Aquí todo va de mal en peor. La semana pasada se murió mi tía Jacinta, y el sábado, cuando ya la habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada estaba asoleándose en el solar. Y el aguacero llegó de repente, en grandes olas de agua, sin darnos tiempo ni siquiera a esconder aunque fuera un manojo; lo único que pudimos hacer, todos los de mi casa, fue estarnos arrimados debajo del tejaban, viendo cómo el agua fría que caía del cielo quemaba aquella cebada amarilla tan recién cortada.
Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río.
El río comenzó a crecer hace tres noches, a eso de la madrugada. Yo estaba muy dormido y, sin embargo, el estruendo que traía el río al arrastrarse me hizo despertar en seguida y pegar el brinco de la cama con mi cobija en la mano, como si hubiera creído que se estaba derrumbando el techo de mi casa. Pero después me volví a dormir, porque reconocí el sonido del río y porque ese sonido se fue haciendo igual hasta traerme otra vez el sueño.
Cuando me levanté, la mañana estaba llena de nublazones y parecía que había seguido lloviendo sin parar. Se notaba en que el ruido del río era más fuerte y se oía más cerca. Se olía, como se huele una quemazón, el olor a podrido del agua revuelta.
A la hora en que me fui a asomar, el río ya había perdido sus orillas. Iba subiendo poco a poco por la calle real, y estaba metiéndose a toda prisa en la casa de esa mujer que le dicen la Tambora. El chapaleo del agua se oía al entrar por el corral y al salir en grandes chorros por la puerta. La Tambora iba y venía caminando por lo que era ya un pedazo de río, echando a la calle sus gallinas para que se fueran a esconder a algún lugar donde no les llegara la corriente.
Y por el otro lado, por donde está el recodo, el río se debía de haber llevado, quién sabe desde cuándo, el tamarindo que estaba en el solar de mi tía Jacinta, porque ahora ya no se ve ningún tamarindo. Era el único que había en el pueblo, y por eso nomás la gente se da cuenta de que la creciente esta que vemos es la más grande de todas las que ha bajado el río en muchos años.
Mi hermana y yo volvimos a ir por la tarde a mirar aquel amontonadero de agua que cada vez se hace más espesa y oscura y que pasa ya muy por encima de donde debe estar el puente. Allí nos estuvimos horas y horas sin cansarnos viendo la cosa aquella. Después nos subimos por la barranca, porque queríamos oír bien lo que decía la gente, pues abajo, junto al río, hay un gran ruidazal y sólo se ven las bocas de muchos que se abren y se cierran y como que quieren decir algo; pero no se oye nada. Por eso nos subimos por la barranca, donde también hay gente mirando el río y contando los perjuicios que ha hecho. Allí fue donde supimos que el río se había llevado a la Serpentina, la vaca esa que era de mi hermana Tacha porque mi papá se la regaló para el día de su cumpleaños y que tenía una oreja blanca y otra colorada y muy bonitos ojos.
No acabo de saber por qué se le ocurriría a la Serpentina pasar el río este, cuando sabía que no era el mismo río que ella conocía de a diario. La Serpentina nunca fue tan atarantada. Lo más seguro es que ha de haber venido dormida para dejarse matar así nomás por nomás. A mí muchas veces me tocó despertarla cuando le abría la puerta del corral, porque si no, de su cuenta, allí se hubiera estado el día entero con los ojos cerrados, bien quieta y suspirando, como se oye suspirar a las vacas cuando duermen.
Y aquí ha de haber sucedido eso de que se durmió. Tal vez se le ocurrió despertar al sentir que el agua pesada le golpeaba las costillas. Tal vez entonces se asustó y trató de regresar; pero al volverse se encontró entreverada y acalambrada entre aquella agua negra y dura como tierra corrediza. Tal vez bramó pidiendo que le ayudaran. Bramó como sólo Dios sabe cómo.
Yo le pregunté a un señor que vio cuando la arrastraba el río si no había visto también al becerrito que andaba con ella. Pero el hombre dijo que no sabía si lo había visto. Sólo dijo que la vaca manchada pasó patas arriba muy cerquita de donde él estaba y que allí dio una voltereta y luego no volvió a ver ni los cuernos ni las patas ni ninguna señal de vaca. Por el río rodaban muchos troncos de árboles con todo y raíces y él estaba muy ocupado en sacar leña, de modo que no podía fijarse si eran animales o troncos los que arrastraba.
Nomás por eso, no sabemos si el becerro está vivo, o si se fue detrás de su madre río abajo. Si así fue, que Dios los ampare a los dos.
La apuración que tienen en mi casa es lo que pueda suceder el día de mañana, ahora que mi hermana Tacha se quedó sin nada. Porque mi papá con muchos trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una vaquilla, para dársela a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos hermanas las más grandes.
Según mi papá, ellas se habían echado a perder porque éramos muy pobres en mi casa y ellas eran muy retobadas. Desde chiquillas ya eran rezongonas. Y tan luego que crecieron les dio por andar con hombres de lo peor, que les enseñaron cosas malas. Ellas aprendieron pronto y entendían muy bien los chiflidos, cuando las llamaban a altas horas de la noche. Después salían hasta de día. Iban cada rato por agua al río y a veces, cuando uno menos se lo esperaba, allí estaban en el corral, revolcándose en el suelo, todas encueradas y cada una con un hombre trepado encima.
Entonces mi papá las corrió a las dos. Primero les aguantó todo lo que pudo; pero más tarde ya no pudo aguantarlas más y les dio carrera para la calle. Ellas se fueron para Ayutla o no sé para donde; pero andan de pirujas.
Por eso le entra la mortificación a mi papá, ahora por la Tacha, que no quiere vaya a resultar como sus otras dos hermanas, al sentir que se quedó muy pobre viendo la falta de su vaca, viendo que ya no va a tener con qué entretenerse mientras le da por crecer y pueda casarse con un hombre bueno, que la pueda querer para siempre. Y eso ahora va a estar difícil. Con la vaca era distinto, pues no hubiera faltado quien se hiciera el ánimo de casarse con ella, sólo por llevarse también aquella vaca tan bonita.
La única esperanza que nos queda es que el becerro esté todavía vivo. Ojalá no se le haya ocurrido pasar el río detrás de su madre. Porque si así fue, mi hermana Tacha está tantito así de retirado de hacerse piruja. Y mamá no quiere.
Mi mamá no sabe por qué Dios la ha castigado tanto al darle unas hijas de ese modo, cuando en su familia, desde su abuela para acá, nunca ha habido gente mala. Todos fueron criados en el temor de Dios y eran muy obedientes y no le cometían irreverencias a nadie. Todos fueron por el estilo. Quién sabe de dónde les vendría a ese par de hijas suyas aquel mal ejemplo. Ella no se acuerda. Le da vuelta a todos sus recuerdos y no ve claro dónde estuvo su mal o el pecado de nacerle una hija tras otra con la misma mala costumbre. No se acuerda. Y cada vez que piensa en ellas, llora y dice: «Que Dios las ampare a las dos.»
