Ir al contenido principal

Exposición Muzac Justo Manuel Tribiño

Comentarios

  1. Probablemente algunas personas desconocían de la existencia del museo, por lo cual ir a ver la exposición pudo haber sido una tarea un poco peculiar. Ir al Muzac fue una actividad inesperada pero muy gratificante vivir la experiencia de aprender sobre Justo Tribiño, el cual era un artista que plasmaba momentos mediante la fotografía.

    En esta exposición sobre su arte podemos destacar como en las imágenes exhibidas, como era el vestuario, el desarrollo arquitectónico y urbanístico de nuestra ciudad. Se pueden observar a grandes rasgos las construcciones de ese momento, los cuales según nos cuentan tenían cierta influencia europea, también vías terrestres en desarrollo como lo es la que une a Montería y Cerete, y por ultimo se debe hacer especial mención a la fotografía que se tomo, es decir, al autorretrato, lo cual en ese momento era algo complicado de hacer, pero el no se limito y supero su técnica.

    Fue una experiencia agradable, y además una persona encarga de la exposición explico el contexto de las imágenes y la historia de este artista.

    ResponderEliminar
  2. Maria Camila Regino jimenez10:35 a. m., agosto 30, 2024

    La Exposición Muzac dedicada a Justo Manuel Tribiño fue una experiencia fascinante, incluso para alguien que no esta familiarizada con el arte de la fotografía o las exposiciones en general.

    Para alguien que no está muy familiarizado con el arte de la fotografía, esta exposición fue una oportunidad única para sumergirme en el proceso creativo de un artista contemporáneo. Tribiño parece tener una habilidad especial para capturar la esencia de los momentos que está fotografiando.

    Lo interesante de visitar una exposición como esta es que te permite interpretar las imágenes desde tu perspectiva personal, sin necesidad de tener un conocimiento previo extenso sobre el artista o el arte en general. Cada pieza puede evocar diferentes emociones o pensamientos, y eso es parte de la belleza de la experiencia. No se trata solo de entender lo que el artista quiso decir, sino también de lo que sus fotografías te hacen sentir y pensar.

    Además, esta exposición esta acompañada de descripciones que ayudan a contextualizar las fotografías. Estos recursos pueden proporcionar un trasfondo sobre la vida de Tribiño, sus influencias y lo que intenta comunicar a través de sus fotografías. Tomarse el tiempo para para entender estas descripciones enriquece tu experiencia, dándote una mejor comprensión de lo que estás viendo.

    Aunque no seas un experto en fotografía, la Exposición Muzac sobre Justo Manuel Tribiño podría ser una excelente oportunidad para descubrir algo nuevo y ampliar tus horizontes culturales. Al final del día, el arte es una forma de comunicación universal que puede ser disfrutada por todos, sin importar el nivel de conocimiento previo.

    ResponderEliminar
  3. Loreinneth Martínez12:04 p. m., agosto 30, 2024

    La exposición Justo Manuel Tribiño; lente pionera del sinu, nos lleva a un viaje fascinante por la historia de la ciudad, gracias al talento de Justo Tribiño. La evolución urbana de Montería desde principios del siglo XX hasta mediados del siglo pasado se puede apreciar a través de las fotografías, que han sido seleccionadas y presentadas.

    Tribiño logra capturar con habilidad la esencia de una ciudad en constante evolución. Su fotografía muestra una ciudad rural de Montería, con calles desiertas y casas hechas de madera, que gradualmente se transforma en una ciudad moderna con edificios altos y una vida más rápida. El fotógrafo nos revela detalles de la vida cotidiana, los cambios en la arquitectura, vestimenta, la evolución de los transportes y las transformaciones a través de su objetivo. La exposición no solo es un placer visual, sino también un documento histórico valioso que nos permite reflexionar sobre nuestras raíces e identidad. Las fotografías de Tribiño nos llevan al pasado y al presente.

    No obstante, creo que se podrían agregar entrevistas o testimonios de aquellos que conocieron a Tribiño o vivieron en Montería en la época en que se tomaron las fotografías, lo que enriquecería aún más la exposición. De esta manera, podríamos conocer de primera mano las historias detrás de las imágenes y establecer un diálogo más íntimo con el pasado.

    ResponderEliminar
  4. Ir al museo muzac y conocer de la vida y obra de Justo Manuel Tribiño fue una experiencia de enriquecimiento tanto cultural como personal , Justo Tribiño el cual es catalogado como aquel que le dio un giro a la historia monteriana nos permite ver a través de sus fotografías el pasado se la ciudad y sus alrededores , nos permite adentrarnos en la historia y vivir un viaje a través del tiempo

    En la exposición encontramos fotografías de los vestuarios antiguos, el desarrollo arquitectónico de la ciudad , fotos de la calle de comercio , de la avenida 20 de Julio , del tráfico fluvial por el río Sinú entre otras cosas

    Artistas como el son de vital importancia para nuestra región , ponen en alto nuestro nombre y merecen ser reconocidos y valorados a través del tiempo , es de tal importancia su labor que todos deberíamos dedicar un espacio para visitar la exposición para así conocer nuestras raíces , nuestras costumbres y nuestra bella cultura de la cual debemos sentirnos orgullosos



    ResponderEliminar
  5. Nunca me esperaba yendo a un museo o exhibición así, se no haber sido por esta tarea probablemente nunca hubiera ido, sin embargo fue una experiencia conmovedora, lo que presencié no fue más que maravilloso y sorprendentemente entretenido. El ambiente fue bueno y el contexto dado en cada fotografía fue un toque especial, no solo veíamos lo que estaba, sino nos pudimos transportar a esos momentos

    ResponderEliminar
  6. El museo fue una experiencia sin duda
    me parece grandioso y super importante la conservacion a las Primeras Fotografas y nucho mas elevante la distinción de las clases sociales ya que es algo que
    no solo quedo en esos anos sino que
    son situacienes que aun vivimos, magnifico el arte, las costumbres y sobre todo la elegancia que en aquellos años manevaban a pesar de no tener muchas cosas de las cuales gozamos actualmente.

