, pero no me imaginaba la magnitud de las presiones que enfrentan.
ResponderEliminarCreo que esto tiene mucho que ver con la cultura estricta y competitiva de Corea del Sur. No es un tema limitado a la música, también en la educación y en la vida social se exige disciplina, perfección y un alto rendimiento. Al ver cómo funciona este entorno, es más fácil entender por qué la industria del K-pop se sostiene sobre reglas tan duras, donde la imagen, el comportamiento y hasta la vida personal de los idols son controlados casi por completo.
Sinceramente pienso que es difícil cambiar esa presión tan marcada sobre los artistas, porque está muy enraizada en la forma en que la sociedad concibe el éxito y la perfección. Sin embargo, considero importante hablar de esto, porque visibilizar el lado oculto de la industria puede abrir espacios de reflexión sobre la salud mental, el bienestar y la libertad de quienes, más allá de ser “estrellas”, siguen siendo seres humanos.
Tantas vidas perdidas debería ser la alarma para que los líderes sociales, no sólo del país, sino del mundo, encaminen políticas de protección masiva hacia estos seres que prácticamente han sido deshumanizados. Porque más allá de lo personal, se olvida el impacto global que pueden tener en la vida de los jóvenes que disfrutan y se apasionan por esta cultura. Estos estándares tan rígidos pueden ser desastrosos para niños, niñas y adolescentes que, en su nivel de inmadurez, intenten alcanzarlos, atentando así contra su propia salud mental y física.
Personalmente, el K-Pop no me gusta. Detrás de la perfección y el brillo hay una industria que impone contratos abusivos, presión extrema y un enorme costo emocional. No es fácil disfrutar algo cuando sabes que, tras cada escenario, hay sacrificios desmedidos y una explotación que prioriza la rentabilidad sobre la dignidad humana.
ResponderEliminarAunque apoyo y valoro la diversidad cultural, personalmente el K-Pop no me gusta. Entiendo que forma parte de una expresión artística importante para muchas personas, pero detrás de sus luces y coreografías existe una industria que impone contratos abusivos, presión desmedida y un enorme desgaste emocional. No puedo ignorar que, en nombre de la fama, se termina sacrificando la salud y la dignidad de quienes participan en ella.
ResponderEliminarEl K-Pop es un mundo lleno de brillo, talento y energía que atrae a millones de personas en todo el planeta. Pero detrás de esos escenarios deslumbrantes, muchos artistas viven una realidad muy dura.entrenamientos extenuantes, dietas estrictas, falta de descanso y una presión constante por mantener una imagen perfecta.
ResponderEliminarMás que juzgar o criticar el género, lo importante es reconocer que, para lograr ese espectáculo impecable, los ídolos suelen sacrificar su bienestar físico y emocional. Ellos también son personas, con sueños, miedos y fragilidades, que merecen ser tratados con dignidad y respeto, no como simples productos de una industria.
El K-pop, detrás de su fachada de brillo y perfección, esconde una industria deshumanizante que convierte a los artistas en productos. Los idols pierden su autonomía debido a contratos abusivos, rutinas estrictas y presión por mantener una imagen impecable, lo que afecta su salud mental y física. La industria prioriza el beneficio económico sobre el bienestar humano, reflejando la cultura de consumo global que exige perfección y espectáculo. Como consumidores, debemos cuestionar si es justo apoyar un modelo que explota a los artistas. El K-pop es un movimiento cultural poderoso, pero debemos admirarlo con un análisis crítico, valorando el talento y exigiendo condiciones dignas para los artistas. Solo así la industria puede evolucionar hacia un modelo más justo y humano
ResponderEliminarEl video sobre el lado oscuro del K-Pop definitivamente te deja con sentimientos encontrados, por un lado, no se puede negar la admiración que despiertan los idols con su talento, la disciplina casi perfecta y la energía que transmiten en el escenario, pero por el otro, es inevitable sentir tristeza y hasta rabia al descubrir lo q hay detrás de ese brillo, esos contratos esclavistas, las dietas extremas, y jornadas agotadoras y una presión constante que los trata más como mercancía que como seres humanos, incluso el hecho de que su vida privada debe estar de acuerdo con la empresa en la que se encuentran. Esa contradicción nos pone frente a un dilema como espectadores, porque disfrutamos del espectáculo pero, en el fondo, sabemos que tiene un costo humano demasiado alto.
