Ir al contenido principal

Artículo de Daniel Pardo

 Cuando en Colombia se habla de política, como en otros países latinoamericanos, se suele pensar en lo que ocurre en el centro de la capital, en este caso alrededor de la Plaza de Bolívar de Bogotá. Pero hay otros poderes casi tan importantes, alejados de ahí, que no generan la misma atención.

Cada región de Colombia tiene sus propias castas: una familia o un grupo empresarial que maneja no solo las dinámicas del poder formal y legal, sino que muchas veces también entiende las formas del poder ilegal.

Y es en la relación entre estas élites regionales y las bogotanas donde se gesta gran parte de las decisiones en este país fragmentado y diverso.

Laura Ardila es una periodista de Cartagena que llegó a Bogotá hace 20 años para trabajar en la sección política de dos de los medios más prestigiosos, El Espectador y La Silla Vacía.

Se fue para Barranquilla, la ciudad más grande del Caribe, e hizo una larga investigación sobre la familia Char, dueña de supermercados, el equipo de fútbol y un largo etcétera de importantes entidades de la región, y que desde hace dos décadas gobierna en la alcaldía.

Ardila escribió entonces un detallado perfil del clan, su auge político y su interacción con el poder en Bogotá, que iba a ser publicado por Planeta.

Firmaron un contrato, pero cuando el libro estaba listo, la editorial española decidió no publicarlo, porque según dijo en un comunicado "era un texto con importantes riesgos que, como empresa, decidimos no asumir".

Lo que muchos vieron como un ejercicio de censura se convirtió en un escándalo político. Ella recibió amenazas y entró en depresión, pero terminó 2023 no solo con el libro publicado por una editorial independiente (Rey Naranjo), sino consagrada como la "periodista del año" por los premios Simón Bolívar.

¿Por qué dices que para entender el poder en Colombia hay que mirar las dinámicas de poder local?

Ejerciendo en Bogotá noté que en el periodismo había una idea de que la política era lo que ocurre en la capital, en el centro, y que lo demás, lo que ocurría en la periferia, era secundario.

Pero con el tiempo me di cuenta que eso que se creía secundario era en realidad fundamental para entender el poder en Colombia, porque es allá donde se concretan los nexos criminales con la política, donde empieza el narcotráfico, donde está la compra de votos que define elecciones.

Luego leí una teoría del economista estadounidense James Robinson, experto en Colombia, según la cual en este país hay democracia dependiendo de donde tú te pares.

Porque una cosa es el centro de Bogotá, donde están todas esas cortes y entidades estatales, y otra es Bosconia, Cesar, donde el clientelismo define el poder.

¿En qué se diferencian y asemejan las élites centrales y regionales?

Son dos caras de la misma moneda.

Ambas se alimentan, no solo electoralmente, sino también en lo que se refiere a sus negocios.

Su relacionamiento es, de alguna manera, el único vínculo que pueden tener las regiones con el Estado central.

Algo interesante, sin embargo, es que cada vez que hay un cuestionamiento legal, judicial, político sobre esos nexos, la culpa recae sobre la élite regional, y no la bogotana, que al final se lava las manos con la idea de que los corruptos son los de la periferia.

Ejemplos es lo que hay. Y es una dinámica perversa porque evidencia un desprecio por las regiones.

Se dice que las élites en Colombia son como monarquías, donde todo se hereda. Pero también se habla de sistemas feudales, donde una élite domina el poder de una región sometida. ¿Cómo entran esas teorías en tu análisis?

Hay un poco de monarquía y un poco de feudalismo en las élites que gobiernan este país.

En ambas élites es fundamental el carácter hereditario, no solo del patrimonio, sino también de la vocación de poder.

La gran diferencia entre las élites regionales y centrales es que las regionales son caciques electorales, despensas de votos, mientras que las de Bogotá no tienen mucho contacto con la gente: su poder es quizá más potente, porque es el de tomar las decisiones del país.

Cuando las élites regionales tienen aspiraciones muy grandes, o se vuelven incómodas para las élites centrales, les suelen cortar la cabeza.

¿Pero entonces no tienen autonomía estas élites?

La tienen hasta que empiezan a ser incómodas. Por eso les resulta más eficiente articularse a los intereses de Bogotá.

¿Álvaro Uribe, presidente entre 2002 y 2010, que era de una élite rural en Antioquia, es un caso semejante?

Con diferencias sustanciales, pero sí, claro.

Uribe representa el auge de una élite que de alguna manera no había llegado al poder y se alió estrechamente con las élites bogotanas para hacerlo.

¿Qué tan viejas son estas dinámicas de poder?

Mucho. Se puede decir que existen desde la Independencia, porque Colombia siempre ha sido un país desarticulado, o articulado a través de estas conexiones interesadas de sus élites.

Pero son también dinámicas que han cambiado mucho, que van mutando.

Un punto central para entender su manera de actuar hoy, y el cierto grado de autonomía que han logrado, es el momento en que los alcaldes y gobernadores se empiezan a elegir por voto popular (1988) en lugar de ser nombrados por el presidente.

Pareciera que todo esto se remonta al viejo dilema de que Colombia no termina de definirse entre un país centralista o descentralizado.

Así es. Y vuelvo a citar a James Robinson: todos los males de Colombia surgen de las formas de gobierno que nacen de esa disyuntiva.

El narcotráfico, las guerrillas, los paramilitares son manifestaciones de un país desarticulado que no logra controlar sus diversos focos de poder.

Así como son funcionales para el poder en Bogotá, ¿son estas élites regionales funcionales a la gente? ¿Qué tanto representan políticamente?

Estas élites, con toda y su forma de actuar cuestionable, terminaron convirtiéndose en intermediarios entre el Estado y las clientelas, o sus votantes.

Es perverso, porque entre más necesidad haya, entre más pobreza o precariedad de la infraestructura, más réditos políticos le pueden sacar las élites.