    ResponderEliminar
  7. Al entrar a la exposición Muzac fue muy interesante ver las fotografías de Manuel Tribiño, uno no puede evitar sentirse transportado a la Montería de finales del siglo XIX y principios del XX. Las imágenes en blanco y negro, cuidadosamente seleccionadas y exhibidas, ofrecen una mirada a una ciudad en plena transformación, ver calles que ahora parecen irreconocibles y toda su evolución es demasiado satisfactorio. Cada fotografía parece contar una historia única: desde las calles de Montería, con su arquitectura de época y su mezcla de tradición y modernidad, hasta la vestimenta de sus habitantes, que reflejan la complejidad social y cultural de la región.
    Una de las piezas que más me llamó la atención es una imagen de un grupo de trabajadores, sus rostros marcados por el sol y el esfuerzo, pero también por una dignidad palpable. Esta fotografía me hizo reflexionar sobre la capacidad de Tribiño para encontrar belleza y valor en la vida cotidiana, un enfoque que, sin duda, fue influenciado por su propia experiencia de vida en una sociedad marcada por la exclusión.
    Salir de Muzac después de sumergirme en la obra de Tribiño es como dejar atrás una conversación profunda con alguien que conocía a fondo la esencia de Montería, verdaderamente una agradable experiencia!

    ResponderEliminar

  8. La Exposición Muzac dedicada a Justo Manuel Tribiño fue una experiencia reveladora, incluso para alguien que no tiene un profundo conocimiento del arte fotográfico o de las exhibiciones en general. A través de esta muestra, me sumergí en un viaje visual que permitió un encuentro íntimo con la mirada única de Tribiño, un fotógrafo contemporáneo que parece tener un talento innato para capturar la esencia de las realidades cotidianas, dotándolas de una profundidad y un significado sorprendentes.
    Lo que me sorprendió al recorrer la exposición fue cómo cada fotografía parece tener vida propia, invitando al espectador a reflexionar, a detenerse un momento y contemplar los detalles que Tribiño cuidadosamente eligió mostrar. Incluso sin una formación artística, es imposible no sentirse conmovido por la narrativa visual que se despliega en cada imagen. Tribiño no solo documenta momentos; los transforma en experiencias que resuenan de manera personal con cada observador, evocando emociones y pensamientos únicos.
    Una de las grandes virtudes de esta exposición es que no requiere conocimientos previos para ser disfrutada. La interpretación de las imágenes es libre y personal, lo que permite que cada visitante se relacione con la obra de una manera distinta. Este aspecto es lo que hace que la visita sea tan enriquecedora: se trata menos de descifrar un mensaje oculto y más de cómo la obra te interpela a nivel individual, de lo que te hace sentir y pensar en el momento.
    Además, las explicaciones que acompañan a cada fotografía aportan una capa adicional de entendimiento, contextualizando la obra dentro del marco de la vida y las influencias de Tribiño. Estas descripciones son valiosas para quienes desean profundizar más en el proceso creativo del artista, ofreciendo pistas sobre sus motivaciones y los temas que explora a través de su lente. Dedicar tiempo a leer y reflexionar sobre estos textos realmente mejora la experiencia, brindando una comprensión más rica y matizada de lo que se está viendo.
    En definitiva, la Exposición Muzac sobre Justo Manuel Tribiño no solo es una ventana al mundo de la fotografía contemporánea, sino también una oportunidad para expandir tus horizontes culturales y emocionales. Incluso si no eres un conocedor del arte, esta exposición te invita a descubrir algo nuevo y a conectar con el arte de una manera que va más allá de lo visual, alcanzando lo personal y lo emocional
    -maria juliana Ricardo morelo

    ResponderEliminar
  9. La obra de Justo Manuel Triviño nos brinda la posibilidad de conectar con nuestras raíces, a la vez que experimentamos un profundo sentido de arraigo hacia nuestra tierra y nuestra identidad cultural. Montería se presenta como un espacio de encuentro entre lo rural y lo urbano, donde la tradición y la modernidad se entrelazan de forma intricada.

    Triviño utiliza la luz, la composición y el color con maestría para crear imágenes que son tanto documentales como poéticas. Cada fotografía parece contar una historia, ya sea un retrato de un habitante local, una escena de la vida rural o un paisaje de exuberante belleza natural. Su capacidad para captar los detalles de la vida diaria y plasmarlos en una obra de arte es lo que marca la diferencia en su trabajo, llevándolo más allá de una simple representación visual para convertirlo en una reflexión profunda sobre la humanidad en este entorno particular.

