Si se nos hubiera propuesto deliberar sobre algún asunto nuevo, yo hubiera esperado a que hubiesen expuesto su parecer la mayoría de los oradores. De haber estado de acuerdo con sus opiniones, habría guardado silencio; en caso contrario, habría procurado manifestar la mía. Mas como ahora vamos a considerar asuntos que ya han discutido en repetidas ocasiones los oradores, me atrevo a suponer que alcanzaré vuestra benevolencia aun siendo el primero en subir a la tribuna. Porque si esos oradores os hubieran aconsejado tiempo ha lo que convenía, no tendríais por qué entrar de nuevo en deliberaciones. Lo primero es, pues, varones atenienses, que no debéis desalentaros por la presente situación, por desesperada que os parezca; precisamente lo que en ella ha sido hasta ahora lo peor, es lo que mejor pinta para el futuro. ¿Cómo es esto? Si van mal los negocios es porque vosotros no habéis cumplido con vuestro deber, que si hubiérais cumplido y, a pesar de eso, fueran los negocios como v...