Ellos le resuelven problemas a la gente que no logra resolver el Estado y esas ayudas son retribuidas en forma de votos.

Si tu calle está sin pavimentar, y un cacique electoral llega y te promete pavimentarla y lo hace, la gente vota por ellos.

¿Eso explica por qué a algunos de estos caciques la gente los adora, incluso los celebra cuando salen de la cárcel?

Claro. Y no es porque la gente sea corrupta, o bruta, sino porque estos políticos le han resuelto problemas.

Entonces, sí, la democracia colombiana es falaz, es una ilusión, porque está determinada por el dinero, pero también es un sistema que funciona y tiene resultados en algunos sentidos.

¿Eso también explica que sea tan difícil llegar al poder siendo un outsider?

Hay excepciones, hay casos de alcaldes en Bogotá o Cartagena que llegaron al poder con golpes de opinión.

Pero en general, sí, sin entender estas dinámicas corruptas y clientelares, sin apelar a ellas, no es factible llegar al poder.

Por eso es que el cambio tiene que ser estructural y pasa por una reforma política que modifique, que regule, la financiación electoral.

Recuerdo que hace dos años, tú fuiste de las periodistas que denunció el apoyo de élites regionales cuestionadas a la campaña de Petro.

El caso de Petro es un buen ejemplo de cómo un movimiento ajeno a las prácticas tradicionales de la política las necesita, se adapta a ellas, para poder llegar al poder.

Petro se lanzó dos veces antes a la presidencia y no logró ganar sino hasta que llegó un político tradicional, Armando Benedetti, que le organizó la agenda y le estableció la relación con estos grupos de poder.

Otro ejemplo que explica las formas de estos poderes es el transporte: en un país tan difícil geográficamente, si tú no llevas a la gente a votar es muy difícil que lo hagan.

Quizá es porque no tienen dinero para pagarlo, o tal vez culturalmente no tienen la costumbre de votar, pero si no es con ese empujón la gente no vota.

¿Cómo diferenciar la naturaleza normal de la política con esto que tú llamas cuestionable?

Las transacciones son parte del ejercicio normal de la política. Hay un arte en el negociar, en conciliar posturas y llegar a acuerdos y estar dispuestos a sacrificar algo a cambio de una ganancia.

Eso es la política, acá y en todas parte, y hay un margen ahí para la viveza. Lo vemos en vivo y en directo en las sesiones del Congreso.

Otra cosa es la corrupción electoral, que es un cáncer, porque como requiere usar grandes sumas de dinero, está dispuesta a acudir a fuentes oscuras de recursos. Y eso está sancionado por la ley.

Para hacer política tú necesitas grupos, expertos, gente en la calle repartiendo volantes. Y eso no es irregular.

Lo que sí es ilegal es usar dinero ilegítimo, obtenido a través del narcotráfico, por ejemplo, para llegar al poder.

Comentarios

  1. Colombia presume ser un país autónomo y democrático, pero la falta de sensibilidad y respeto con su sociedad es inmensa. Vemos como la sociedad civil es víctima del estado y sus deschatez para gobernar, no es generador de un país libre en igualdad y oportunidades, los altos cargos y la vida digna solo está permitido para las personas de estatus alto, que ni siquiera son merecedores por su esfuerzo y profesión, sino solo son herederos de su mismo estatus. Colombia merece más, su sociedad civil merece orientación conocimiento para saber escoger su gobernador y no en cada elección o situación ser víctima de engaño,dando paso a un futuro destinado al fracaso y miseria, no sólo económica sino espiritual.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María Del Mar velasco correa
      Concuerdo con la autora, ya que es claro los puntos que expone sobre el voto y la política en el país.
      En Colombia no existe una política que podamos afirmar o asegurar democrática, ya que está se ve viciada o alterada por muchos factores, la democracia para el pueblo colombiano se convirtió en una situación en la que es más importante lo que hacen por ellos los políticos que sus ideales sociales, Colombia gira a través de un interés material, ya que es la única forma de ver realizadas obras de su interés común.
      Eso no implica que un gobernante que sube al poder a través de sus ideales haga un mal trabajo, pero el pueblo hoy día no se centra o fija su decisión libre o bien llamada democracia en los ideales que tendrá que acoger la sociedad más adelante, si no en lo que pueden realizar por ellos, aún cuando se sabe que un proceso democrático debe contar tanto con el razonamiento de la ideología y lo material que propone un gobernante para poder llevar acabo esa adaptación de los cambios sociales posteriores, esa debe ser la esencia, un gobernante que tenga ideologías acordes a las que el pueblo necesita.

      Eliminar
    2. El planteamiento que hace la autora me resulta bastante acertado, trae a colación eso de lo que rara vez se habla o que ya todos dan por sentado y es que en realidad el poder está concentrado en unos pocos (las elites) la parte cuando habla sobre los caciques electorales "Si tu calle está sin pavimentar, y un cacique electoral llega y te promete pavimentarla y lo hace, la gente vota por ellos." Es real, cuando los pueblos están en épocas de elecciones puedes escuchar a las personas decir que van a votar por quien arregle la calle o le de la plata para la liga, honestamente siento que el problema no solo son los corruptos también son todas esas personas que están bien con ello solo por mantener el status quo y no hacer nada para cambiarlo, en conclusión siento que es un artículo rico en información y nos permite introspeccionar un poco sobre que tan correctas son las cosas que tenemos normalizadas como ciudadanos Colombianos.

      Eliminar
    3. El comentario anterior (hecho a la 1:07pm) fue escrito por Elisa Alejandra Jiménez Flórez

      Eliminar
  2. IBETH RAMOS CABRALES
    Colombia presume ser un país autónomo y democrático, pero la falta de sensibilidad y respeto con su sociedad es inmensa. Vemos como la sociedad civil es víctima del estado y sus deschatez para gobernar, no es generador de un país libre en igualdad y oportunidades, los altos cargos y la vida digna solo está permitido para las personas de estatus alto, que ni siquiera son merecedores por su esfuerzo y profesión, sino solo son herederos de su mismo estatus. Colombia merece más, su sociedad civil merece orientación conocimiento para saber escoger su gobernador y no en cada elección o situación ser víctima de engaño,dando paso a un futuro destinado al fracaso y miseria, no sólo económica sino espiritual.