Pero mi papá alega que aquello ya no tiene remedio. La peligrosa es la que queda aquí, la Tacha, que va como palo de ocote crece y crece y que ya tiene unos comienzos de senos que prometen ser como los de sus hermanas: puntiagudos y altos y medio alborotados para llamar la atención.
—Sí —dice—, le llenará los ojos a cualquiera donde quiera que la vean. Y acabará mal; como que estoy viendo que acabará mal.
Ésa era la mortificación de mi papá.
Y Tacha llora al sentir que su vaca no volverá porque se la ha matado el río. Está aquí, a mi lado, con su vestido color de rosa, mirando el río desde la barranca y sin dejar de llorar. Por su cara corren chorretes de agua sucia como si el río se hubiera metido dentro de ella.
Yo la abrazo tratando de consolarla, pero ella no entiende. Llora con más ganas. De su boca sale un ruido semejante al que se arrastra por las orillas del río, que la hace temblar y sacudirse todita, y, mientras, la creciente sigue subiendo. El sabor a podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición.
Acerca del autor
Juan Rulfo (San Gabriel, Jalisco, 16 de mayo de 1917 – México, D. F., 7 de enero de 1986) fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano
El cuento también puede leerse como una crítica a las estructuras sociales que perpetúan la pobreza y limitan el futuro de las mujeres en las comunidades rurales. La preocupación de la madre por el futuro de Tacha refleja cómo las expectativas sociales y económicas determinan el destino de las mujeres, que dependen de los bienes materiales (como la vaca) para asegurar un matrimonio adecuado y evitar la marginación. El destino de Tacha parece sellado desde el principio, lo que subraya la imposibilidad de escapar del ciclo de pobreza y degradación
ResponderEliminarEs un relato breve pero denso, que encapsula la desesperanza y el fatalismo presentes en gran parte de la obra de Rulfo. A través de una historia de aparente sencillez, el autor nos enfrenta a las duras realidades de la vida rural mexicana, donde la pobreza, la naturaleza y las expectativas sociales conspiran para aplastar cualquier esperanza de progreso o redención
att: JHAN LUCAS GUZMAN GAVIRIA
"La vida es como el río, impredecible y en constante cambio. Un día puede estar tranquilo y sereno, y al siguiente, puede crecer y arrasar todo a su paso. Así como la familia en la historia, nosotros también enfrentamos momentos de calma y momentos de tormenta.
ResponderEliminarLa pérdida de la vaca "Serpentina" simboliza la fragilidad de nuestras esperanzas y sueños. La vida nos puede arrebatar lo que más valoramos en cualquier momento, dejándonos con la sensación de vacío y desesperanza.
Pero también hay una lección en la resiliencia de la familia. A pesar de la tragedia, siguen adelante, buscando una manera de superar la adversidad. La abrazo de consuelo del hermano a Tacha es un gesto de amor y apoyo que nos recuerda la importancia de la familia y la comunidad en momentos de dolor.
La historia también nos habla de la relación entre la naturaleza y la vida humana. El río, que puede ser un símbolo de vida y sustento, también puede ser un destructor. Esto nos recuerda que somos parte de un mundo más grande que nosotros mismos y que debemos respetar y cuidar la naturaleza.
Finalmente, la historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de la esperanza y la perseverancia. Aunque la vida puede ser dura y impredecible, siempre hay una posibilidad de renovación y crecimiento. La pregunta es: ¿cómo enfrentamos las tormentas de la vida y cómo encontramos la fuerza para seguir adelante?".
la historia refleja una crítica a la desigualdad social y la fatalidad que caracteriza la vida de los personajes rurales mexicanos. Como estudiante de derecho, mi análisis se enfoca en la injusticia estructural que subyace en la narrativa y cómo los personajes están atrapados en un ciclo de pobreza y desamparo legal y social.
ResponderEliminarDesde una perspectiva jurídica, lo que destaca es la ausencia del Estado como garante de derechos fundamentales, como el acceso a la justicia, la propiedad y el bienestar. Los personajes carecen de oportunidades para mejorar su situación y están sujetos a las inclemencias del destino, como las catástrofes naturales, sin una red de protección legal o económica. El agua que arrastra la vaca, la pérdida de la dote de Tacha y el estigma social que cae sobre ella, refuerzan una crítica profunda a un sistema que falla en proteger a los más vulnerables.
Este cuento plantea, desde un enfoque legal, el problema de la marginalización de ciertos sectores sociales que, sin acceso a educación o recursos económicos, quedan desprotegidos ante cualquier eventualidad. Como estudiante de derecho, la historia invita a reflexionar sobre la necesidad de reformas profundas que protejan y empoderen a estas comunidades, brindándoles acceso a derechos básicos y justicia social.
El cuento también es una reflexión sobre los roles de género y las expectativas sociales en las comunidades rurales. La figura del padre está obsesionada con el destino de su hija Tacha, preocupado de que, al perder la vaca, pierda también la posibilidad de mantenerse “decente”. La forma en que las hermanas mayores fueron expulsadas de la casa al ser consideradas inmorales contrasta con la vulnerabilidad de Tacha, cuyo futuro parece depender de fuerzas externas como el río y las oportunidades económicas que se le niegan. Rulfo, de manera sutil, muestra cómo el destino de las mujeres en estos entornos está muchas veces fuera de su control, decidido por las decisiones de los hombres y la severidad de la vida rural.
ResponderEliminarArt: Salomon Salgado
En “Es que somos muy pobres”, Juan Rulfo utiliza la naturaleza no solo como un telón de fondo, sino como un personaje activo que determina el destino de los seres humanos. El río que crece y arrastra la vaca Serpentina simboliza una fuerza incontrolable que refleja la fragilidad de la vida en las zonas rurales. Los elementos naturales, como la tormenta repentina y la corriente destructiva, se presentan como adversarios implacables, sin posibilidad de negociación o resistencia. La narración capta la impotencia de los personajes, que solo pueden observar cómo sus medios de subsistencia son destruidos sin que puedan intervenir.
ResponderEliminarLa vaca Serpentina no es simplemente un animal; es la promesa de un futuro, un “capitalito” que, según el padre, podría garantizarle a Tacha un mejor destino, tal vez el matrimonio con un buen hombre y una vida diferente a la de sus hermanas mayores, quienes, en su pobreza, cayeron en lo que el padre considera una vida deshonrosa. La pérdida de la vaca simboliza la destrucción de esta esperanza, lo que acentúa el tono trágico del cuento. El destino de los personajes parece estar marcado por la inevitabilidad de la pérdida y la miseria, y el río, como agente de la tragedia, actúa no solo como un fenómeno natural, sino como un recordatorio de lo efímero y precario que es cualquier plan o esperanza en la vida rural.