    Además, Triviño a través de su fotografía no solo documenta la ciudad en su estado actual, sino que también resalta su transformación, capturando los cambios en la infraestructura, la cultura y la interacción social que evidencian el desarrollo y la modernización de Montería. Por último, considero también que se podrían agregar entrevistas o testimonios de aquellos que vivieron en Montería en la época en que se tomaron las fotografías, lo que enriquecería aún más la exposición.

    ResponderEliminar
  10. Ver la exposición de las fotografías del señor Justo Tribiño en un pequeño auditorio de la Avenida primera fue una muy grata sorpresa para mí, hay veces en las cuales tenemos cosas súper interesantes más cerca de nosotros de lo que creemos y no lo sabemos.
    Entrar en este museo que contenía muchas obras de tendencia fotográfica del autor Justo Tribiño fue algo inesperadamente fascinante, puesto que, conocí parte de la historia de la ciudad de Montería plasmada en papel. Había fotos de un poco de todo, podría empezar señalando las fotografías en las que se evidenciaba la obra arquitectónica de la ciudad las que a su vez mostraban como era la vestimenta de ese entonces, y gracias a estas mismas que sabemos cómo se veía la ciudad de Montería en esa época, así como sabemos de que manera se vestían nuestros bisabuelos.
    Entre otras fotografías que me llamaron mucho la atención fue la de la calle del comercio, y la de la misma avenida primera antes conocida como la avenida 20 de julio, también me gustó mucho la fotografía la cual desconozco un poco su contexto, sin embargo, vi que aparecen un par de jinetes sobre sus caballos y es emocionante imaginar la adrenalina que debía sentir Justo Tribiño a la hora de tomarla, en el sentido que las cámaras de antes no son como las de hoy en día; en ese momento Justo yacía unos cuantos metros delante de los jinetes y tuvo que colocar el trípode de su cámara, calcular un buen ángulo, y tener la cabeza cubierta por un paño, todo eso para después de tomada la foto escapar de la justa de manera fugaz para no ser arrollado.
    En conclusión, recomiendo visitar esta exposición de arte contemporáneo para enriquecernos culturalmente, por más raro que suene, de nuestra propia cultura, porque siento que a pesar de que la exposición sea emblemática para historia ya no solo de Montería sino de Córdoba es muy desconocida e infravalorada, por ende, pienso que todos deberían darle una oportunidad.
    Ver la exposición de las fotografías del señor Justo Tribiño en un pequeño auditorio de la Avenida primera fue una muy grata sorpresa para mí, hay veces en las cuales tenemos cosas súper interesantes más cerca de nosotros de lo que creemos y no lo sabemos.
    Entrar en este museo que contenía muchas obras de tendencia fotográfica del autor Justo Tribiño fue algo inesperadamente fascinante, puesto que, conocí parte de la historia de la ciudad de Montería plasmada en papel. Había fotos de un poco de todo, podría empezar señalando las fotografías en las que se evidenciaba la obra arquitectónica de la ciudad las que a su vez mostraban como era la vestimenta de ese entonces, y gracias a estas mismas que sabemos cómo se veía la ciudad de Montería en esa época, así como sabemos de que manera se vestían nuestros bisabuelos.
    Entre otras fotografías que me llamaron mucho la atención fue la de la calle del comercio, y la de la misma avenida primera antes conocida como la avenida 20 de julio, también me gustó mucho la fotografía la cual desconozco un poco su contexto, sin embargo, vi que aparecen un par de jinetes sobre sus caballos y es emocionante imaginar la adrenalina que debía sentir Justo Tribiño a la hora de tomarla, en el sentido que las cámaras de antes no son como las de hoy en día; en ese momento Justo yacía unos cuantos metros delante de los jinetes y tuvo que colocar el trípode de su cámara, calcular un buen ángulo, y tener la cabeza cubierta por un paño, todo eso para después de tomada la foto escapar de la justa de manera fugaz para no ser arrollado.
    En conclusión, recomiendo visitar esta exposición de arte contemporáneo para enriquecernos culturalmente, por más raro que suene, de nuestra propia cultura, porque siento que a pesar de que la exposición sea emblemática para historia ya no solo de Montería sino de Córdoba es muy desconocida e infravalorada, por ende, pienso que todos deberían darle una oportunidad.

    ResponderEliminar
  11. Observar las obras de arte que saco el señor tribiño es una particularidad, que gratificante considero que fue asistir al museo y conocer sobre nuestra ciudad hace mucho tiempo atrás. Representaciones que demuestran como era nuestra querida tierra hace 100 años aproximadamente, muy asombroso ver nuestra procedencia, carreras de caballos, plazas de toros, el transporte fluvial, que chevere fue ver todas estas fotografías de todo esto, la atención fue muy buena, lleno mis expectativas la exposición de fotografías del señor tribiño. Otro punto que me gusto mucho fue observar como se movilizaba la economía en ese tiempo, y es poder conocer sobre la calle del comercio. Un lugar donde estaba centrado, toda la actividad económica de nuestro territorio.
    Me pareció super buena la visita a Muzac, conocer de donde venimos, quienes somos, nuestros antepasados, como vivían nuestros abuelos, bisabuelos, y poder representarselos a los más jóvenes.