    ResponderEliminar
  3. Valeria A. Quintero Colon9:58 a. m., enero 26, 2024

    El artículo sostiene que las élites colombianas tienen un gran poder y control sobre el país, y que este poder se basa en la riqueza, el privilegio y la conexión con los círculos de poder. Estas elites que se encuentran presentes desde la época colonial, han ejercido esa presencia que el estado en algunas partes del país ha estado ausente en mucho tiempo. Así como lo habla Laura la elite ha presentado una ayuda que ha sido negada por tanto tiempo, dando solución a muchos inconvenientes que el estado en mucho tiempo se hace del oído sordo.
    Esto ayuda a que la elite siga teniendo un auge a nivel territorial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. MANUELA BOADA BARBOZA

      Muy de acuerdo con esta perspectiva del artículo, muchas veces el poder reside y se mantiene en las élites esencialmente por la labor que desempeñan en las comunidades y regiones dónde estás de alguna manera ofrecen la solución que el pueblo espera obtener del estado, y esto refleja la ineficacia que prevalece en los gobiernos los cuales deberían buscar una reformacion en su estructura política y un mejor control en los roles que le corresponden a cada uno como representantes de la democracia colombiana.

      Eliminar
  4. MANUELA BOADA BARBOZA

    La reflexión sobre las dinámicas de poder en Colombia expone una realidad compleja, donde las élites regionales desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones. Existe una dualidad entre las élites centrales y regionales aunque aparentemente, se ve condicionada por su necesidad de alinearse con los intereses de Bogotá para mantener su posición.
    Las élites regionales, a pesar de sus métodos cuestionables, se han convertido en intermediarios entre el Estado y la población, ofreciendo soluciones a problemas no resueltos por el gobierno central. Esta dinámica, aunque es funcional en términos políticos, plantea interrogantes sobre la verdadera representación democrática.
    La conexión entre poder, necesidades sociales y votos revela la complejidad de la democracia colombiana, donde el cambio estructural y una reforma política son fundamentales para abordar la financiación electoral y reducir las prácticas corruptas.Casos como el de Petro ejemplifican cómo movimientos externos a la política tradicional necesitan adaptarse a estas dinámicas para acceder al poder.
    Al final, es necesario comprender y buscar reformas estructurales que permitan fortelecer la democracia colombiana.

    ResponderEliminar
  5. MARIA CAROLINA PEÑATA ÁLVAREZ
    Tal como lo menciona el texto , a la vista externa somos una misma moneda, sin embargo entre sus caras cuenta con una diferencia abismal en todos los campos. Las elites no son un secreto para nadie y si bien es cierto que se busca la democracia , solo los más situados como por ejemplo la ciudad capital (Bogotá) son quienes tienen la posibilidad de que sus necesidades se escuchen en canales de televisión o distintos medios de comunicación, y entonces ¿en qué parte queda la cara rural o regional de la moneda que también tiene un conjunto de necesidades?
    Esta situación ha conllevado a que las zonas rurales busquen resultados o medios que los aseguren, para estás zonas es más confiable el cacique, líder o cualquier otro candidato, que pavimente la calle, que haga el salón comunal o el parque de los niños, que la democracia en si, tal como lo afirmaba la autora.
    Sin duda alguna Colombia es un país políticamente dividido y no solo en partidos políticos, también en cuanto a la priorización de necesidades y esto ha Sido un factor fundamental para que los grupos al margen de la ley entren a mediar en pueblos alejados de la zona urbana, cumpliendo sus necesidades, y así ganando la confianza de las personas.
    Entonces la pregunta es ¿Realmente hay o democracia? O ¿Es más importante la democracia o las actuaciones que tienen los entes estatales para solucionar problemas en las comunidades? Sin duda la respuesta es que ambas van tomadas de la mano pero falta ese hilo o ese hecho que los una para que se constituya o podamos hablar de una democracia, de personas que conozcan realmente este término y esto solo se logra atendiendo necesidades sociales de todas las comunidades del país aunque sea de manera progresiva.
    Colombia necesita que escuchen, atiendan y cumplan sus necesidades, realmente se necesita dejar de priorizar ciertas zonas o darle toda la atención a algunas, la democracia no solo es en la zona central, la democracia es un país que debe estar unido y no separado en ningún tipo de elite.

    ResponderEliminar
  6. Jocabed Guerra Lobo8:34 p. m., enero 26, 2024

    En la actualidad, el debate sobre el centralismo versus la descentralización en Colombia se centra en encontrar un equilibrio entre ambos modelos. Se busca fortalecer la autonomía regional sin debilitar la unidad nacional, y garantizar la eficiencia y la equidad en la gestión pública, mi opinión como estudiante lo veo y lo pongo en este punto ya que me parece importante para reflexionar sobre este tema tan complejo. Que es fundamental que todas las partes interesadas participen en el debate y que se busquen soluciones que beneficien a todos los colombianos, ya que esta centralización del poder invisibiliza las realidades y necesidades de otras regiones. Los departamentos y ciudades periféricas, con sus propias problemáticas y dinámicas sociales, quedan relegados a un segundo plano, como por ejemplo a las comunidades afrodescendientes, indígenas, campesinas y de otras zonas apartadas tienen dificultades para ser escuchadas y tener una representación efectiva en el escenario político nacional. Sus necesidades e intereses no siempre se ven reflejados en las agendas y políticas públicas. Para concluir con mi opinión en este escrito no estaría demás decir que la centralización del poder en Colombia limita la participación democrática y la construcción de un país más equitativo. Es necesario un cambio de paradigma que apunte hacia la descentralización, la inclusión y la participación activa de la ciudadanía. La universidad y los jóvenes tenemos un papel fundamental en este proceso de transformación.
    JOCABED GUERRA LOBO

