Si hay una idea asociada con la tecnología que hay que desterrar es que estamos presenciando o que presenciaremos una revolución. Ya se trate del grafeno, la impresión en 3D, la biología sintética, el gas de esquisto, los grandes datos (big data ) o el bitcoin, cualquier descubrimiento, técnica o invento nuevo e importante invoca la palabra con "R". Es el caballito de batalla de los proveedores del bombo tecnológico. La idea de una revolución no solamente se utiliza para impulsar una tecnología en particular. Por ejemplo, en respuesta al cambio climático, políticos como Nicolás Stern promueven una nueva revolución industrial con bajas emisiones de carbono. Pero qué tecnologías se usarán y, fundamentalmente, cómo serán los procesos de toma de decisiones que las rodean, parece en gran medida irrelevante. El punto es que en una revolución está la salvación. ¿Pero es la revolución una manera adecuada de describir cómo se da el cambio tecnológico o cómo podría mej...
Espacio de discusión académica que apela a lo que comúnmente se repite en los pasillos de las escuelas de derecho “el que sólo sabe de derecho, nada sabe de derecho”; será un cenáculo de conversación a veces de noticias de actualidad, música, arte, opiniones diversas entre otros, donde se permita pensar el derecho