Rulfo emplea un lenguaje visual potente para describir la naturaleza, pero este no es solo descriptivo: refleja la sensación de desamparo y el caos que las fuerzas naturales generan en la vida de las personas. La tormenta que arruina la cosecha de cebada y el río que arrastra a la vaca son representaciones de una realidad hostil, donde los campesinos no solo luchan contra la pobreza, sino también contra una naturaleza indiferente que destruye sus escasos bienes. En este sentido, Rulfo muestra cómo la naturaleza, lejos de ser una fuente de vida o sustento, puede ser una fuerza de destrucción incontrolable.
José Bohórquez.
"Es que somos muy pobres" de Juan Rulfo ofrece una profunda reflexión sobre la pobreza y sus consecuencias en la vida de una familia rural mexicana. La narrativa se teje con una atmósfera de desolación y resignación, marcada por la pérdida, la fatalidad y la lucha por la supervivencia en un entorno hostil.
ResponderEliminarDesde el inicio, Rulfo establece un tono sombrío. La muerte de la tía Jacinta se convierte en el preludio de una serie de desdichas que se ciernen sobre la familia, simbolizando la inexorable cadena de sufrimiento que parece estar ligada a la pobreza. La lluvia, en lugar de ser un elemento renovador, se presenta como una fuerza destructiva que arruina la cosecha y agrava la situación económica de la familia. Esto se puede interpretar como una metáfora de cómo la naturaleza, a menudo vista como un recurso, puede convertirse en un adversario implacable para los más vulnerables.
La vaca, un símbolo de sustento y esperanza, se convierte en el foco del miedo y la preocupación del narrador y su familia. Su desaparición es más que la pérdida de un animal; representa el despojo de la dignidad y de las oportunidades para la joven Tacha, quien se enfrenta a un futuro incierto marcado por la posibilidad de seguir los pasos de sus hermanas mayores. Aquí, Rulfo explora el tema del ciclo de pobreza y la falta de alternativas, sugiriendo que las circunstancias pueden atrapar a las personas en patrones de comportamiento que perpetúan su sufrimiento. La percepción del padre, quien teme por el futuro de Tacha y su posible destino como "piruja", revela las preocupaciones patriarcales sobre la sexualidad femenina y la importancia del matrimonio como un medio de redención social.
Además, la forma en que el narrador observa la tragedia desde la distancia, buscando entender el ruido del río y el destino de la vaca, también es significativa. Esta perspectiva refleja la impotencia que sienten los personajes frente a fuerzas que no pueden controlar. Rulfo utiliza el río no solo como un elemento físico, sino como un símbolo del destino inexorable y de las circunstancias que arrastran a las personas sin que puedan hacer nada por evitarlo.
El uso del lenguaje es otro aspecto notable en este texto. Rulfo emplea un estilo sencillo y directo, que refleja la oralidad y la cotidianidad de los personajes. Esta elección estilística permite que el lector se sumerja en la realidad de la vida rural, haciéndola palpable y visceral. La tristeza de Tacha, descrita con imágenes que evocan la naturaleza y el dolor, se convierte en un eco de la tristeza colectiva de la comunidad.
"Es que somos muy pobres" es un relato que trasciende la simple narración de eventos trágicos para explorar las complejas interacciones entre la pobreza, la familia y el entorno natural. Rulfo nos confronta con una realidad dura, donde las esperanzas se ven aplastadas por la inevitabilidad del destino y las circunstancias socioeconómicas, desafiando al lector a reflexionar sobre la condición humana y las luchas que enfrentan los menos favorecidos.
Lo que puedo analizar de este texto es que presenta una visión profunda de la vida en una comunidad rural, reflejando tensiones entre tradición y modernidad, estructura social y roles de género. La pérdida de una vaca desencadena una crisis económica y moral, evidenciando la vulnerabilidad de las comunidades rurales y la importancia de los activos materiales. La preocupación paterna por la moralidad de su hija Tacha y el riesgo de que siga los pasos de sus hermanas mayores, sugiere una visión patriarcal de los roles de género. La narrativa destaca la complejidad de las relaciones humanas, la influencia del entorno en el comportamiento individual y la importancia de la aprobación social en la toma de decisiones, ofreciendo una crítica implícita a la estructura social y los estereotipos de género en la comunidad.
ResponderEliminarEsta breve historia muestra con gran crudeza la realidad de las familias rurales en México, atrapadas en un ciclo de pobreza que parece inquebrantable. Lo que más me impacta es cómo Rulfo logra transmitir una sensación de inevitabilidad, donde las aspiraciones y esperanzas de la familia se desmoronan con la misma facilidad que la creciente se lleva la vaca, la historia refleja un tipo de desesperanza que no es solo económica, sino también social y moral, donde las posibilidades de escape parecen nulas. El relato pone en evidencia cómo las fuerzas externas, ya sea la naturaleza o las estructuras sociales, determinan el futuro de los personajes, en especial el de Tacha, lo que más me llama la atención es cómo una pequeña pérdida material, como la de una vaca, tiene consecuencias devastadoras para una familia entera Rulfo expone el estrecho margen que tienen estas personas para cambiar sus vidas, y lo hace de una forma tan sencilla y a la vez tan poderosa que resulta difícil no sentir una profunda empatía y tristeza por ellos.
ResponderEliminarEn "Es que somos muy pobres", Rulfo nos muestra la tragedia de una familia campesina que enfrenta la pérdida de su última esperanza: la vaca de Tacha. El río que arrastra a la vaca no solo representa la fuerza incontrolable de la naturaleza, sino también el destino cruel que parece inevitable para los pobres. A través del relato, se evidencia que la pobreza no es solo una falta de recursos, sino un ciclo que atrapa a las personas, como le sucedió a las hermanas de Tacha, que "se perdieron por andar en malos pasos". Rulfo plasma la desolación de la miseria rural con una crudeza y fatalismo que revelan la vulnerabilidad de quienes viven bajo estas condiciones.
ResponderEliminarEsta historia es una crítica a las estructuras sociales que perpetúan la pobreza y limitan el futuro de las mujeres en las comunidades rurales. La historia de Tacha y su familia es un ejemplo de cómo las expectativas sociales y económicas determinan el destino de las mujeres, condenándolas a un ciclo de pobreza y marginación. La preocupación de la madre por el futuro de Tacha es un reflejo de la desesperanza que embarga a las mujeres en estas comunidades, donde la seguridad económica y la dignidad dependen de la posesión de bienes materiales como la vaca.
ResponderEliminarEl autor nos enfrenta a las duras realidades de la vida rural mexicana, donde la naturaleza y las expectativas sociales conspiran para aplastar cualquier esperanza de progreso o redención. La narrativa es breve pero densa, y su sencillez aparente esconde una complejidad que nos obliga a reflexionar sobre la situación de las mujeres en estas comunidades.
El texto presentado aborda temas de pérdida y desesperanza en un contexto rural, destacando la precariedad económica y la vulnerabilidad de una familia ante situaciones de crisis. Desde una perspectiva jurídica, se podría decir que se encuentra en una falta de mecanismos de protección social y económica que podrían mitigar el impacto de estas pérdidas, subrayando la necesidad de políticas públicas que garanticen el acceso a recursos básicos y apoyen a las familias en situaciones de emergencia.