    ResponderEliminar
  7. El anterior artículo es uno de mil llamados de atención que deberíamos hacernos al momento de pensar en la desigualdad o estar en situaciones que nos lleven a ella. Es momento de tomar una decisión radical que haga un cambio enorme en lo que por mucho tiempo ha estado mal, pero lo hemos maquillado con el nombre de "tradición". Nos quejamos de la falta de oportunidades, pero muchas veces somos nosotros mismos quienes cerramos esa puerta de oportunidades cuando nos dejamos comprar por grupos élites, por caciques o por el hijo de la familia más importante de nuestro pueblo a cambio de solventar una crisis financiera, material o de cualquier otra índole a cambio de nuestro voto y también el de nuestros familiares. Es cierto que uno de los 10 principios fundamentales de nuestro estado colombiano es la democracia, que somos un país descentralizado y eso suena lindo, pero viajemos por los lugares más lejanos de nuestro territorio y ¡oh, sorpresa! Solo está escrito en nuestra Constitución, en un papel porque la realidad es otra. Hay quienes hemos querido cambiar las cosas, hemos sido voceros, pero a muchos de nuestros líderes principales los han callado para siempre y los demás nos hemos atemorizado y hemos dejado de un lado esa lucha por igualdad de condiciones, que tengamos voz y voto allá en Bogotá, que nos escuchen a nosotros los que vivimos acá lejitos de Bogotá. ¿Existe la posibilidad de cambiar estas condiciones de desigualdad? La respuesta es sí, alcemos nuestra voz todos unidos para cambiar dicha situación y poner ahora sí en práctica y ejercicio esos principios fundamentales de nuestro estado colombiano. Del otro lado estamos los que nos hemos preparado noche y día , que nos hemos ganado un puesto por nuestros propios méritos, tenemos lealtad hacía aquellos que más lo necesitan, muchos de nosotros no tenemos ese pensamiento de deseos de poder y ambición dejando a un lado a los campesinos , a los que sudan la camiseta día a día para su sustento y el de su familia, aún quedan personas buenas que no ven el ocupar un cargo importante como una monarquía o un poder vitalicio sino una forma de ayudar a quienes más lo necesitan y a los que no son escuchados y que les queda difícil viajar a la capital donde se toman las decisiones. Cada región de Colombia es valiosa, cada rincón de este bello país está lleno de gente que quiere ser escuchada y que desea por fin poner en práctica los principios fundamentales de nuestro estado colombiano que por muchos años han sido simplemente pisoteados por unos cuantos adinerados o familias populares. ¡Reflexionemos!

    ResponderEliminar
  8. SHARA DIAZ RODRÍGUEZ



    Esto refleja la complejidad de la política colombiana, donde el poder no se limita a la capital y las elites locales desempeñan un papel importante. Se revela la relación entre el poder formal e informal y los negocios y el impacto de estas dinámicas en el proceso de toma de decisiones a nivel nacional. La periodista Laura Ardila enfatiza la importancia de comprender el amiguismo y las prácticas corruptas en la política colombiana y pide reformas políticas estructurales para abordar estos problemas y garantizar una democracia abierta y justa.

    La política, entendida como el arte de la negociación y el compromiso, es esencial para la democracia. Sin embargo, la corrupción electoral proveniente de fuentes ilícitas como el tráfico de drogas es una seria amenaza. Para abordar esta cuestión es necesario fortalecer las leyes y los mecanismos de supervisión y garantizar que los instrumentos de política sean legales. Además, fomentar la transparencia y la rendición de cuentas ayuda a mantener la integridad del proceso político y previene prácticas corruptas.

    ResponderEliminar
  9. Stiven Rodríguez Cárdenas10:35 a. m., enero 27, 2024

    Mal, indescriptible lo del estado colombiano, aprovecharse de necesidades para llenarse de poder, como obligación que tienen es servirle a la sociedad civil, al no hacerlo dejan desamparada la sociedad, y para los tiempos de elecciones los manejan a su antojo, con necesidades que son indispensables sin pedir nada a cambio.
    Esto es otro ejemplo del por qué no juzgar a las personas de zona rural, las cuales nunca han tenido interacción con el estado, no lo conocen, lo consideran ilegítimo, y es ahí cuando "Poderes externos" como guerrillas, paramilitares, etc, entran a resolver sus necesidades, y es a ellos a quienes consideran legítimos. No existe la democracia, vaya circo.

    ResponderEliminar
  10. WENDY DE HOYOS SUAREZ.
    Esto es una noción totalmente cierta, la percepción de la política en Colombia. El texto proporciona una visión detallada de la complejidad, y no tanto de la complejidad sino de la realidad que vivimos y que probablemente sigamos teniendo en Colombia, enfocándose en la interacción entre las élites regionales y los actores políticos centrales. Destaca además la influencia significativa de estas élites, que no solo controlan el poder formal y legal en sus regiones, sino que también se desprende como una ramita hacia el poder ilegal, que no obstante influenció durante el siglo XIX y comienzos del XX.
    La idea de que la política colombiana va más allá de lo que ocurre en el centro de Bogotá es esencial para entender las verdaderas fuerzas que moldean el país. Se plantea que las decisiones clave y la configuración del poder tienen lugar en estas regiones periféricas, donde las élites locales desempeñan un papel crucial. La relación entre estas élites regionales y los centros de poder en Bogotá revela una red compleja de influencias que impactan en las decisiones a nivel nacional.
    En cuanto a la zona rural me permito también hablarlo aquí, ya que durante toda la mi infancia y adolescencia se perciben acciones como las manifestadas en el texto, como lo es el hecho de la movilización, las personas que por decirlo, quedan retiradas no votan a menos que esta situación sea solventada, y no por ellos sino por quienes estén en campaña.
    Este ejemplo, la lectura del textos y las verdades encontradas ahí me llevan a la pregunta de ¿Existe realmente la democracia en Colombia?