    ResponderEliminar
  12. Juan diego vellojin
    Observar las obras de arte que saco el señor tribiño es una particularidad, que gratificante considero que fue asistir al museo y conocer sobre nuestra ciudad hace mucho tiempo atrás. Representaciones que demuestran como era nuestra querida tierra hace 100 años aproximadamente, muy asombroso ver nuestra procedencia, carreras de caballos, plazas de toros, el transporte fluvial, que chevere fue ver todas estas fotografías de todo esto, la atención fue muy buena, lleno mis expectativas la exposición de fotografías del señor tribiño. Otro punto que me gusto mucho fue observar como se movilizaba la economía en ese tiempo, y es poder conocer sobre la calle del comercio. Un lugar donde estaba centrado, toda la actividad económica de nuestro territorio.
    Me pareció super buena la visita a Muzac, conocer de donde venimos, quienes somos, nuestros antepasados, como vivían nuestros abuelos, bisabuelos, y poder representarselos a los más jóvenes.

    ResponderEliminar
  13. El pasado jueves fue mi visita al Muzac, quede algo sorprendida porque a mi parecer el lugar es algo pequeño y pensé que la estadía sería como mucho unos 15 minutos, pero cuando iba viendo cada una de las fotografías me iba tomando más tiempo, me había atrapado ese pequeño lugar que retrataba la historia de la región, una sociedad a finales del siglo XIX y principios del XX.

    Tal y como nos dijo la guía del museo (una mujer encantadora con una energía espectacular) estar ahí se siente como un viaje en el tiempo, a pesar de no ser monteriana y no haber crecido en esa tierra, observar el pasado de la ciudad y sus alrededores, los atuendos, los vestuarios de las personas, las calles y las casas campesinas de paja, se sintió familiar, uno nota la gran transformación que ha tenido Montería, el claro ejemplo es lo que era la calle del comercio y de la Avenida 20 de julio que prueban la explotación pionera y la naciente industria de la madera, así como el comercio de insumos. Por otro lado, las herramientas y construcciones adecuadas para el estilo de la casa monteriana, los medios de comunicación y servicios públicos, la demanda de textiles y confecciones, de hecho, un dato interesante es que antes la ropa era en su mayoría de colores tierra, como el café y el caqui porque se conseguía a través de los extractos taninos, que son sacados generalmente de la madera, la corteza y raíces de las plantas.

    La historia que más se llevó mi atención fue la de la chica llamada “perla del Sinú” en la fotografía que sale junto con su madre y las que tal vez eran sus amigas, se veía preciosa y ni hablar de los vestidos, el momento capturado es cuando fue presentada en sociedad (en el momento dije “es como Bridgerton pero monteriano” mientras contaban los hechos) pero no todo es lindo, porque ella muere en un accidente y su padre que era dueño de una de las compañías de esa época, al recibir la noticia se suicida, se dice que no pudo con la tristeza y la madre de ella después de esta tragedia decide encerrarse en la que era su casa hasta el día de su muerte.

    Por último, pero no menos importante, no estaría diciendo todo esto si no fuera por Justo Manuel Tribiño, que es considerado uno de los primeros fotógrafos afro del país y que dejó un legado invaluable en cada una de sus fotografías, plasmando parte de la historia y desarrollo de Montería, en donde se encontraba su laboratorio para crear todo este arte, porque él también fue dibujante, relojero, tallador, platero y profesor. Gracias a él tenemos fotografiado a la ciudad de hace 100 años.

    Nota: ojalá el blog permitiera subir fotos, estaría increíble mostrar la ilusión que se puede lograr en el museo, que es una fotografia que parece que uno también estuviera dentro de Montería de hace 100 años en blanco y negro.

    ResponderEliminar
  14. Personalmente nunca había tenido la oportunidad de apreciar el arte en un museo, y por primera vez vivirlo es un momento para llenarse de belleza pura, el conocer o entender la raíz de algo puede ser tan gratificante, y el simple hecho de que todo esto y mas pueda vivirse en monteria, esta perla del sinu es plenamente hermoso, aparte de eso es tan enriquecedor el simple de hecho de vivir la experiencia y tomarse la foto como si estuviera dentro de ese arte es simplemente bello, entender el de donde somos y ver para donde vamos creo que genera cierta alegría en todos al saber que podemos avanzar pero sin olvidar nuestro pasado, y poder evidenciarlo de esta manera es demasiado grato
    Lauren blanquicett

    ResponderEliminar
  15. No soy amante a el arte, pero poder apreciar este se convirtió en algo enriquecedor, y resulta ser gracioso cuando queremos explorar cosas mas nuevas e interesantes, y sin darnos cuenta tener arte pura y bella al frente de nosotros, nunca había tenido la oportunidad de evidenciar el arte de esta manera pero entenderlo, y observarlo en plena tranquilidad es placentero, observar como todo era antes y darse el momento de vivir esta experiencia aunque no es mi zona de confort me hizo sentir agusto, para aprender de cosas totalmente diferentes.

    Santiago Andrés De Mares

    ResponderEliminar
  16. este tipo de actividades me gustan por el hecho que debemos explorar cada rincón poco conocido y entender o conocer cosas de lo que no tenemos idea pero que han obtenido un significado valioso.
    cuando nos explicaban que gracias a Tribiño hoy tenemos fotografías de montería en esos tiempos, pude entender y comprender que tan importante es capturar momentos que en ese momento parecen ser nada para muchos, pero que más adelante podrán ser una joya valiosa, espero que todos tengan la oportunidad de conocer pequeñas cosas con grandes significados.