ResponderEliminarAdemás, el texto pone de manifiesto la problemática de la explotación y la vulnerabilidad de las mujeres en situaciones de pobreza, mostrando así la falta de oportunidades económicas y educativas que pueden llevar a situaciones de marginalización. Desde un enfoque de derechos humanos, es fundamental promover políticas que garanticen la igualdad de género y protejan a las mujeres de situaciones de vulnerabilidad.
En conclusión, el texto resalta la importancia de la familia como unidad de apoyo y protección, y la necesidad de políticas públicas que fortalezcan la cohesión familiar y promuevan el acceso a recursos básicos y la igualdad de género.
Refleja la desesperanza y el sufrimiento de una familia pobre que enfrenta una serie de desgracias, desde la pérdida de una tía querida hasta la tragedia de que el río se lleve la vaca de Tacha, la hermana menor. La vaca representaba la esperanza de un futuro mejor para Tacha, evitando que siguiera el mismo destino que sus otras hermanas mayores, quienes terminaron mal debido a la pobreza y la falta de oportunidades. El padre está preocupado porque Tacha, ahora sin la vaca, pueda caer en lo mismo que sus hermanas. La historia muestra la vulnerabilidad de la familia frente a la naturaleza y la desesperanza de no poder cambiar su situación. Es un relato de tristeza, con una sensación de impotencia ante el destino, y de cómo la pobreza afecta las decisiones y el futuro de las personas.
ResponderEliminarLa pérdida de la vaca, un símbolo de seguridad económica para la familia y especialmente para Tacha, es percibida como una amenaza no solo material sino moral. Esto refleja cómo en contextos de vulnerabilidad extrema, la precariedad económica se entrelaza con el control social sobre el comportamiento de las mujeres, condicionando su valor y "honor" al patrimonio, representado aquí por la vaca. La posibilidad de que Tacha se convierta en “piruja”, como sus hermanas, muestra la fuerte carga estigmatizante sobre la sexualidad femenina y cómo esta es vista como un camino inevitable si no se cuenta con recursos económicos que las protejan de esa "caída". En este sentido, la falta de oportunidades, de educación y de un sistema de apoyo se convierten en factores estructurales que, bajo una mirada jurídica, perpetúan desigualdades
ResponderEliminarLa moraleja que me deja la historia "Es que somos muy pobres" podría ser que las condiciones de pobreza y marginación no solo determinan el presente de las personas, sino que también limitan profundamente sus posibilidades de futuro. A través de la historia de Tacha y su familia, Rulfo muestra cómo, en un contexto de pobreza extrema, los sueños y las esperanzas son frágiles y pueden desmoronarse ante el más mínimo golpe del destino.
ResponderEliminarAdemás, la historia sugiere que las personas en estas circunstancias suelen estar atrapadas en ciclos que son difíciles de romper, donde las oportunidades son pocas y las tragedias comunes. En este sentido, la obra refleja una crítica social a la falta de opciones y a las desigualdades que perpetúan la desesperanza y la miseria.
La pobreza no solo es una realidad cruel, sino también una profecía autocumplida que aplasta las esperanzas y limita las posibilidades de futuro. En 'Es que somos muy pobres', Rulfo denuncia la falta de opciones y las desigualdades que perpetúan la miseria, mostrando cómo las personas en condiciones de pobreza extrema están condenadas a vivir en un ciclo de desesperanza y tragedia. Alis molina
ResponderEliminar"Es que somos muy pobres" de Juan Rulfo, es una historia impregnada de fatalismo y desesperanza en la vida de los personajes atrapados en un ciclo de miseria. La vaca era la esperanza de mejorar la situación económica de la familia; era el futuro de Tacha, y su perdida la arrastra hacia el mismo destino de las hermanas, una vida de vergüenza y sufrimiento.
ResponderEliminarEn el mundo rural, la naturaleza es una entidad despiadada, que destruye sueños y esperanzas en un instante, este pesimismo es un destino que parece inevitable, solo aceptan que para ellos no hay un escape de su condición. Esta es la dura realidad de la pobreza, la falta de oportunidades para quienes nacen en circunstancias desfavorables y cómo esta puede limitar las posibilidades de vida y perpetuar un ciclo de sufrimiento.
Att: Isabella Bula Pájaro.
analizando desde un punto de vista cronológico no critico, ni mucho menos tildo las pésimas conductas y actuaciones de las mujeres hermanas de tacha en el fragmento, si nos damos cuenta el año en el cual el señor Juan Ruflo escribió este relato fue en 1917, es evidente que existía problemas económicos, sociales, la falta de recursos conllevaban a venderse de esta manera las mujeres, de irse a temprana a edad con hombres, acostarse, vender su cuerpo, pero tambien hay que darnos cuenta en que año se da esto, si hoy en dia una mujer hace esto, obviamente va a dar mucho mas que hablar de ella. si hemos escuchados relatos de nuestros ancestros ellos nos dirian que una mujer fue cambiada por un cerdo o una vaca, y mas en estos años de los cuales es el relato. si nos enfocamos en el miedo que sentian los padres de tacha, por no querer que su hija siguiera el mismo camino, saben que si las anteriores hicieron eso, su ultima hija no soportarían que fuera asi, ¿ como se podria quitar ese miedo? en realidad influyen muchos factores, si respondemos la pregunta desde ese tiempo, problemas sociales, falta de recursos incluso hambre. pero si respondemos desde ahora diría que gusto. por lo tanto el texto me parecio estupendo, muy bien redactado, palabras utilizadas propias de una cultura antepasada, y son vivencias que ponen a pensar y a debatir sobre los distintos hechos presentados
ResponderEliminaral principio el texto me genera un poco de tristeza por todas las cosas que pasó esa familia en un mismo momento, es como cuando a uno se juntan todos los males y las personas quieren dejar todo, se frustran y todo lo cuestionan, pero creo que en esos momentos lo importante es mantener la cordura y ser serenos.
ResponderEliminarpor otro lado, la preocupación que tenían los padres de Tacha porque gracias a la vaca podía tener un gran esposo pero la vaca se la llevó al río, me hace cuestionar el por qué el miedo de ellos si habían criado a sus hijas bien? quizás la historia con Tacha podía ser diferente a la de sus hermanas pero prefirieron comparar y quizás se quedaron estáticos y no usaron de ejemplo a las otras muchachas para aconsejar a tacha de él mundo que no querian para ella.
ResponderEliminarEste texto de Juan Rulfo nos deja entrever la vida rural en México, lo que más destaca es su capacidad de captar el dolor sin adornos, reflejando una realidad cruda y desafiante. Sin embargo, me deprimió el enfoque profundamente sombrío ya que la historia estaba llena de pesimismo y no parecía haber salida ni esperanza.