    ResponderEliminar
  11. Nataly Vargas Marquez1:04 p. m., enero 27, 2024


    Es claro que Colombia presenta multiplicidad de problemas y creo que este escrito describe muy bien uno de estos y es el de esas dinámicas de poder que durante años han estado presentes. Independientemente de si se trata de elites centrales o elites regionales siempre he creído que son el mismo perro, pero con distinto collar.
    Tiene tanta razón al momento de afirmar que estás élites se alimentan y toman fuerzas de los problemas que el estado no logra resolver, ya que para los que hemos vivido en lugares que socialmente han sido olvidados por el estado es muy común ver que a partir de promesas y pequeñas ayudas esas élites logran alcanzar el poder. No creo que el problema sean las personas al momento de elegir, creo que el verdadero problema son las élites y estas personas que toman el poder, ya que no cumplen verdaderamente con ayudar y dirigir correctamente lo que se le ha puesto a su cargo.
    NATALY VARGAS MARQUEZ

    ResponderEliminar
  12. SHAROLS CHAVEZ SARMIENTO

    estoy completamente de acuerdo con el texto, porque colombia no es solamente Bogotá y partiendo de este punto nos podemos dar cuenta la desigualdad y cuan apartados tienen los gobernantes su territorio, que creen que solo las grandes ciudades pueden aportar al país, cuándo en los pueblos es que los grandes empresarios y políticos se hacen mas fuerte inculcando sus ideales a la sociedad cuando estos toman el poder e incluso antes, que es lo que hacen los de la capital aprovechar la oportunidad y seguir creciendo su cadena enriquecimiento y corrupción. que sucede cuando descubren sus fechorías acusan a los regionales y se quedan con el poder que estos creían que tenían, y desde estos pueblos se empiezan a crear nexos, con el narcotráfico, paramilitares......
    pero después se ven el las noticias con trajes elegantes siendo aplaudidos porque realizaron una donación, las personas lo ven y lo que hacen es votar por el candidato que ellos apoyan, porque las personas necesitan a alguien que solucionen lo problemas de la comunidad.
    sito una frase que me gusto mucho" todos los males de colombia surgen de la forma de gobierno que nacen de esa disyuntiva". y estoy completamente de acuerdo un gobierno que no cumpla con las necesidades de su pueblo hace que este se rebele y desafortunadamente, estos que se rebelan pierden cual era proposito y terminan haciendo lo que una ves criticaron, pero esto lo origina la desigualdad y el tener apartado a regiones que en realidad necesitan que el gobierno se manifieste.




    ResponderEliminar
  13. Por: MARIA PAULINA IBARRA PACHECO

    Leyendo el anterior artículo no podría estar más de acuerdo con todos los puntos ahí mencionados. Colombia es un país que se ha caracterizado por la constante mención de destacar el hecho de la práctica de una “democracia libre y voluntaria” sin embargo la realidad es otra totalmente distinta; hoy en día nuestra “democracia” no es más que una que desafortunadamente no destaca por ser una “a consciencia” sino todo lo contrario, es una casi que totalmente manipulada e incluso alterada por una gran cantidad de factores que van desde la compra de votos, amenazas de grupos armados y por supuesto por el factor de las grandes y poderosas élites regionales que sin duda alguna mueven masas y sería descabellado no reconocer el gran poder que representan hoy por hoy, y es que a pesar de sus prácticas cuestionables, estás últimas han tenido una gran acogida e incluso se han ganado el cariño y aprecio de la comunidad, por el hecho que se han encargado de resolver los problemas de estás personas, de brindarles una mano, es decir llenar ese vacío y olvido por parte del estado a ciertas zonas del país, por consiguiente hablar de que Colombia es un país donde rige una democracia real y participativa sería estar diciendo mentiras y a la vez negando la realidad, y es que las zonas rurales no mienten, estás últimas siempre han sido olvidadas y marginadas por parte del estado donde estás comunidades no son escuchadas, no tienen voz y voto a comparación de otras ciudades del país, como lo es la capital Bogotá y sus alrededores, quizás es esto lo que ha llevado a que hoy en día por más feo y difícil que se llegue a escuchar “una élite de estás tiene incluso más poder que el estado mismo”.

    ResponderEliminar
  14. Zorobabel Pallares Escobar

    Leyendo el anterior artículo es oportuno resaltar que colombia mas allá de ser un país democrático, tiene un contraste de poder interno muy diferente al que creemos y que del cual no somos ignorantes , sabemos que en cada región del país existe una elite que otorga poder en esa región en específico , creando asi una desigualdad bastante grande y de esa manera agravando de manera exponencial el problema de pobreza y desigualdad en el país. Importante resaltar que los problemas de educación son producto de los manos manejos de estos poderes enfocados en los actores políticos, solo con el fin de mantener el poder dentro de su oligarquía.

    ResponderEliminar
  15. Por: valentina correa causil

    Estoy de acuerdo con la autora, es lo que hemos vivido y estamos viviendo en Colombia ya hemos normalizado las “ayudas” a cambio de votos, que las necesidades, la pobreza y la escasez sea un recurso para hacer política y asegurar votos resolviendo aquellos problemas. En Colombia hemos permitido que gobierne el poder y a la descendencia que tiene los políticos que han gobernado durante años por esa misma razón seguimos dando vueltas en el mismo circulo de una política dividida, donde cada quien busca su propio beneficio dejando a un lado un beneficio común. Definitivamente Colombia no necesita gobernantes que solucionen los problemas o que prometan puestos apenas mientras hacen política, sino que asuman el cargo y solucionen las problemáticas que el país presenta en todos los aspectos y que nosotros como sociedad razonemos al momento de elegir nuestros gobernantes.