ResponderEliminarEl K-Pop no me parece tan brillante como lo muestran. Detrás de la fama hay presión, contratos injustos y un costo personal enorme. Más que arte, parece una fábrica.
ResponderEliminarDe por sí nunca escuché este género musical o seguí este tipo de tendencia principalmente porque no es de mi agrado ni mi gusto y siempre lo vi como algo distinto que es a cierta gente con cierto gusto un poco distinto al que le agrada esto del K-Pop
Los cantantes o participantes del k-pop son los que más viven problemas emocionales porque realmente muchos nosotros como seres humanos los señalamos y si nos damos cuenta son unas personas común y corriente igual que todos. Simplemente aquí la diferencia es que son únicos tanto en su forma de vestir hasta de cómo actuar. El porque los artistas pasa esos problemas emocionales que les dificultan mucho sus carrera, porque está no les ayuda. Peor del resto mi punto de vota no los juzgo al contrario hay muchísimos bandas de pop muy reconocidas.
ResponderEliminarEl K-Pop ha ganado fama mundial por sus espectáculos perfectos y artistas talentosos, pero detrás de esa imagen brillante hay una realidad preocupante. Muchos de estos ídolos son jóvenes que pasan años entrenando bajo presión extrema, con dietas estrictas, poca libertad personal y contratos muy injustos.
ResponderEliminarEl problema no es que se les exija dar lo mejor de sí, sino que muchas veces se los trata más como productos que como personas. Esto ha llevado a varios casos de problemas de salud mental e incluso suicidios, lo que muestra lo dañino que puede ser este sistema.
No se trata de criticar el K-Pop como música, sino de pensar en cómo se trata a los artistas. Si esta industria quiere seguir creciendo, también debería cuidar mejor a quienes la hacen posible.
Este video abre una ventana sobre el otro lado del K-Pop, una industria que brilla con colores, ritmo y perfección —pero que puede verse oscurecida por exigencias extremas y presión emocional. Detrás del glamour, muchos jóvenes enfrentan entrenamientos agotadores, contratos rígidos y una competencia despiadada por destacar. Nos recuerda que detrás de cada estrella hay un ser humano que a menudo sacrifica bienestar y libertad.
ResponderEliminarMás que criticarlos, este video nos invita a reflexionar sobre cómo consumimos entretenimiento y hasta dónde valoramos lo artístico por encima del cuidado humano. ¿No crees que deberíamos exigir tanto talento como humanidad en esos escenarios?
TALIANA MARÍA LÓPEZ
ResponderEliminarSiempre solemos fijarnos en lo que brilla a primera vista, en lo que parece perfecto o ideal. Pero pocas veces pensamos en lo que ocurre detrás de todo eso: los sacrificios, los conflictos internos o la manera en que las personas deben organizarse para que todo funcione. Por ejemplo, vemos a un equipo deportivo celebrar un triunfo, pero no imaginamos las tensiones, discusiones o diferencias que pudieron tener en los entrenamientos. Lo sorprendente es cómo, a pesar de esas dificultades, logran mostrarse unidos frente al público y transmitir una imagen de fuerza y confianza.
La verdad me pareció un video muy interesante porque muestra una cara del K-Pop que normalmente no se ve. Siempre se habla del éxito y la fama de los ídolos, pero pocas veces se muestra lo duro y hasta inhumano que puede ser el sistema que los forma. Me hizo pensar en cómo a veces el entretenimiento y la industria sacrifican la salud física y mental de las personas por mantener una imagen perfecta. Siento que es un tema que invita a reflexionar sobre el costo real de la fama y lo poco que se suele hablar de lo que hay detrás del escenario.
