Nunca he conocido a nadie a quien le hubiesen molido a palos. Todos mis conocidos han sido campeones en todo. Y yo, tantas veces despreciable, tantas veces inmundo, tantas veces vil, yo, tantas veces irrefutablemente parásito, imperdonablemente sucio, yo, que tantas veces no he tenido paciencia para bañarme, yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo, que he tropezado públicamente en las alfombras de las ceremonias, que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante, que he sufrido ofensas y me he callado, que cuando no me he callado, he sido más ridículo todavía; yo, que les he parecido cómico a las camareras de hotel, yo, que he advertido guiños entre los mozos de carga, yo, que he hecho canalladas financieras y he pedido prestado sin pagar, yo, que, a la hora de las bofetadas, me agaché fuera del alcance las bofetadas; yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas, me doy cuenta de que no tengo par en esto en todo el mundo. Toda la gente que conozco y que ...
Espacio de discusión académica que apela a lo que comúnmente se repite en los pasillos de las escuelas de derecho “el que sólo sabe de derecho, nada sabe de derecho”; será un cenáculo de conversación a veces de noticias de actualidad, música, arte, opiniones diversas entre otros, donde se permita pensar el derecho