    ResponderEliminar
  16. Isabella Diaz Ramírez
    Es cierto que la situación en el país es un poco estrecha cuando se trata de la élite que lo maneja, ya que desde hace muchísimo tiempo es una problemática que ha tratado de combatirse para evitar la corrupción y poder hacer las cosas bien, pero también es cierto que de cierta manera la misma sociedad ha normalizado este ciclo y comportamiento porque de cierta forma brinda "estabilidad" sin tener que salir de la zona de confort.
    Sin embargo, es una situación que como ciudadanos no debemos ignorar porque de alguna forma afecta a los más vulnerables y beneficia a la misma élite, y si nos damos cuenta, de esta manera no se podrá obtener una igualdad social en la cual no existan brechas y nos beneficiemos todos.

    ResponderEliminar
  17. Jesús Andrés Ojeda Quiñones

    Hablar de política en Colombia implica dar opiniones que no llegan a ningún fin los políticos son un monopolio de ideas que llegan a un puesto donde ya hay alguien al mando no solo pensar que la participación del voto es correcta si no un mal manejo de poderes , la participación política es crucial para un sistema democrático saludable , los políticos de hoy en día son títeres de aquellos adinerados que dónde la función es sentarse sin saber que hacer por qué ya no conocen sus puestos políticos , Colombia es un país libre en democracia pero la desigualdad entre poderes es mayor

    ResponderEliminar
  18. Valentina Cuava Julio12:14 p. m., enero 28, 2024

    Sabemos que en nuestro país se presentan muchas situaciones que se podrían plantear como desigualdades, pero, si hablamos de desigualdades podremos decir, que todo se mueve por el dinero, por tener mas poder que le otro, hablaremos un poco de esto.
    En Colombia, la política va más allá de Bogotá, revelando la complejidad de las élites regionales. La historia de Laura Ardila y su investigación sobre la familia Char destaca la importancia de entender las dinámicas de poder local para comprender el entramado político del país. Las élites regionales, con sus conexiones con el poder ilegal, son fundamentales en la toma de decisiones. La relación entre estas élites y las bogotanas revela un desprecio por las regiones. El carácter hereditario y las similitudes con monarquías y feudalismos marcan la dinámica de las élites. La autonomía de estas élites regionales es relativa, ya que tienden a articularse con los intereses de Bogotá. Estas dinámicas de poder existen desde la Independencia, pero han evolucionado. La democracia colombiana, aunque falaz y determinada por el dinero, funciona de cierta manera al satisfacer las necesidades locales. El cambio estructural y la reforma política son esenciales para superar las prácticas corruptas. La dificultad para llegar al poder como outsider destaca la necesidad de comprender las dinámicas clientelistas. La corrupción electoral es un cáncer que utiliza fuentes oscuras de recursos, y su ilegalidad está sancionada por la ley. En resumen, la política colombiana es compleja, marcada por relaciones regionales y centrales que influyen en la toma de decisiones y en la percepción de la democracia.
    Valentina Cuava Julio

    ResponderEliminar
  19. Me llamo mucho la atención cuando el autor menciona "que para entender el poder en Colombia hay que mirar las dinámicas de poder local" y para mi punto de vista Para entender el poder en Colombia, es fundamental examinar las dinámicas de poder a nivel local por varias razones:
    -Divercidad cultural y geográfica: Colombia es un país diverso con una amplia gama de culturas, geografías y realidades sociales. Las dinámicas de poder local reflejan esta diversidad y muestran cómo diferentes comunidades ejercen y negocian el poder dentro de sus contextos específicos.
    -Autonomía política y administrativa: Colombia tiene una estructura descentralizada que otorga cierto grado de autonomía política y administrativa a las regiones y municipios. Esto significa que las decisiones políticas y económicas se toman a nivel local, y entender cómo se ejerce el poder en estas instancias es crucial para comprender la política nacional.
    Conflictos y violencia: Muchos de los conflictos y la violencia en Colombia tienen raíces locales, relacionadas con disputas por tierras, recursos naturales, influencia política y control territorial. Comprender las dinámicas de poder a nivel local es esencial para abordar estos conflictos y promover la paz y la estabilidad en el país.
    -Participación ciudadana: Las dinámicas de poder local también están vinculadas a la participación ciudadana y la capacidad de la sociedad civil para influir en las decisiones que afectan sus vidas y comunidades. Entender cómo se ejerce y se distribuye el poder a nivel local puede ayudar a fortalecer la participación ciudadana y la democracia.
    examinar las dinámicas de poder a nivel local es fundamental para comprender la complejidad del panorama político, social y económico de Colombia y para abordar los desafíos y las oportunidades que enfrenta el país en su conjunto.
    ANDRES CAMILO SANCHEZ VILLEGAS

    ResponderEliminar
  20. MARÍA ANDREA DORIA BUELVAS.

    La historia de Laura Ardila es un ejemplo de cómo las élites regionales pueden tener un impacto significativo en la política nacional. El hecho de que su libro haya sido censurado por la editorial y que haya recibido amenazas por su trabajo demuestra la importancia y sensibilidad de este tema.
    El artículo anterior pone de manifiesto la complejidad y la influencia que tienen estas elites regionales en la política colombiana.
    Es preocupante cómo los lazos entre el poder formal y legal con el poder ilegal pueden afectar la toma de decisiones y el ejercicio de la democracia en el país. Además, el hecho de que las élites centrales parezcan lavarse las manos y cargar la culpa sobre las regionales refleja un desprecio hacia las regiones y su importancia en la política del país.
    Es importante analizar y cuestionar estas dinámicas para fomentar un cambio estructural en la politica colombiana y promover una verdadera democracia.