    ResponderEliminar
  17. Realmente no sabía de la existencia del Muzac, no sabía ni su ubicación aquí en la ciudad de montería, quizás para muchos fue algo común y corriente, porque no era un museo que contara con muchas exposiciones o que fuera grande y llamativo, pero para mí fue al principio tedioso ya que llegamos al lugar y no había quien nos guiara en el recorrido porque por más que las fotografías hablaran y lográramos entender que cintaban se necesita ese algo que me ayudará a conectar más.

    No fue hasta la llegada de la guía por decirlo de alguna forma, que pude finalmente conectar con la exposición, fue con ella que conocimos todo sobre las fotografías incluso que a Justo Tribiño se le llamó en esa época el lente pionero del río Sinú, resulta para mí curioso saber que fue gracias a un no nacido en estas tierra ya que sabemos que dicho fotógrafo provenía de Cartagena, es que podemos tener rastro de la Montería de hace cuarenta años, sus costumbres y algo del día a día como lo era ver a los niños con las cargas de agua por la calle del comercio de la ciudad, que para mí parecía todo menos una calle del comercio en realidad, de igual forma cuando nos contaron sobre el funcionamiento del tráfico del río conecte a un más con la fotografía, porque a simple vista era pues una foto de un barco, pero en realidad en esa foto estaba plasmado lo que solía pasar día tras día cuando el barco de la familia Chanel intentaba atracar, porque justo al lado del barco había un señor en una canoa ubicándolo en el lugar que lo podía hacer y que conforme a la historia no todos los días era el mismo lugar aveces incluso muy lejos de la orilla del rio y que para llevar todo lo que traía consigo se necesitaban otras embarcaciones pequeñas.

    En si para mi la experiencia fue inusual pero muy entretenida y divertida, pude conocer la historia de ls perla del sinu y toda la tragedia que conllevó su muerte, también ver cómo había influencia de Chanel en la vestimenta de la época y varías cosas más que tomaron mi atención, en conclusión sin lugar a duda lo volvería a hacer porque personalmente tengo un gusto por conocer las historias de los lugares en donde me encuentro y que más que está de vez pude hacerlo conectando con esas historias por medio de las fotografías de Justo Tribiño quien solo vino a trabajar pero que terminó regalándonos aquello que no nos va a dejar olvidar como eran los cimientos de la montería en la que hoy vivimos.

    Por Cristian Sánchez

    ResponderEliminar
  18. El pasado jueves me embarqué en la aventura de visitar el Muzac junto a un grupo de amigos. Honestamente no pensé que terminaría asistiendo a esta exposición —Ya había recibido la invitación, y constante, hasta el punto que la empecé a ignorar—, pero gracias a esta asignación me pude permitir la oportunidad de ir.

    «Justo Manuel Tribiño Sanchez fue un pionero de la fotografía documental en el Sinú» decía, como leyenda, en una de las primeras fotografías de la exposición. Esto me llevó a preguntarme: ¿Quién se encarga actualmente de la fotografía documental en esta zona? Encontré que existe el Centro de Documentación Regional 'Orlando Fals Borda' en Montería, y fue un pequeño alivio para mí, porque por un momento sentí una presión en el corazón al pensamiento de que esta pequeña ciudad no tuviera un gran archivo con toda su historia. Pero fuera de la actividad institucional, espero que algún particular, como Manuel Tribiño, maneje algún archivo 😓 A mi, sinceramente, no me apasiona la fotografía documental como actividad para ejercer, pero por razones de comunidad y cultura, realmente aspiro a que alguien sí lleve algún archivo.

    De vuelta a la visita del jueves: woah. Espero que mis amigos no lo hayan notado, pero al ver la gran fotografía de la Calle 30, la calle del comercio, se me encogió un poco el corazón. Es una calle que conozco, visito y frecuento desde que nací, por el trabajo de mis padres. Aún hoy la visito casi que a diario, y la verdad fue muy bonito ver cómo era esa parte de la ciudad hace más de cien años y los habitantes: adultos y niños vestidos con pantalón y camisa, sombrero panameño y zapatos lustrados. Me recordó un poco a las fotos antiguas que he visto de mi abuelo. Pero a pesar de el impacto que dicha foto generó en mi, mi favorita fue la de Librada Luisa Sliger Vergara “La diosa del Sinú” en sus quince años junto a su madre Librada del Carmen Vergara “La perla del Sinú” y su corte. Esa foto fue una revelación 😭 He de admitir que no conocía el origen de nombre de esta ciudad, naturalmente lo supuse por la ubicación geográfica y la fauna, pero desconocía que provenía del apodo de esta señora.

    En fin, fue una experiencia interesante la verdad.

    #dato: las fotos d ese día, por si alguien quiere verlas 💗
    https://drive.google.com/drive/folders/1yE0kPCcpPsPwina4mROYkkBWlSGNQJfM

    Por daniela vergara!