Además, con lo mencionado anteriormente, la sucesión ininterrumpida de desastres la muerte de la tía, la destrucción de la cosecha, la pérdida de la vaca y la insinuación de que la hermana podría terminar en la prostitución carece de un contrapeso narrativo que explore otros aspectos de la vida humana, como la resiliencia o la lucha contra la adversidad. A pesar de esto, el texto sigue reflejando vívida y poderosamente la lucha de las personas frente a una adversidad incontrolable.
En texto vemos en cierto punto una realidad, padres preocupados por el futuro de sus hijas, y creen que su futuro está resuelto si se casan con un buen hombre, me parece gracioso cuando la madre se cuestiona el por qué sus hijas le salieron pirujas jajajja, lo digo porque je visto en persona este tipo de irregularidades en los miembros ďe la familia en donde todos están en un buen camino y siempre hay alguien diferente pero diferente para mal, en el caso de la madre pues al tener dos hijas así no me puedo imaginar su sentir ante tal situación, y el padre pensativo al ver que su hija al no tener vaca la hija tendrá un futuro perdido ya que tacha está crece y crece, la vaca servia para que alguien o se enamorara de tacha y se casara o que que se casara con tacha por la Vaca jajajja lo que quería el padre era que tacha se casara y no como las hermanas que "disfrutaban" sin casarse, el padre debió haber perdido toda esperanza acerca del futuro de tacha, asocio este texto con la frase o refrán que dice: "el que no tiene nada que perder no le importa nada ni que pase"
ResponderEliminarAtt: Miguel Dorado
El texto refleja las dinámicas de poder, las desigualdades sociales y los factores estructurales que afectan a las familias campesinas. Vemos cómo la pobreza marca profundamente las relaciones familiares y cómo la pérdida de bienes materiales, como la vaca de Tacha, adquiere una relevancia fundamental en su futuro, asociándose con la idea de evitar la “perdición” que tuvo lugar con sus hermanas.
ResponderEliminarLa estructura patriarcal está presente en la figura del padre, que toma decisiones sobre el destino de sus hijas basado en el control de la sexualidad femenina y su relación con la propiedad. Desde la perspectiva jurídica, este control podría considerarse como un reflejo de cómo el sistema legal y social impone normas de conducta a las mujeres, limitando su autonomía y perpetuando roles de género estrictos.
Además, el entorno rural y los desastres naturales, como la creciente del río, representan un factor externo que contribuye a la fragilidad económica de las familias, exacerbando las preocupaciones sobre la “moralidad” de las mujeres. Esto genera una lectura crítica de cómo el acceso desigual a los recursos y la falta de redes de protección social inciden en las dinámicas familiares y en el futuro de los individuos.
En resumen, el texto de Rulfo nos permite observar cómo la estructura social rural, combinada con la pobreza y la falta de alternativas, moldea las expectativas y los destinos de los personajes, reproduciendo desigualdades tanto económicas como de género que podrían ser abordadas desde una óptica jurídica y sociológica para mejorar las condiciones de vida de comunidades vulnerables.
Isabela Sabogal Pérez
Soy serpentina en la vida. Creo que podría hacer un análisis un poco más a fondo sobre este punto; Serpentina podría ser un personaje mas importante de lo que parece a simple vista. Lastimosamente no manejo el conocimiento apropiado para el tema ahora mismo pero desde que leí sobre ella, llamó mi atención. Quizá solo podrá ser una vaca, pero al final del día la culpa es de ella misma. En fin, algo que quería comentar.
ResponderEliminarAhora, con respecto al cuento, desconozco (creo) otras obras del autor como para tener la autoridad de hacer una comparación, sin embargo me atrevo a decir que en cuanto a estilo se refiere, es una obra agradable de leer. Buen estilo, buena redacción, buena historia, buen narrador.
Antes de olvidarlo, debo decir que cuando leí la palabra “becerro” pensé inmediato en el poema del becerro doble, con dos cabezas, algo así. Quisiera saber qué fue del becerro al final. Creo que ambas opciones presentadas para él son igual de fatales.
He de cerrar diciendo que la historia de Tacha marca la realidad de muchas niñas en américa latina. Muchas chicas han sido la Tacha de sus padres, privilegiados quienes no han de conocer de Tacha.
Respetuosamente,
Escrito por Daniela Vergara.
La historia “Es que somos muy pobres” me pareció un relato bien logrado, pues logra conmover al lector a través de una narración inocente pero con un fuerte mensaje inmerso, la miseria y la pobreza que rodean al protagonista están permanentemente presentes, esto sin contar la aparente mala suerte que una y otra vez azota y se manifiesta a través de desgracias que parecen no cesar y solo siguen hundiendo mucho más en la miseria.
ResponderEliminar“Es que somos muy pobres” nos permite echar un vistazo más de cerca de cómo es la vida de las personas más necesitadas, cómo son sus problemas, su estilo de vida y qué decisiones toman acorde a su posición y lo que pueden aprender de su entorno, pero a su vez, esto nos permite reflexionar y valorar sobre nuestra situación y lo afortunada y valiosa que es, ya que podemos ver mucho más allá y tener un desarrollo más íntegro para nuestras vidas y la de nuestras familias, incluso, conociendo estas realidades, opino que con mayor razón estamos obligados a exigirnos por asegurar un bienestar, que no sólo sea propio, sino que también pueda llegar a beneficiar a personas que quizás no han tenido las mismas oportunidades durante su vida.
La historia presenta una familia rural vulnerable ante la adversidad, enfrentando la muerte, la pérdida económica y el miedo a un futuro incierto para la hija menor. La preocupación paterna por su bienestar y el impacto de la naturaleza hostil reflejan la lucha por sobrevivir en un entorno desafiante. La resiliencia y solidaridad familiar son fundamentales para superar estas dificultades.
ResponderEliminarEste libro de Juan Rulfo retrata las adversidades que atraviesa una familia de clase baja y como gracias a sus condiciones económicas se hallan desesperados por encontrar cualquier salida a sus problemas, por más que estas salidas sean denigrantes. Como por ejemplo cuando el autor expresa que mediante una vaca es que Tacha va a salir adelante consiguiendo un hombre bueno que la ame. Este fragmento del libro, que más que un fragmento es un desaire, quiere transmitir el pensamiento primitivo y simple que tienen estas personas debido a las necesidades que han pasado durante toda su vida.
ResponderEliminarQuizás las personas inmersas en estas condiciones económicas no pueden ver lo lamentable que es vivir la vida de una manera tan mediocre como lo es simplemente pensar en obtener el pan de cada día, sin embargo, es una situación que no podemos juzgar, puesto que nosotros hemos sido criados bajo otras condiciones un poco más favorables que las de estas personas y sería muy fácil empezar a juzgar el pensamiento de esta familia bajo de un punto de vista externo a ella, porque no sabemos lo que estas envuelto en tantas dificultades tanto económicas como culturales y sociales.
En este caso, la familia presenta una visión pesimista de la vida, puesto que están encerrados en una sociedad que nunca les ha permitido poder pensar en una vida más allá de sus necesidades básicas.