    ResponderEliminar
  21. ARNOLD CUESTA LLORENTE
    Estoy totalmente de acuerdo con este planteamiento debido a que el poder político en Colombia, específicamente en Bogotá, ha sido un tema de interés debido a la concentración económica y su relación con el poder político. También, las recientes elecciones regionales han generado análisis sobre el equilibrio de fuerzas en la capital y su impacto a nivel nacional. Además, se discute sobre la representación de las clases sociales en el acceso al poder político. La lucha contra la corrupción también es un aspecto relevante en este contexto. el poder político en otras partes de Colombia, ha sido objeto de análisis y debate. Las elecciones regionales han sido especialmente relevantes para entender la distribución del poder político a nivel local y su impacto en la dinámica nacional.

    ResponderEliminar
  22. Rigoberto avila segura6:48 p. m., enero 28, 2024

    me llama la atención porque ofrece una visión clara y reflexiva de las complejidades de la política colombiana. En ocasiones, pone de relieve la ambivalencia entre la capacidad del sistema para abordar cuestiones locales y las prácticas cuestionables que socavan la integridad democrática. Analizar cómo los políticos se adaptan a la dinámica de la corrupción para ganar poder puede proporcionar información valiosa sobre los problemas que enfrentan todos los políticos, incluso aquellos que buscan cambiar el status quo. Enfatizar la necesidad de una reforma política para abordar los problemas de financiamiento de campañas resalta la importancia del cambio estructural para fortalecer la democracia. Además, la referencia a casos específicos como el de Petro proporciona ejemplos concretos que ilustran la complejidad de las relaciones de poder y las estrategias utilizadas para lograr el éxito político. En conclusión, este artículo proporciona una perspectiva crítica y matizada sobre el sistema político de Colombia e invita a reflexionar sobre cómo mejorar y fortalecer la democracia en Colombia.

    ResponderEliminar
  23. Julian José Montiel perdomo.

    Colombia es un país democrático, pero a lo largo de la historia se ha basado en intereses personales y familiares como bien lo resalta el artículo “hay un poco de monarquía y un poco de feudalismo”. La falta de oportunidades hace de que las casas políticas o clanes políticos se aprovechen a la hora tomar decisiones para el beneficio de ellos mismos, dejando a un lado muchos problemas sociales que afectan las comunidades más vulnerables, de igual forma dejando en el olvido a todas esas etnias - culturas importantes de las regiones haciendo que cada vez pierdan las costumbres que nos identifican. Esto nos sigue llevando al mismo punto de corrupción donde son limitadas las condiciones que obligan a los ciudadanos a tomar decisiones por intereses particulares y no por la verdadera autonomía y democracia.

    ResponderEliminar
  24. Maria Nella Hoyos.
    El artículo proporciona una profunda reflexión sobre las complejidades del poder en Colombia, enfocándose en la interacción entre las élites regionales y centrales. La narrativa presenta una visión matizada de cómo estas élites influyen en la toma de decisiones y destaca la importancia de comprender las dinámicas locales para entender la política a nivel nacional.

    La experiencia de la periodista Laura Ardila, enfrentando censura y resistencia en la publicación de su libro, subraya las dificultades en el periodismo político y resalta la relevancia de investigar las élites regionales. El análisis de la relación entre estas élites y la población local ofrece una perspectiva crítica sobre cómo, a pesar de prácticas cuestionables, estas élites a menudo sirven como intermediarios entre el Estado y las necesidades de la comunidad.

    En términos de acuerdo con la autora, estoy inclinado a respaldar la premisa central del artículo. La argumentación detallada y las evidencias presentadas sugieren que entender las dinámicas locales es crucial para comprender el poder en Colombia. La resistencia que Ardila experimentó destaca la importancia de abordar estas cuestiones, y la dualidad entre las élites regionales y centrales revela una complejidad significativa en la política colombiana.

    ResponderEliminar
  25. Juan Camilo Sánchez9:51 p. m., febrero 03, 2024

    esta publicación constituye una lectura valiosa para comprender las complejidades del poder en Colombia. Su análisis crítico de las élites regionales y su relación con el poder central es un aporte significativo al debate público.

    Sin embargo, el artículo podría mejorarse incorporando ejemplos concretos, matizando las generalizaciones y ofreciendo un análisis más equilibrado que incluya diferentes perspectivas.

    ResponderEliminar
  26. El texto me llamó mucho la atención por que proporciona una visión perspicaz sobre los desafíos éticos y estructurales que enfrentan los actores políticos en un entorno permeado por prácticas cuestionables. Invita a una reflexión profunda sobre el equilibrio entre la necesidad de adaptarse a las realidades políticas existentes y el imperativo moral de promover una participación política justa y transparente.


    ResponderEliminar
  27. Pedro Luis Díaz Arroyo

    Este articulo muestra una realidad de Colombia, que si bien todos sabemos, la ignoramos y hasta pasamos de ella. vemos un país donde idealizamos a aquellos que suben al poder, vemos un país donde nuestro futuro puede costar el equivalente a un puesto temporal en el mejor de los casos, o $50.000 pesos colombianos en el peor de los casos, vemos esta problemática de conflicto generado por la elites colombianas donde discutimos sobre idealismos que ni estas mismas personas pueden creer y fundamentar. vemos izquierda y derecha, donde solo existe corrupción, manejo de masas y demagogia. vemos un futuro incierto sobre nuestro desarrollo social, vemos una falta de ética por nuestra parte al pensar que todo es igual y no podemos hacer la diferencia, vemos que todo será igual hasta que llegue quien levante la voz y tenga tanta fuerza para poder despertarnos.