    ResponderEliminar
  19. ¿Es posible sentir nostalgia por un tiempo no vivido? Un tiempo del que no solo uno nunca fue parte, sino que todos sus vestigios han sido eliminados por el implacable avance de la sociedad, aquellos momentos en que el mundo era tan reciente que muchas cosas carecían de nombre, y para nombrarlas había que señalarlas con el dedo, tal vez no tan así, pero de hecho si es posible, para describir esta sensación esta la palabra “Anemoia”, ese anhelo, esa falta que hace una experiencia que nunca se vivió propiamente, pero de la cual uno conoce y es consciente, es una prueba de lo extraordinario de la mente humana pero creo que aun mas de lo conectados que estamos, de lo universalmente comunes que son muchas de nuestras experiencias, vivencias, alegrías, sufrimientos, todas esas cosas que existen y vivimos en el ahora pero también vivió gente en el pasado con experiencias análogas, con vidas paralelas tan cercanas que en un futuro podrían ser confundidas, el pasado es un concepto extraño, un evento anterior al momento actual del que somos conscientes, es decir, algo que como lagrimas en la lluvia se mezcla y confunde con la gran cantidad de información que nos traen el presente y futuro, pero con una cualidad especial, deja marcas que pueden determinar el porvenir y aun así, es algo que no existe si uno no es consciente de él, yo que no era consciente de esta realidad de mi propia ciudad, la única en la que he vivido mis 18 años de vida, uno podría preguntarse que derecho tengo a llamarme Monteriano, pero gracias a esta iniciativa me di la oportunidad y fui a descubrir, quede maravillado, es claro, porque? ¿Por imaginarme las luchas de un colectivo en una sociedad tal vez más simple pero precisamente por eso con mucho más que hacer que en la de ahora? Si; ¿Por pensar en los hombres que se buscaban el pan en la calle del comercio? ¿Aquellos que bebían todo el día en la plaza de toros? ¿O se entretenían en familia en la plaza pública? ¿También, por aquellos que tomaron la ardua labor de formar el camino a cerete? Si, si SI, todos ellos, figuras de inmenso valor que el hombre protagonista de la exposición se encargo de plasmar, de darles a cada uno de ellos la dosis de infinito que sus vidas, humanas pero eternas merecen, fue ver en un mismo plano una nueva parte, como si descubriera nuevos dioses de una mitología, de la historia nuestra revelarse ante mi y mostrar la formación del lugar que hoy llamo hogar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y veo así a Tribiño en la portada del folleto que recibí en el museo, con su expresión melancólica grabada de inmensidad, siento su deseo, veo en la composición de su foto un sentir claro, siento ese desaliento impotente, su desilusión colérica expresándose, con el mundo, con la humanidad, con Dios si hay también, reclamándole por las trece Rosas, exigiéndole a la existencia misma porque las dejo marchitar, preguntándole al cielo tal como Úrsula “si de verdad creía que la gente estaba hecha de fierro para soportar tantas penas y mortificaciones”, es una imagen poderosa que siglos después aun lacera, esa mirada que a la vez esta revestida de inmensidad, en su auto-fotografía siento la inmensidad de la historia, del espíritu humano, encarnado no en un general de guerra, no en un líder político, en una persona, en un hombre que tomaba fotos en un momento en que eran aun un arte en pañales, mas en estas zonas donde el tiempo funciona de maneras bizarras y siento que ya lo he visto, como digo, su expresión, su frustración ante la tragedia humana que no hace más que repetirse y como plasmo tantas veces, como en el caso de Librada y aun así nos quedan estas pruebas de dolor, para aferrarnos a nuestro pasado, para que no se desvanezcan en el oscuro limbo que es el olvido debido al paso del tiempo y la mente humana que no esta facultada para vivirlo sin ayuda, gracias a esta exposición, ahora existe historia para mí, ahora Montería en esos años no es un lugar vacío, un vacío negro esperando que mis padres vinieran del campo para iniciar su historia, ahora sus cimientos tienen forma, ahora se (solo un poco) de las penas, lujos, bellezas, diversiones, pasiones de la gente que piso estas tierras antes de que siquiera la concepción de uno fuera una idea, somos fugaces en el tiempo pero al mismo tiempo estamos aquí e importamos y viendo estos testimonios de vida sin una sola palabra escrita, solo mostrándome eventos cotidianos, lugares de la ciudad, me seria imposible negar que por ese momento fueron las personas más importantes que jamás existieron, el maestro Tribiño fue un artista que les dio el lugar con sus fotografías, a todos estos eventos y vivencias consumidos con el voraz paso del tiempo, que hoy, con esta exposición, con estas visitas realizadas, vuelven a existir tal y como si ocurrieran de nuevo , tras 200 años de soledad (esa soledad que solo se causa cuando se olvida el pasado) la Montería de esos tiempos vuelve a estar viva y con ella la humanidad se vanagloria una vez mas de conocer, un poco de su historia, de una pequeña población de departamento cordobés, que representa todas las poblaciones humanas que han existido y a la vez es como ninguna otra, pues aunque su gente fuera de carne y hueso como en cualquier otro lado, solo aquí y de nuevo gracias a Tribiño tenemos de recuerdo estas perlas que iluminaron el Sinú.

