Este artículo es sugerencia de su compañero Omar José Hernández Villadiego El delito, el juzgado y la clase social, base en la tarifa de abogados. “Uno ve la pinta de la persona, analiza cómo está vestida y empieza a tasar los honorarios”. Ese es el testimonio de uno de los abogados que diariamente llegan a los juzgados de Paloquemao a conseguir sus clientes entre quienes son llevados ante la justicia. Con el Código Penal en la mano, un maletín de cuero y vestido de corbata, el hombre reconoce que cobra entre 150.000 y 300.000 pesos por audiencia, y que en una ocasión le tocó recibir un televisor como parte de pago. Mientras que ese mismo abogado –que les teme como a nada a los paros judiciales porque significan días sin clientes– es el mensajero, auxiliar y contador de su oficina, otros equipos de juristas ofrecen sus servicios por sumas que superan fácilmente los mil millones de pesos. Junto a los ‘tinterillos’ como los siguen llamando despectivamente, es común ver ...
Espacio de discusión académica que apela a lo que comúnmente se repite en los pasillos de las escuelas de derecho “el que sólo sabe de derecho, nada sabe de derecho”; será un cenáculo de conversación a veces de noticias de actualidad, música, arte, opiniones diversas entre otros, donde se permita pensar el derecho