Puede que haya algo mal conmigo", le dijo una paciente a la psicóloga Deborah Luepnitz . "Cuando no hay un hombre en mi vida, me siento vacía e indigna de ser amada, y casi no disfruto de nada. Cuando me acerco a un hombre, me siento asfixiada (...)". A Luepnitz, quien relata esta experiencia en "Los erizos de Schpenhauer: la intimidad y sus dilemas", se le ocurrió contarle la parábola que inspiró el nombre de su libro. Y esa paciente -como otros más que acudieron a ella con problemas similares- la halló "reconfortante".Lo cual es curioso, pues el autor del que se conoce como el dilema del erizo más que reconfortante era un poco espinoso. Arthur Schopenhauer es a menudo descrito como "el filósofo del pesimismo". Como pensador joven y radical en Alemania a principios del siglo XIX, despotricó contra las ideas dominantes, desestimando al eminente filósofo Georg Hegel como un charlatán pomposo y reaccionando contra su idealismo absoluto. La ide...