      Eliminar
  20. La exposición en el Muzac sobre la obra de Justo Manuel Tribiño ofrece una mirada interesante al pasado de Montería. Las fotografías de Tribiño capturan momentos clave de la ciudad en su proceso de cambio, desde sus primeras calles hasta la aparición de nuevas construcciones, mostrando tanto las influencias extranjeras como el desarrollo propio de la región. La exhibición no solo permite un recorrido visual por la historia de la ciudad, sino que también hace reflexionar sobre la cultura y la identidad de Montería. Es una muestra de cómo el arte puede conservar y transmitir la historia y evolución de una comunidad.
    Julián Pantoja vidal

    ResponderEliminar
  21. Fue una experiencia nueva y gratificante, aunque de no ser por la profesora de sociología creo que nunca se me habría pasado por la mente visitar esta galería con esta hermosa exposición a mi parecer, pero es inexplicable la manera en que en el transcurso de la exposición me invadió la constante sensación de nostalgia al ver todas estas fotografías y la historia del señor José Manuel Tribiño, como este a través de la fotografía guardo miles de recuerdos e historia sobre la ciudad de Montería para las futuras generaciones.
    Me fui con muchas ganas de volver a Muzac a apreciar nuevas exposiciones que nos brinden y con ganas de por fin comprar una cámara para poder fotografiar todo lo que me parezca fascinante.
    Att. Luisa Fernanda Barrios Negrete

    ResponderEliminar
  22. Las fotografías de Tribiño no solo tienen valor artístico, sino también documental. A través de su lente, ha logrado inmortalizar momentos que reflejan la identidad de la región, sus tradiciones, y los desafíos que enfrenta su comunidad. Su trabajo actúa como un archivo visual que permite a las futuras generaciones entender y apreciar la evolución de su entorno.

    Exponer las fotografías de Tribiño en el Museo MUSAC de Montería es un reconocimiento a su contribución al patrimonio cultural local. Es una oportunidad para que tanto los residentes como los visitantes se conecten con la historia y el presente de la región a través de las imágenes, que van más allá de lo estético para contar historias profundas y significativas.

    ResponderEliminar
  23. Una exposición grata, por la cantidad de información que desconocía de mi ciudad natal que gracias a triviño por medio de sus fotos pudo dejar plasmado ese legado tan importante que todos como monterianos deberíamos conocer, sus fotos son la Clara demostración de todo el vance que ha tenido esta ciudad que aunque es pequeña tiene todo el encanto del mundo.
    La exposición marcó un antes y después en la percepción que tenía sobre la ciudad, dandome cuenta del enriquecimiento cultural que tenemos

    Yulieth Arboleda Agudelo

    ResponderEliminar
  24. Para ser honesta, no tenía la menor idea de que en Monteria existiera tanta historia, y mucho menos, un medio que la contuviera. Pero me parece maravilloso que nosotros como cordobeses, y aún más siendo Monterianos, nos tomemos la tarea de indagar más allá de lo que vivir en nuestra época nos puede permitir.

    Encuentro fascinante la coalición de realidades con la que nos encontramos, un mundo que imaginaríamos en las películas, y que estuvo situado justo debajo de nuestros pies. Me enamoré de la historia de Monteria, y no cabe duda de que creo que podría ser mucho más explotado, además, estoy segura de que hay muchas más cosas por conocer y aprender que aún no sabemos.

    Siempre he pensado que Monteria podría ser un sitio turístico mucho más evolucionado si todo este sector de la Avenida primera, que es justamente donde está ubicado el museo, lo atractivo de los poanchones, y justamente esta historia de Monteria fuesen aprovechados.

    ResponderEliminar
  25. La visita al MUZAC fue una de esas actividades que estoy seguro que si no fuera obligatorio, jamás asistiría ni le dedicaría tiempo, sin embargo, al igual que pasa con los libros, una vez abres esa puerta y empiezas a ver y comprender esos primeros destellos te invade mucho esa curiosidad y las ganas de seguir profundizando en dicha experiencia. En mi opinión, esta clase de actividades, por una propia cultura mal orientada, las solemos desarrollar con mucho más entusiasmo cuando la historia que nos cuentan es ajena a la nuestra, incluso pensamos que nuestras raíces no tienen tanta relevancia ni fundamento como las extranjeras y, por ende, no hay nada interesante que ver o aprender, no obstante, exposiciones como la de Justo Manuel Tribiño, uno de los primeros fotógrafos afro del país, cartagenero, que tras su larga aventura por las tierras del Sinú termina estableciéndose en la capital y creciente población en aquel entonces de Montería, nos brinda un viaje en el tiempo a través de su lente, relatándonos a través de su fotografía la historia, las costumbres, la arquitectura, los avances tecnológicos y la cultura de aquella época.

    Gracias a esta exposición pude descubrir parte de la historia de mi tierra natal, como la razón del porqué Montería recibe el nombre de "La perla del Sinú", y esto se debe a un poeta enamorado de una jovencita de rasgos muy bellos y nada típicos de la zona, Librada del Carmen Vergara, mujer fotografiada por el mismísimo Justo Tribiño, donde se refleja las vestimentas tan características de la época como el uso de tiaras, pendientes, collares y largos vestidos. Otro punto a resaltar y que llamó mucho mi atención, corresponde a la construcción del camino que conectaría a Montería con Cereté, un destino que hoy día solo tarda 30 minutos, en aquel entonces representaba un viaje de 5 horas para las diligencias. Por último quisiera añadir la "selfie" que Justo Tribiño se realizó el 5 de Agosto de 1939, el cual siendo pionero en este estilo, representó su preocupación y tristeza al oír por la radio el fusilamiento de "las trece rosas", añadiendo incluso en la preparación de la foto, un calendario que permitiera al espectador conocer el trasfondo de dicha imagen inmortalizada.