Kevin Mora
EliminarLa pérdida de la vaca de Tacha, que simboliza esperanza y posibilidad de un futuro mejor, resalta la precariedad de sus vidas, y cómo, en su mundo, el destino está inevitablemente ligado a la pobreza. El río, que arrastra la vaca, funciona como una metáfora del destino trágico que ahoga cualquier oportunidad de escapar de su realidad, mientras la preocupación del padre por el futuro de Tacha expone la desesperación por evitar que repita los errores de sus hermanas mayores. El cuento, con un estilo sencillo pero profundo, no solo muestra la lucha diaria de estas personas, sino también cómo su pobreza material y moral parece condenarlos a un ciclo del que no pueden escapar, resaltando el peso del destino y la falta de control en sus vidas.
ResponderEliminarEs que somos muy pobres" es un texto breve pero profundo de Juan Rulfo, que refleja su preocupación por la situación de los marginados y la pobreza en México. A continuación, te presento algunas ideas clave de la reflexión:
ResponderEliminarLa pobreza como condición existencial: Rulfo destaca que la pobreza no solo es una carencia material, sino también una condición que define la existencia de las personas.
Limitaciones y carencias: La pobreza impide el acceso a la educación, la salud, la dignidad y las oportunidades.
Desigualdad y justicia: Rulfo enfatiza la necesidad de abordar la desigualdad y luchar por la justicia social.
Responsabilidad colectiva: Sugiere que todos somos responsables de la situación de los pobres y que debemos trabajar juntos para cambiarla.
Esperanza y resiliencia: A pesar de la pobreza, Rulfo destaca la capacidad de los pobres para sobrevivir y resistir.
La reflexión de Rulfo sigue siendo relevante hoy, recordándonos la importancia de:
• Reconocer la pobreza como un problema estructural.
• Abordar sus causas profundas.
• Promover la justicia social y la igualdad de oportunidades.
-María Juliana Ricardo morelo
Este cuento no solo habla de la pobreza económica, sino también de una pobreza emocional y social, donde las personas sienten que están condenadas desde el principio, como si no hubiera salida de su condición. Lo que más conmueve es el hecho de que, a pesar de todo, la familia intenta proteger a Tacha, aunque se sienten impotentes frente a un destino que parece inevitable. Y a fin de cuentas este cuento no solo es una reflexión sobre la pobreza, sino también sobre la vulnerabilidad humana frente a fuerzas mucho mayores que ellos mismos: la naturaleza, la sociedad, y el destino.
ResponderEliminarEn el mundo moderno es normal escuchar a personas hablar de la pobreza desde una posición privilegiada. Gran parte de estas personas llegan a lanzar afirmaciones como "eres pobre porque quieres". Nada más alejado de lo que pasa.
ResponderEliminarSegún un estudio de la OCDE en Colombia se necesitan más de 11 generaciones para que una familia salga de la pobreza; si uno se pone a sacar cuentas, son más de 330 años. Estas estadísticas nos indican que si una persona nace en condiciones de vulnerabilidad, probablemente nunca va a salir de ahí.
El cuento "es que somos muy pobres" de Juan Rulfo nos muestra lo difícil que es vivir en este tipo de ambientes, cómo ciertas condiciones estructurales afectan nuestro día y que hay algunas cosas que están fuera de nuestro control.
Es por eso que hay que dejar de normalizar el famoso mito de la meritocracia y dejar de dar respuestas simples a problemáticas complejas; con esto podemos estar acrecentando el problema, o en palabras de Mark Fisher: "La normalización de una crisis deriva en una situación en la que resulta inimaginable dar marcha atrás con las medidas que se tomaron en ocasión de una emergencia".
ATT: Álvaro Potes García.
Es una historia dura, donde la pobreza y la mala suerte parecen perseguir a esta familia, y las esperanzas de un futuro mejor se desvanecen con cada golpe de la vida.
ResponderEliminarMuchas familias en zonas rurales dependen de su ganado o sus cosechas, y cuando pierden algo así, es un golpe enorme, no solo en lo económico, sino en lo emocional. En la vida real, las cosas que pasan aquí, como la muerte de un ser querido o la pérdida de algo valioso por una tormenta son muy comunes, sobre todo en lugares donde no hay muchas oportunidades. Me llama la atención esa preocupación del papá por que su hija termine mal también es algo que muchos padres sienten, sobre todo en situaciones de pobreza. A veces, los padres tratan de proteger a sus hijos como pueden, dándoles lo poco que tienen, pero cuando las cosas se tuercen, se sienten impotentes.
En esta historia vemos como esta marcada la pérdida, tanto material como emocional, y nos muestra la preocupación de una familia pobre sobre el destino de sus hijas en un entorno lleno de privaciones, la tragedia del río que se lleva la vaca de Tacha es una metáfora de la fragilidad de su futuro. El autor no solo describe la desgracia, sino también el entorno violento e implacable de la naturaleza y la sociedad, donde los personajes están atrapados sin posibilidad de escapar. La tensión entre querer estar protegidos y la desesperación ante lo incontrolable está presente en cada línea, lo que refleja la realidad de muchos en situaciones de pobreza extrema.
ResponderEliminarSantiago Andrés De Mares
Este pequeño corto de esta historia, refleja una historia trágica de la realidad que viven algunas familias, que están rodeadas de distintos factores que afectan su desarrollo, ya sea por cuestiones sociales, económicas o políticas, en este caso vemos como las hermanas de Tacha tomaron una linea de la vida, no aceptada por gran parte de la sociedad.
ResponderEliminarY como un factor como el matrimonio es importante para ellos, porque "da una mejor vida", y un animal, en este caso una vaca representa un aspecto importante
Este texto refleja la tristeza y los problemas de una familia que vive en el campo. La historia cuenta cómo, tras la muerte de la tía Jacinta, un aguacero arruina la cosecha de cebada y cómo el río, crecido por las lluvias, se lleva la vaca que el padre había regalado a su hija Tacha. Esta vaca era muy importante para ella, no solo como un animal, sino como una forma de tener futuro y evitar seguir el camino de sus hermanas mayores, que tomaron malas decisiones por la pobreza. El texto muestra cómo la naturaleza y la pobreza agravan la vida de esta familia, llenando de preocupación y tristeza a los personajes, especialmente a Tacha, que llora la pérdida de su vaca.
ResponderEliminarAtt: Luisa Fernanda Barrios Negrete
Esta historia plantea una profunda conciencia sobre cómo los desastres naturales pueden afectar no solo las circunstancias materiales, sino también las emociones y los lazos familiares. La angustia del padre y el llanto de Tacha resaltan la necesidad de solidaridad y apoyo en tiempos de crisis, así como la importancia de valorar lo que tenemos antes de que se nos arrebate. En un mundo donde la adversidad puede llegar sin previo aviso, la historia nos recuerda la importancia de la resiliencia y la capacidad de levantarnos, a pesar de las circunstancias difíciles que puedan surgir.