ResponderEliminarArianna Quijano
ResponderEliminarNo me gusta este tipo de música, pero eso no significa que cierre los ojos frente a lo que pasa. El K-pop parece brillar con perfección, pero detrás de todo ese espectáculo hay una realidad que duele: artistas controlados hasta en lo que comen, contratos que los atan y una presión que no cualquiera podría soportar. Lo más duro es pensar que, aunque millones los admiran, muchos de ellos están sufriendo en silencio. Al final del día no son máquinas ni íconos intocables, son personas como nosotros, y es injusto que para perseguir un sueño tengan que perder su paz y su salud.
El k-pop es altamente reconocido por sus altos estandares en shows, bailes, canto, e incluso la perfeccion estetica de los artistas dedicados a esto y todo esto termina opcando todo lo que pasa tras bambilas, como por ejemplo la exigente disciplina a la que se someten los ídols desde muy jóvenes: entrenamientos intensivos, dietas extremas, rutinas de baile y canto que pueden rozar la explotación laboral. A esto se suma la presión estética, ya que la industria impone estándares de belleza muy rígidos que llevan a muchos artistas a cirugías plásticas o a trastornos alimenticios.
ResponderEliminarEl K-pop no me gusta, pero se un poco de la música por algunas compañeras.. La realidad de estos grupos es muy triste, contratos abusivos, con estricto cumplimiento de horarios de trabajos, concierto tras concierto, me deja pensando que no siempre todo es perfecto en el mundo artístico, detrás de cada concierto existe un agotamiento, detrás de un artista esta el peso de las críticas.. Me gusto mucho el documental porque muestra una realidad que muchas veces es desconocida por muchos.
ResponderEliminarmuchas veces solo se muestra la “cara bonita” del K-Pop, dejando de lado el sacrificio que implica para los artistas. La industria parece enfocarse más en generar ídolos perfectos que en valorar a las personas detrás de ellos, lo que provoca que el arte pierda naturalidad y autenticidad. Esto debería invitarnos a reflexionar sobre hasta qué punto estamos consumiendo entretenimiento sin pensar en el costo humano que hay detrás.
ResponderEliminarEl video “El lado oscuro del K-Pop” muestra cómo esta industria, aunque brillante y exitosa, suele tratar a los artistas como productos, sometiéndolos a presiones extremas que afectan su salud mental y su dignidad. Desde un punto de vista educativo, la crítica radica en evidenciar la falta de derechos laborales y el impacto psicológico que implica este modelo.
ResponderEliminarAl mismo tiempo, invita a reflexionar sobre el papel de los consumidores y fans en sostener estas dinámicas y la necesidad de un cambio hacia prácticas más humanas y responsables. En conclusión, el video enseña que el éxito artístico no debe lograrse a costa del bienestar personal y que el entretenimiento debe analizarse también desde una mirada ética y social.
Manuela Franco Naranjo
Natalia Ramos Cabrales
ResponderEliminarEl K-pop me parece impresionante por el talento y la dedicación, pero su lado oscuro me choca. Saber que muchos idols viven con tanta presión, críticas constantes y poca libertad personal hace que a veces se me haga difícil disfrutarlo sin pensar en todo lo que hay detrás.
tenemos que mirar que el El K-Pop es un producto de éxito global, destacado por su poder económico, estético y cultural. Se enfatiza su naturaleza como un "negocio redondo" y una "mega fábrica de ídolos", Se subraya su papel como herramienta económica para Corea del Sur, generando ingresos billonarios y atrayendo turismo, lo que lo sitúa como un pilar fundamental de la economía y la proyección internacional del país.
ResponderEliminarpor ende al gobierno y a las grandes empresas solo ven al hombre como una maquina que es fácil de reemplazar y que puede ser destruida. mientras tengan para crear en masa no les importa la integridad de las estrellas.