    En conclusión me gustaría reflexionar sobre la falta de pertenencia y sentido de valor que tenemos sobre nuestra propia cultura, una historia llena de grandes relatos que si logramos fortalecer y promover podríamos incluso comercializar y establecer como punto turístico acompañado de bellas zonas verdes y cuerpos de agua como lo representa la Avenida Primera y sus calles que la rodean con vestigios vivientes del pasado. Todo esto demuestra que no nos damos cuenta del tesoro que tenemos ante nosotros, y que lastimosamente si no fortalecemos y logramos promover en nuestras generaciones esta serie de movimientos culturales, terminarán por esfumarse con el pasado, perdiendo conocimiento y parte de nuestra esencia e identidad.

    ResponderEliminar
  26. La visita al muzac fue una de las experiencias más increíbles en mi vida porque es como remontarse a los inicios de tu ciudad natal, ciudad que te vio nacer, fue vivir la historia como si fuera hoy. Me encantó la experiencia de saber un poco sobre cómo era la sociedad de la época y que costumbres tenían, también las historias que están detrás de unas simples imágenes. Retratar cada momento equivale a tener una muestra para las futuras generaciones, en vez de ver la fotos i retratos como algo banal o superfluo, lo que no sabemos es que las futuras generaciones verán que cambios ha sufrido la sociedad , cuales son los nuevos avances, cuales eran las tradiciones, es una muestra de lo somos.
    Algo que también quiero resaltar fue quien nos explicó la exposición, quien con tanto carisma demostró tener un dominio del tema y así vez disfrutar este pequeño espacio conociéndonos un poco más.

    ResponderEliminar
  27. Tener la oportunidad de asistir a la exposición de Justo Manuel Tribiño Sánchez, es poder abrir una ventana hacia el pasado y la historia de la ciudad que me vio nacer.
    Hablamos de las primeras décadas de 1900, cuando Montería era tan solo un proyecto incipiente de la ciudad que es hoy en día, que aunque para muchos puede seguir siendo pequeña, al compararla con tan importantes documentos históricos, podemos descubrir lo mucho que ha crecido.
    Desde aquellos paisajes casi rurales y de alguna manera "macondianos", hasta la manera en que vestían sus habitantes, que sorprendentemente llegaban a usar saco, sombrero y corbata, son aspectos que dan testimonio de la capacidad transformadora que podemos llegar a tener como sociedad.
    Sin duda somos muy afortunados y debemos estar agradecidos con quienes se han encargado de preservar dichas imágenes y por supuesto, con el hecho de haber contado con el lente de Tribiño, considerado el primer fotógrafo documental que tuvo a bien establecerse en esta tierra y de quien me atrevo a decir, quizá visionó en lo que podría llegar a convertirse.
    Att: Álvaro Potes García.

    ResponderEliminar
  28. En la exposición de las fotografías de Tribiño en el MUSAC de Montería, me impactó profundamente cómo su trabajo va más allá de lo estético para capturar la esencia misma de la región y su historia. Las imágenes no solo documentan momentos cruciales, sino que actúan como un puente entre el pasado y el presente, dándonos la oportunidad de conectar con la identidad y las experiencias de quienes vivieron antes que nosotros. Al contemplar su obra, pude sentir la inmensidad de la historia y la humanidad reflejada en cada composición, reviviendo a través de ellas la Montería de tiempos pasados.

    ResponderEliminar
  29. Isabel Sofía Mercado Pacheco9:34 a. m., septiembre 05, 2024

    El ir a un museo es una actividad que muy poco aplicarían aquí en Montería para escapar de la realidad, una salida de amigos o una cita, pero agradezco la oportunidad de realizar algo nuevo en medio de lo monótona que puede ser la universidad; El poder ver así sea una pequeña parte de lo que fue años anteriores nuestra hermosa perla del sinú, como adquirió este nombre, como era la infraestructura de las casas debido a la diferencia climatica entre antes y ahora, a demás como se relaciona panamá con la ciudad, no puedo decir que quisiera haber nacido en esa epoca porque sería una total mentira, lo único que quisiera de antes es el clima fresco, porque, con estos calores Dios mío.
    Uno de los puntos que más destacó de la exposición es el papel de la esposa del fotógrafo, como gracias a ella pudimos, hoy, visualizar un retroceso a esa época; igual como la expositora lograba mantenernos conectados con la historia y al final hacernos un recuerdo fotográfico como si estuviéramos dentro de una de las fotografías.

    ResponderEliminar
  30. La Exposición Muzac dedicada a Justo Manuel Tribiño fue increíble de ver, y siento que incluso para personas que no son fanáticas del arte, resultaría un buen plan, una buena cita, o incluso una interesante distracción.

    Plasmasr la esencia de algo en una imagen, es difícil, pero Tribiño lo hace una manera excelente, no hay límite para la creatividad, y tampoco hay límite para expresar aquello que sientes, cuando se le pone el suficiente empeño a algo, siempre resulta fascinante.

    Lo interesante de esto, es que no importa la edad o la experiencia en arte que tengas, porque siempre podrás detallar cada pieza desde tu propia imaginación y perspectiva, por lo tanto no existen las excusas para no asistir a una muestra de arte de cualquier índole, porque cada quien entiende el arte como le resulta mejor, y nunca estarás equivocado cuando de subjetividades de trate.

    Fue una gran experiencia, que se repita!
    By, Luz Angela Chima

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja tu comentario aqui:

Entradas populares de este blog

UNA FAMILIA -BOTERO