ResponderEliminarJulián Pantoja Vidal
La historia “Es que somos muy pobres” de Juan Rulfo ofrece una profunda reflexión sobre la tragedia de la pobreza y el destino ineludible de quienes nacen en contextos de marginación extrema. A través de la historia de Tacha y su familia, Rulfo ilustra cómo la pobreza no solo es una cuestión económica, sino un ciclo que atrapa a las personas en una espiral de desesperanza, donde las tragedias cotidianas, como la pérdida de una vaca, pueden determinar el futuro de una vida entera.
ResponderEliminarEl relato pone de manifiesto la fragilidad de quienes viven en situaciones precarias: la vida de Tacha, su dignidad y su futuro, dependen de una sola vaca, “La Serpentina”. La pérdida de este animal simboliza la pérdida de una oportunidad para escapar del destino que ya ha alcanzado a sus hermanas mayores, quienes se vieron obligadas a prostituirse por falta de alternativas. Esta conexión entre la pobreza material y la falta de opciones sociales refleja cómo, en estas comunidades, los desastres naturales y las desgracias familiares no solo representan pérdidas económicas, sino que tienen consecuencias devastadoras en el destino de las personas.
Rulfo nos invita a reflexionar sobre el determinismo social que rodea a las personas más vulnerables: por más que Tacha y su familia se esfuercen, el entorno en el que viven, sumado a las condiciones estructurales de pobreza, les niega oportunidades reales de cambiar su destino. La naturaleza (en forma de inundación) y la economía (la dependencia de la vaca) parecen actuar como fuerzas que, lejos de estar bajo el control de los personajes, los arrastran hacia la desesperación.
Raúl Rhenals
El cuento se puede ver como una crítica a las estructuras sociales que perpetúan la pobreza y limitan las oportunidades de las mujeres en comunidades rurales. La preocupación de la madre por el futuro de Tacha ilustra cómo las expectativas económicas y sociales determinan el destino de las mujeres, que dependen de bienes materiales, como una vaca, para asegurar un buen matrimonio y evitar la marginación. Desde el principio, el futuro de Tacha parece predeterminado, enfatizando la dificultad de escapar del ciclo de pobreza.
ResponderEliminarEste relato breve pero profundo refleja la desesperanza y el fatalismo característicos de la obra de Rulfo. A través de una historia sencilla, el autor muestra las duras realidades de la vida rural en México, donde la pobreza y las expectativas sociales aplastan cualquier esperanza de avance.
Camilo Anaya
Es increíble cómo incluso hoy en día, el destino de una mujer depende de la situación económica en la que se encuentre. Me dio suma tristeza leer cómo la pérdida de la vaca Serpentina en la vida de Tacha, significó un adiós a un buen futuro para ella, o por lo menos la oportunidad de poder buscarlo, fue como si no tener "nada" monetariamente hablando, fuera sinónimo de falta de oportunidad, de tener que vivir en la miseria, de tener que enfrentarse a un mundo cruel.
ResponderEliminarOjalá que algún día esta sea una situación que cambie, y que de esta segregación que se ve hoy en día en la mujer, no quede ni un solo atisbo.
atte: Luz Angela Chima
En este relato, se puede sentir el dolor y la desesperanza de una familia que vive bajo la constante amenaza de la pobreza y la naturaleza implacable. Me impacta cómo la pérdida de la vaca simboliza mucho más que un simple animal; es la representación de las pocas esperanzas que tenía Tacha de un futuro estable. Desde la perspectiva del derecho, podemos reflexionar sobre la importancia de las oportunidades económicas en el desarrollo de la vida digna, y cómo la falta de recursos puede conducir a situaciones de vulnerabilidad social y moral. Art: MARIALIZ QUINTERO DURANGO
ResponderEliminarCreo que en el texto en si podemos ver una ilustre realidad, y vemos cómo las dinámicas del poder siempre se estaban viendo influenciadas y como factores terminan afectando en este caso precisó en la familia campesina, a mi parecer logra convencer al lector y adentrarlo en una lectura, que pocas narraciones logran captar la atención de una persona en realidad una de las cosas más impactantes del cuento es la forma en que Rulfo captura la inocencia y la vulnerabilidad de la infancia, mostrando cómo las circunstancias externas moldean las experiencias y emociones de los más jóvenes. La historia aborda temas de pérdida y desilusión, especialmente a través del simbolismo del río y la vaca que se convierte en un objeto de deseo y, al mismo tiempo, de dolor. La vaca, que representa un posible cambio en la situación de la familia, se convierte en un recordatorio de las ilusiones rotas. Rulfo utiliza un lenguaje sencillo pero evocador, que logra transmitir la angustia y la tristeza de los personajes sin necesidad de dramatismo excesivo.
ResponderEliminar- Pedro Ortega Macea
Que increíble recordar mi época escolar con esté cuento de Juan Rulfo propia de su maravillosa obra "el llano en llamas", todavía me acuerdo cuando en grado décimo me pusieron a leer ese libro. La verdad para mi siempre fue algo un poco difícil de leer ya que tenía muchos puntos retrospectiva y la forma en que kas palabras se alineaban hacia que para mi en ese momento careciera de sentido, lo que yo no sabía es que después de hacer un análisis de estés cuento me daría cuenta de las condiciones de pobreza que viven los personajes, en la que no pueden siquiera tener un lugar estable, sino que en su lugar tienen uno propenso al peligro de todos los desastres naturales, la vida es muy dura para los que no tienen con que vivir pero algo que destaco del cuento son como la pérdida de la vaca simboliza la desesperanza de la familia(simbolismo), ya que la vaca era vista como la única manera de evitar que Tacha cayera en la prostitución, un destino que parece inevitable para las mujeres pobres de su entorno. Me gusta como las obras reflejan la realidad de mucha apersonas y a su vez no abre los ojos al mostrarnos la burbuja en la que nosotros vivimos, somos privilegiados y muchas veces no nos damos cuenta de ello pero incluso en ma misma literatura puedes aprender sobre la realidad sin tener que enfrentarte a ella
ResponderEliminarMientras que Rulfo retrata un escenario donde la pobreza y las desgracias naturales prácticamente condenan a los personajes a un destino inevitable, se podría argumentar que esta visión es excesivamente fatalista y no refleja las diversas formas en que las personas, incluso en situaciones de pobreza extrema, pueden encontrar maneras de superarse o desafiar su destino.
ResponderEliminarPor ejemplo, el enfoque en que la pérdida de la vaca condena a Tacha a la prostitución reduce la agencia de los personajes, asumiendo que no tienen opciones más allá de lo que les dicta la sociedad o las circunstancias. Desde una perspectiva más optimista o crítica, se podría sostener que las personas no están completamente definidas por las circunstancias externas y que siempre existen posibilidades, aunque sean limitadas, de resistencia o de encontrar alternativas, como la educación, el apoyo comunitario o incluso pequeños actos de lucha personal para cambiar su destino.
La historia denuncia la desigualdad social y la falta de oportunidades en las áreas rurales mexicanas, mostrando cómo los personajes viven atrapados en la pobreza y el abandono. Desde una perspectiva jurídica, lo más alarmante es la ausencia del Estado como garante de derechos esenciales, como la justicia y la seguridad. Los personajes enfrentan adversidades, como las catástrofes naturales, sin ninguna protección legal o económica, lo que subraya la injusticia estructural que los deja vulnerables.