    ResponderEliminar
  28. Alex David Palomino López

    El articulo nos habla acerca de la realidad política del país, y como el termino política se ve asociado y/o influenciado de otros conceptos como son: violencia y corrupción.
    Desde la perspectiva general cuando se habla de la política en Colombia, solo se considera lo que ocurre en el interior del país, esto se debe a que ahí se encuentra la presidencia, las altas cortes y demás entidades estatales, pero poco se comenta como en las demás regiones de la geografía colombiana gobiernan elites regionales, castas o familias políticas y como la relación existente entre dichos grupos tiene tanta relevancia en la toma de decisiones del estado colombiano.
    Y es que, para hablar de política en Colombia, hay que observar el contexto geográfico, en Bogotá la democracia participativa es influenciada por el buen discurso del candidato. Quien demuestre que puede tomar las decisiones más acertadas tendrá el respaldo de los electores, en las demás regiones el panorama es otro, el clientelismo es quien mueve al elector a ejercer su derecho, el pueblo se siente en deuda con el cacique electoral por alguna obra que haya realizado.
    En Colombia a pesar de que su constitución inicie afirmando ser un estado descentralizado, aun predomina al dilema de antaño sobre el hecho de ser un estado centrado o descentralizado en materia de gobierno, y debido a esta disyuntiva, surgieron y aun persisten problemas tales como el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares que demuestran la ineficacia del estado incapaz de controlar sus diversos focos de poder.





    ResponderEliminar
  29. El articulo nos habla acerca de la realidad política del país, y como el termino política se ve asociado y/o influenciado de otros conceptos como son: violencia y corrupción.
    Desde la perspectiva general cuando se habla de la política en Colombia, solo se considera lo que ocurre en el interior del país, esto se debe a que ahí se encuentra la presidencia, las altas cortes y demás entidades estatales, pero poco se comenta como en las demás regiones de la geografía colombiana gobiernan elites regionales, castas o familias políticas y como la relación existente entre dichos grupos tiene tanta relevancia en la toma de decisiones del estado colombiano.
    Y es que, para hablar de política en Colombia, hay que observar el contexto geográfico, en Bogotá la democracia participativa es influenciada por el buen discurso del candidato. Quien demuestre que puede tomar las decisiones más acertadas tendrá el respaldo de los electores, en las demás regiones el panorama es otro, el clientelismo es quien mueve al elector a ejercer su derecho, el pueblo se siente en deuda con el cacique electoral por alguna obra que haya realizado.
    En Colombia a pesar de que su constitución inicie afirmando ser un estado descentralizado, aun predomina al dilema de antaño sobre el hecho de ser un estado centrado o descentralizado en materia de gobierno, y debido a esta disyuntiva, surgieron y aun persisten problemas tales como el narcotráfico, la guerrilla y los paramilitares que demuestran la ineficacia del estado incapaz de controlar sus diversos focos de poder.
    ALEX DAVID PALOMINO LOPEZ

    ResponderEliminar
  30. Andrés Sánchez Villegas
    En el artículo me llamo mucha la atención la pregunta que dice ¿Por qué dices que para entender el poder en Colombia hay que mirar las dinámicas de poder local?. En mi punto de vista al comprender las dinámicas de poder a nivel local, se puede obtener una imagen más completa y contextualizada de la política, la economía y la sociedad en Colombia. Esto permite identificar las necesidades, los desafíos y las oportunidades específicas de cada región, y trabajar hacia soluciones y políticas que aborden las realidades locales de manera efectiva y equitativa.

    ResponderEliminar
  31. Andrés Sánchez Villegas
    En el artículo me llamo mucha la atención la pregunta que dice ¿Por qué dices que para entender el poder en Colombia hay que mirar las dinámicas de poder local?. En mi punto de vista al comprender las dinámicas de poder a nivel local, se puede obtener una imagen más completa y contextualizada de la política, la economía y la sociedad en Colombia. Esto permite identificar las necesidades, los desafíos y las oportunidades específicas de cada región, y trabajar hacia soluciones y políticas que aborden las realidades locales de manera efectiva y equitativa.

    ResponderEliminar
  32. Alex David Palomino Lopez10:28 a. m., marzo 04, 2024

    El relato de Babuc en Persépolis es una cruda crítica a la corrupción y la falta de valores morales en la sociedad. Desde la compra de cargos importantes hasta la hipocresía en las instituciones, el autor nos muestra un panorama desolador de una ciudad sumida en el desorden y la injusticia. La escena en el templo, donde se entierran cadáveres y se adora a la divinidad en el mismo lugar, es impactante y simbólica de la putrefacción moral que impera en Persépolis. La falta de información y la frivolidad con la que se lleva a cabo la guerra también reflejan la falta de valores y la banalidad de la vida en la ciudad. En definitiva, el relato de Babuc nos invita a reflexionar sobre la importancia de la integridad y la honestidad en la sociedad, así como sobre las consecuencias devastadoras de la corrupción y la falta de ética en las instituciones.

    ResponderEliminar
  33. El análisis detallado de Laura Ardila sobre las dinámicas de poder en Colombia ofrece una perspectiva esclarecedora sobre cómo las élites regionales y centrales interactúan para moldear el panorama político del país. Destaca cómo estas élites no solo controlan el poder formal y legal, sino que también están inextricablemente vinculadas al poder ilegal. Además, resalta la importancia de entender las relaciones entre estas élites para comprender verdaderamente el funcionamiento del sistema político colombiano. En última instancia, su análisis subraya la necesidad de reformas políticas para abordar las prácticas corruptas y clientelistas que han permeado la política colombiana durante mucho tiempo.

    ResponderEliminar
  34. En Colombia vivimos la democracia y somos un país donde gracias a esta logramos decidir nuestros gobernantes, pero si bien es cierto existen los intereses particulares y sumado a esto existe la desigualdad donde la monarquía o la clase alta se aprovechan al momento de tomar decisiones o elegir quienes nos guían ya que estos mismos crean su “mafia política” refiriéndome con esto a que siempre hay un predecesor y no tienen en cuanta la clase baja abandonado con ello la problemática de estas comunidades y esta es la razón por la que nos mantenemos en el mismo punto de corrupcion u desigualdad

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Deja tu comentario aqui:

Entradas populares de este blog

UNA FAMILIA -BOTERO