ResponderEliminarEl relato pone de manifiesto la marginalización de sectores que carecen de acceso a recursos y educación, y cómo esto los deja expuestos a la injusticia. Como estudiante de derecho, esta historia me recuerda la necesidad de reformas que aseguren una verdadera protección para los más desfavorecidos y garanticen el acceso a derechos básicos. Att : Leonardo Segura
En mi opinión personal sin duda es un reflejo de su vida el cual nos expresa su sentimiento tanto de pesadumbre, desolación como de tristeza. definitivamente es arte en su máxima representanción y lo asemejo con el rap ya que en este se expone la situación de las vidas marginales a traves de sus palabras. NOMBRE: JAVIER BETÍN PACHECO
ResponderEliminarEste fragmento de la novela corta "No oí más que el viento" de Juan Rulfo es un vívido retrato de la vida en un pueblo rural mexicano azotado por una inundación. Rulfo, con su prosa poética y concisa, logra transmitir la angustia, la incertidumbre y la resignación de una familia ante la adversidad. El texto presenta una sucesión de desgracias que se abaten sobre la familia del narrador: la muerte de la tía Jacinta, la pérdida de la cosecha por una inundación y, finalmente, la muerte de la vaca, un regalo muy valioso para la hermana menor. Cada evento es un golpe más a la precaria economía familiar y a las esperanzas de la familia.
ResponderEliminarRulfo utiliza la naturaleza como un personaje más en la historia. El río, inicialmente un elemento cotidiano, se transforma en una fuerza destructiva que arrasa con todo a su paso. La descripción de la inundación es detallada y evocadora, creando una atmósfera de caos y desesperanza.
La pérdida de la vaca es un símbolo de la pérdida de las esperanzas de la familia. La vaca representaba un futuro mejor para la hermana, una posibilidad de casarse y escapar de la pobreza. Su muerte es un presagio de un futuro incierto y lleno de dificultades; con su voz infantil y directa, nos transmite la confusión y la tristeza de un niño que intenta comprender los acontecimientos que lo rodean. Su mirada inocente nos permite adentrarnos en la profundidad de la tragedia.
Este fragmento de la novela corta "No oí más que el viento" de Juan Rulfo es un vívido retrato de la vida en un pueblo rural mexicano azotado por una inundación. Rulfo, con su prosa poética y concisa, logra transmitir la angustia, la incertidumbre y la resignación de una familia ante la adversidad. El texto presenta una sucesión de desgracias que se abaten sobre la familia del narrador: la muerte de la tía Jacinta, la pérdida de la cosecha por una inundación y, finalmente, la muerte de la vaca, un regalo muy valioso para la hermana menor. Cada evento es un golpe más a la precaria economía familiar y a las esperanzas de la familia.
ResponderEliminarRulfo utiliza la naturaleza como un personaje más en la historia. El río, inicialmente un elemento cotidiano, se transforma en una fuerza destructiva que arrasa con todo a su paso. La descripción de la inundación es detallada y evocadora, creando una atmósfera de caos y desesperanza.
La pérdida de la vaca es un símbolo de la pérdida de las esperanzas de la familia. La vaca representaba un futuro mejor para la hermana, una posibilidad de casarse y escapar de la pobreza. Su muerte es un presagio de un futuro incierto y lleno de dificultades; con su voz infantil y directa, nos transmite la confusión y la tristeza de un niño que intenta comprender los acontecimientos que lo rodean. Su mirada inocente nos permite adentrarnos en la profundidad de la tragedia.
El cuento también explora los roles de género y las expectativas sociales en comunidades rurales. La obsesión del padre por el futuro de su hija Tacha refleja su temor de que la pérdida de la vaca afecte su estatus y dignidad. En contraste, las hermanas mayores son expulsadas por ser consideradas inmorales, lo que subraya la vulnerabilidad de Tacha, cuya vida depende de factores externos como el río y las limitadas oportunidades económicas. Rulfo, de forma sutil, resalta que el destino de las mujeres en estos contextos a menudo está dictado por decisiones masculinas y las duras condiciones de la vida rural.
ResponderEliminar“Es que somos muy pobres” es un cuento de Juan Rulfo que retrata la pobreza y el sufrimiento en una familia campesina. Narrado por un niño, la historia se centra en la desgracia que vive su hermana Tacha, quien pierde una vaca que le habían regalado como dote, tras una inundación. La vaca era su única esperanza para casarse y evitar una vida de miseria. El relato refleja el ciclo de fatalidad que rodea a los personajes, quienes enfrentan la adversidad con resignación, en un ambiente rural duro y opresivo típico de la obra de Rulfo.
ResponderEliminar“Es que somos muy pobres” es un cuento de Juan Rulfo que retrata la pobreza y el sufrimiento en una familia campesina. Narrado por un niño, la historia se centra en la desgracia que vive su hermana Tacha, quien pierde una vaca que le habían regalado como dote, tras una inundación. La vaca era su única esperanza para casarse y evitar una vida de miseria. El relato refleja el ciclo de fatalidad que rodea a los personajes, quienes enfrentan la adversidad con resignación, en un ambiente rural duro y opresivo típico de la obra de Rulfo.
ResponderEliminarEste es un excelente ejemplo de su estilo único, donde mezcla la tragedia personal con la naturaleza implacable. Me impresiona cómo la narrativa fluye de una manera tan natural y triste, donde la lluvia, el río y las pérdidas personales se entrelazan. Lo más impactante es cómo el río no solo arrastra la vaca de Tacha, sino también las esperanzas que su familia tenía para que ella no terminara como sus hermanas mayores. Esa preocupación del padre, de que la pobreza y la falta de un futuro seguro puedan llevar a Tacha a un destino desafortunado, refleja la angustia rural de la época. Además, el uso de detalles como el vestido rosa de Tacha y sus lágrimas que se mezclan con el ambiente enrarecido de la creciente me parecieron potentes imágenes visuales. El río no es solo un elemento natural; es un símbolo de la desgracia que parece inevitable.
ResponderEliminarEste es un excelente ejemplo de su estilo único, donde mezcla la tragedia personal con la naturaleza implacable. Me impresiona cómo la narrativa fluye de una manera tan natural y triste, donde la lluvia, el río y las pérdidas personales se entrelazan. Lo más impactante es cómo el río no solo arrastra la vaca de Tacha, sino también las esperanzas que su familia tenía para que ella no terminara como sus hermanas mayores. Esa preocupación del padre, de que la pobreza y la falta de un futuro seguro puedan llevar a Tacha a un destino desafortunado, refleja la angustia rural de la época. Además, el uso de detalles como el vestido rosa de Tacha y sus lágrimas que se mezclan con el ambiente enrarecido de la creciente me parecieron potentes imágenes visuales. El río no es solo un elemento natural; es un símbolo de la desgracia que parece inevitable.
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